“Este concepto de Hogar no solo se aplica al individuo, sino también a la humanidad como un todo”.
Este
concepto no solo habla de un lugar físico, sino de un estado de conciencia, una
energía y una experiencia que nos conecta con nuestra verdadera esencia y
origen espiritual.
El Hogar se describe como un espacio más allá del tiempo y el espacio, donde el alma recuerda su origen infinito. No es un lugar geográfico, sino un estado de conexión profunda con el espíritu. Es un espacio de pertenencias universal que trasciende las barreras de la dualidad y el tiempo lineal. En este estado, el ser humano puede
reconocer su divinidad, su totalidad y su unidad con todo lo que existe. El Hogar como un Estado del Ser.El
Hogar es esa sensación de estar completo, de saber que no falta nada y que, en
el centro de nuestro ser, siempre estamos en el lugar correcto. Es el lugar
desde donde partimos antes de encarnar y al que regresamos en cada momento de
introspección, meditación o alineación espiritual.
La
conexión con el espíritu es una guía que nunca nos abandona. Aunque muchas
veces nos sentimos desconectados, el espíritu siempre está presente,
recordándonos nuestra naturaleza infinita. Este tema invita a confiar en esa
guía interna, en esa “voz suave” que constantemente nos lleva de regreso a
nuestra esencia.
A
medida que profundizamos en esta conexión, nos damos cuenta de que el espíritu
no es algo separado de nosotros; Somos nosotros en nuestra forma más pura y
elevada. Vivir alineados con esta verdad nos permite navegar la vida con mayor
gracia, confianza y claridad.
Este
concepto de Hogar no solo se aplica al individuo, sino también a la humanidad
como un todo. El planeta está en un proceso de transición hacia un estado de
mayor conciencia colectiva, donde más personas empiezan a recordar su conexión
con el Hogar y el espíritu. Este despertar global es parte de una evolución
hacia una existencia más unificada y amorosa.
El
Hogar y la Conexión con el Espíritu es un recordatorio de que nunca estamos
realmente perdidos, aunque nuestras experiencias humanas puedan hacernos sentir
así. Es una invitación a relajarnos en nuestra luz, a confiar en nuestra
energía ya recordar que siempre estamos conectados con el Hogar. Este proceso
no solo nos transforma como individuos, sino que también contribuye al
despertar y la evolución de toda la humanidad.
Fuente:
Escuela Claridad
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