Queridos todos, vivamos este tiempo de Navidad e inicio de un nuevo año revisando nuestra forma de pensar. Porque vigilar el pensamiento es la tarea del momento, la más importante estando como estamos en medio de una guerra mental, una guerra de ideas, de teorías encontradas y de una cantidad de información y desinformacion que nos llega y nos desborda.
Actualmente vivimos inmersos en un mar de ondas electromagnéticas que nos atraviesan constantemente. Altas radiofrecuencias
electromagnéticas 3G, 4G, y ahora 5G que nos atraviesan y pueden crear confusión en nuestros cuerpos y en especial en nuestra forma de pensar. Según la oficina nacional para asuntos del espacio exterior (UNOOSA) hay alrededor de 8,261 satélites individuales de los cuales 4,852 están activos, emitiendo sus ondas hacia la Tierra (Dic.2022). Y si le añadimos la constante información, muchas veces contradictoria, que nos llega por el wifi, que además también emite ondas, resulta que es mucho para que nuestro sistema lo pueda procesar y termina creando confusión. Vigilar el pensamiento, cuidar nuestra mente en estos tiempos turbulentos, en donde la guerra entre las naciones se está liberando en el plano mental, es de suma importancia.Todo lo que ves se graba en tu memoria, en donde se
archivan millones y millones de imágenes. Si no estás atento, estas imágenes
pueden aparecer de súbito y desaparecer tan rápido que tu mente consciente no
se dé cuenta. Actúan así de una forma subliminal, aunque salen de tu propio
archivo. Por ejemplo, si estás en un momento de enojo, puede aparecer en tu
pantalla mental una imagen de violencia que has visto en una pantalla, pero
como estás en un momento en la que el pensamiento parece un caballo desbocado,
ella desaparece de tu conciencia externa de inmediato para ser sustituida por
otra. Sin embargo, su súbita aparición puede muy bien inducirte a una reacción
aún más violenta que la que podría ameritar tu estado y das el puño que nunca
debiste dar, o agredes de una forma que no sueles hacer.
Me da susto pensar en el arsenal de violencia y
miedo que tenemos registrado en la memoria de nuestro subconsciente. Tantos
crímenes, tanto horror, tanta sangre…
Si tenemos en cuenta la importancia del contenido
de nuestras grabaciones mentales, busquemos concentrarnos en las cosas bellas
de la vida, que son muchas, para tener buenas imágenes mentales que inspiren
actos de amor, de armonía, de buena voluntad. Y borrar lo que está grabado.
Estoy convencida que se puede. La energía sigue al pensamiento.
En la tradición Védica hay un gran Deva llamado
Veena, un Gandharva que tiene el poder de borrar el contenido del
subconsciente. Los Gandharvas son inteligencias musicales que están más allá de
la creación. Se dice que las siete cuerdas de la lira del Gandharva Veena están
conectadas con el sonido de los siete centros (chakras) principales del ser
humano.
Puedes imaginarlo como un inmenso Querubín, el
sonido de su Lira, va descendiendo sobre ti, penetra por tu centro coronario,
desciende a tus centros de energía y visualizas que tus siete centros reciben
su sonido que es capaz de limpiar las memorias negativas que te aprisionan.
Ahora que estamos entrando al año 2025 con tambores
anunciando guerras y conflictos, recordemos lo que dice el Maestro Tibetano,
que la luz que está generando la humanidad es mucho mayor ahora que en
cualquier otra época de su historia. Tengamos confianza en el futuro. Tomemos
medidas para no estar tan expuestos a las ondas electromagnéticas de nuestros
amados celulares, apaguemos los aparatos que no estemos usando y busquemos el
contacto con el magnetismo de la Tierra y su naturaleza.
Antes del amanecer la noche es más oscura. Pero
está amaneciendo en la conciencia humana, anunciando un nuevo tiempo, una nueva
humanidad y una tierra renovada.
Somos parte del cambio. Somos la Luz en las
tinieblas. Celebremos el nuevo año.
Con profundo amor, Carmen Santiago
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