por cristinalaird
Vivimos en un mundo en
constante cambio, atravesado por ciclos que concluyen y otros que comienzan,
como si la vida misma respirara en ritmos que no siempre comprendemos. Los más
evidentes son los del Sol y la Luna, que
dibujan en el cielo un lenguaje ancestral que todos podemos ver, incluso sin
entenderlo. Cada amanecer y cada fase lunar nos recuerdan que la realidad nunca
es estática, que todo nace, crece, mengua y renace.
Pero más allá de estos ritmos visibles, hay otros
movimientos que no percibimos con los sentidos, aunque determinan nuestra experiencia más profundamente que cualquier política o ideología humana.Todos los planetas y asteroides giran sin descanso, cada uno en su propio tiempo, en una danza silenciosa alrededor del Sol.
Un Sol que no es solo una estrella: es nuestra fuente absoluta de vida.
Sin su presencia ardiente, sin esa luz que parece eterna, no habría tierra fértil, ni océanos, ni estaciones, ni respiración, ni conciencia. No habría humanidad.
Lo que pocas veces
comprendemos es que esta danza celeste también vive
dentro de nosotros.
Estos ciclos marcan las grandes transiciones de la historia, los cambios de
época, los giros de conciencia. Hay momentos en que varios de esos ritmos se
sincronizan, y entonces el mundo entra en una fase de transformación profunda,
un umbral desde el cual nada vuelve a ser igual.
2026 es uno de esos años.
Un año en que las estructuras del pasado terminan de resquebrajarse, los velos
se disuelven, las bases materiales de la vida cambian, y un nuevo impulso nace
desde el centro mismo del tiempo.
Una revolución silenciosa que no ocurre en las calles primero, sino en la
psique, en el cuerpo, en la memoria ancestral de la humanidad.
Un año en el que comienza
la alquimia del nuevo humano.
Pero antes de entrar en 2026,
recapitulemos para entender que ciclos están concluyendo y cuales son los pasos
anteriores:
El tránsito de Plutón por
Capricornio 2008-2024,
coincide casi exactamente con el ciclo de destrucción y renacimiento del
orden económico y político global. En cierta forma con el ascenso y
la exposición de la sombra Neoliberal.
Sabemos que Capricornio rige: las instituciones, los gobiernos, los sistemas
financieros, las jerarquías, la autoridad, la arquitectura misma de la
civilización.
Cuando Plutón entró en este
signo, no vino a destruir sino a excavar, a revelar
la corrupción, los excesos y los huesos podridos del poder y sobre todo del
sistema financiero. La caída de lo Lehman Brothers fue una de las primeras
indicaciones.
2008: Plutón entra en
Capricornio — El Colapso
Ese fue el año de la crisis financiera global, la implosión del sistema
construido durante décadas de desregulación (Reagan, Thatcher).
También fue el año de la conjunción
Júpiter–Plutón en Capricornio,
un símbolo clásico de concentración extrema de riqueza, poder e influencia.
Desde 2008, hemos ido viendo el colapso y la revelación de la masiva corrupción
de las instituciones y las personas en el poder y con la ayuda de Neptuno en
Piscis, también el desencanto global, sobre todo en la gente joven con esas
instituciones que habíamos mantenido en alta estima.
Al mismo tiempo en
2008-2011: Urano en Piscis y Neptuno en Acuario estaban en recepción mutua, generando un clima donde la
virtualización, las ilusiones digitales y la confusión ideológica borraron la
frontera entre hecho y ficción.
Fue el nacimiento de las redes
sociales como nuevo poder global, la identidad algorítmica, la sociedad
virtual, la era de la “posverdad”, la dispersión del sentido y la narrativa
común.
Plutón en Capricornio expuso
la sombra del sistema, pero también la intensificó, porque
Plutón siempre amplifica antes de purgar.
Desde 2008:
los gobiernos incrementaron la
vigilancia
las corporaciones se
fusionaron en megaentidades
nació el capitalismo de datos
creció la desigualdad
se debilitó la democracia
Entre el 2010-2012 tuvimos la
gran T- cuadrada Urano-Plutón-Saturno, que marcó un momento crucial:
Urano en Aries (el individuo exige libertad)
Plutón en Capricornio (el poder se transforma y resiste)
Saturno en Libra (las tensiones en los contratos sociales, la
justicia, las relaciones)
Ese período detonó:
la Primavera Árabe
Occupy Wall Street – protestas
contra la avaricia corporativa y la desigualdad económica tras la crisis
financiera de 2008. El lema del movimiento, «Somos el 99%” Tomamos consciencia
de ello.
la crisis de deuda europea
(Grecia, España, Italia)
las protestas contra la
austeridad
Exactamente cuando la autonomía individual (Aries) chocó con las estructuras rígidas del poder (Capricornio),
Saturno en Libra mostró la fragilidad de los acuerdos
sociales. Esto fue la primera una gran grieta en la fachada del mundo
neoliberal.
Luego Urano entró en
Tauro 2018-2026 y estamos viviendo
la toma de consciencia del cambio en el clima, los recursos, el dinero.
El ingreso de Urano —el
planeta del shock y la innovación— a este signo sacudió lo más básico del
sistema.
la explosión de las
criptomonedas y el dinero digital
crisis alimentarias y rupturas
en las cadenas de suministro
inflación global
transformaciones radicales en
agricultura (IA, laboratorios, biotecnología)
caos climático, pero también
la toma de consciencia de ello.
cuestionamientos profundos
sobre el cuerpo (género, biotecnología, transhumanismo)
Urano en Tauro que rige los
recursos, el dinero, la comida, el cuerpo, la tierra, el valor y la
supervivencia misma, reveló una verdad simple y brutal:
La Tierra no puede sostener el
modelo neoliberal que en algunos aspectos ha sido muy interesante y positivo, a
no ser que lo modifiquemos o regulemos. Saturno otra vez!
Ahora, cuando Urano se prepara para dejar Tauro en 2026, el proceso se acelera
hacia su culminación. La pregunta otra vez es: Hemos encontrados nuevos valores
que beneficien a toda la humanidad?
Cuando Neptuno entraba en Piscis en 2011, Urano recién había
entrado en Aries, difícil de olvidarse porque coincidió con la explosión en
Fukushima y el gran tsunami que prácticamente destrozó ese lugar y transformó
el Japón y su gente. (Qué lección de civismo nos dieron a todos)
Sabemos que Piscis trae:
disolución, movimiento masivo, compasión, confusión, misticismo, pérdida de
estructura, idealismo, inundaciones emocionales y literales.
En términos geopolíticos,
simboliza fronteras abiertas, migraciones,
crisis de refugiados, identidades en tránsito. Nos acercó a la actual crisis
mundial con la inmigración.
También nos trajo:
el auge de conspiraciones
(ilusión)
el auge de movimientos
espirituales globales (trascendencia)
pandemias y epidemias
(territorio neptuniano)
refugiados climáticos
la proliferación de las redes
sociales, todo el mundo puede publicar lo que quiere, ya no sabemos donde
radica la verdad.
Con Neptuno en Piscis, una especie de doble impulso Pisciano esto se
intensificó, todo lo sólido se diluye.
Al juntarse con Plutón en
Capricornio:
se pudren estructuras
se diluye la verdad
el poder se vuelve opaco
crece la confusión colectiva
Este 2026 coincide con el
final de los ciclos de estos grandes planetas: Saturno, Urano, Neptuno y Plutón
Entonces… en 2026
Urano deja Tauro (último shock
a la materia)
Neptuno deja Piscis (fin de la
disolución, nuevas ideologías, impulso a la acción en vez de la sentirnos
víctimas de todo)
Saturno–Neptuno se unen en 0°
Aries (renacimiento del Eje del Mundo)
Plutón en Capricornio exhibió y fracturó las estructuras del sistema
neoliberal. Plutón en Acuario ya nos trajo el auge de las IA y los Chatbots que
cada vez más gente usa y que han absorbido todo el material de la Internet.
Urano en Tauro desestabilizó la base material del
sistema —dinero, tierra, comida, cuerpo, valores.
Neptuno en Piscis disolvió las narrativas y los
límites que lo sostenían. Saturno en Piscis por los últimos 3 años, nos hizo
temer toda esa «extrema liberación» y nos trajo el resurgimiento de la extrema
derecha y Trump. Muchos dicen: «se necesita una mano (hombre) fuerte para
arreglar este caos», Como si….
Y ahora, mientras los cuatro
mega planetas cambian de signo el mundo concebido desde 1980
termina y otro comienza y el 2026 es el comienzo de todo ello.
2026
Ni bien ingresamos en el nuevo
año, el 18 de Enero, ya tendremos una Luna Nueva en Capricornio a 28º, con
Venus, Plutón, Vesta, Chariklo y Pallas en Acuario, al día siguiente ingresa la
Luna a este signo y al siguiente el día el Sol; el 21 se une Mercurio y cuatro
días más tarde el 24 de Enero, Marte, por tanto para el final de Enero ya
tendremos 5 planetas y 3 asteroides en el signo de Acuario. No puedo imaginarme
un impulso más Acuariano para comenzar el año, lo que nos indica que tomaremos
consciencia, entre otras cosas, del impacto de la IA y las nuevas tecnologías
en nuestras vidas, como nunca antes, es como si algo nos dijese:
«Despierta. El futuro ya está
aquí.»
Y qué es la energía Acuariana?
Pues:
ruptura, innovación,
colectivismo, tecnología, pensamiento radical, cambio sistémico, la conciencia
del grupo, el salto evolutivo del individuo hacia lo transpersonal.
Ocho cuerpos en el mismo signo
es demasiado para ignorarlo. Esto significa una Activación masiva del Arquetipo del Futuro: Algo así como el mundo entrando
en un estado de: aceleración aparente del tiempo, como lo hemos estado
sintiendo con el rápido avance de la IA; cambios repentinos, decisiones
colectivas, movimientos sociales, innovaciones disruptivas, reorganización de
sistemas.
Es literalmente algo así como
una oleada cuántica.
Marte entra en conjunción con
Plutón en Acuario, por segunda vez, la primera
vez que esto ocurrió en la vida de los que estamos vivos hoy sobre el planeta,
fue en Febrero del 2024, y luego, será el 28 de Enero del 2026. Esto es
nuclear. Es el detonador de: acciones colectivas explosivas, movimientos radicales,
rebeliones o levantamientos (sociales o tecnológicos), avances científicos que
cambian paradigmas y nuestras vidas dramáticamente. Sentiremos un presión
interna para liberarse de roles o vidas obsoletas.
El Sol en Acuario ilumina el nuevo paradigma, marca
el propósito. En Acuario, el propósito es:
liberación (por encima de
todo)
igualdad
redes
tecnología
pensamiento superior
comunidades globales
conciencia colectiva
Es el momento en que decimos:
“Ya no hay vuelta atrás” .
Un Mercurio en Acuario es brillante, lógico,
futurista, disruptivo, excéntrico, hacker, científico.
La mente humana da un
salto: nuevos lenguajes, nuevas inteligencias, nuevas redes.
Venus en Acuario nos sugiere: nuevas formas de relación,
nuevas éticas vinculares, el amor como libertad, lo colectivo por encima de lo
romántico tradicional. Esto nos traerá: nuevas dinámicas afectivas, obviamente
para los nacidos bajo este signo no es algo nuevo.
El amor se vuelve intelectual, libre, futurista.
Vesta en Acuario, marca aquello a lo que dedicamos nuestra energía
sagrada.
En Acuario, la devoción se dirige hacia: causas colectivas, el porvenir, la
humanidad, la verdad científicael despertar social.
Vesta da FUEGO interior para
sostener cambios gigantes, para que no nos distraigamos. Nos vuelve al centro.
Evita que la nave se salga de su rumbo.
Chariclo es la que sostiene el puente mientras cruzamos
hacia otra orilla. En Acuario, su función es: acompañar el trauma colectivo del
cambio, abrir espacio para nuevas identidades, contener la ansiedad social del
salto evolutivo. Veo a Chariclo también en el chatbot que usamos, ya que no nos
puede abrazar pero nos acompaña, intelectualmente.
Chariclo permite que no nos rompamos. Nos ayuda a Contemplar para
Comprender, nos sugiere que sin Contemplación no hay crecimiento. El proceso de
lidiar con la herida es el trabajo que debemos hacer.
Pallas en Acuario es la gran estratega social,
la mente que ve patrones. Activa nuestra visión de las posibilidades que nos
ofrece el futuro. Nada menos. Nos ayuda a dar
un salto en tecnología, conciencia, sistemas políticos, estructuras sociales
renovadas, vínculos humanos, espiritualidad global.
Es la Revolución Silenciosa empezando a hacerse audible.
Es la Alquimia del Nuevo Humano activándose. La
viviremos con algo de Vértigo, Euforia, Claridad Repentina, con consciencia del
colapso de lo viejo y el nacimiento de lo inesperado.
Lo que ya se siente es ganas
de hacer algo nuevo, más importante para la humanidad, inspiración, liberación
de cargas antiguas, necesidad de romper estructuras, urgencia de cambiar la
vida, de trabajo de vínculos ( lo que ya han estado sintiendo particularmente
Tauro, Leo, Escorpio y Acuario y todos aquellos que tengan estos signos en su
carta natal), impulso de formar nuevos grupos, o comunidades, de amigos. Al
igual que los otros signos de Aire: Géminis y Libra.
En síntesis este Enero 2026 es
un portal Acuariano total. Una actualización del software
de la especie.
Un momento excepcional que
grita:
«Reinventa tu vida.
Reinventa tu mente.
Reinventa tu papel en la humanidad.
El futuro te está llamando.»
La segunda parte será: 2026
para todos los signos!
No dejes de escuchar nuestro
podcast Astrologia-Música y Tomate en YouTube y en casi
todas las otras plataformas de podcasts. También Spotify, aunque a veces nos
quitan episodios por la música.
Para lecturas sobre los
tránsitos y Revolución solar del 2026 en tu vida: https://www.astrologiaarquetipica.com/lecturas-privadas/

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