En contacto con la Madre del Universo

Muchas veces me pregunté el por qué al ver la belleza de la naturaleza como lo puede ser una quebrada, un río, una montaña, un bello amanecer o un atardecer, nos sentimos felices, sentimos un gozo muy especial. Creo que el gozo que se siente al ver la belleza natural que nos rodea proviene de sentir que somos parte de eso que estamos viendo y percibir el tejido de la vida y la unidad que a todos nos contiene. Es la gotita de agua que mira las maravillas del océano y se da cuenta que ella es parte y también todo el océano porque no hay distancias, ni diferencias, ni separaciones entre una gota y otra. Porque al unirse con la inmensidad, uno es la inmensidad. Como decía El Maestro Omraam Mikhael Aivanhov: “Conocerse es fundirse en la inmensidad de Dios.”

En este mes de Libra que nos ofrece un mayor acercamiento a la Madre Divina busquemos su ayuda para que podamos ser en espíritu y en verdad lo que somos, y tomando la dirección correcta sentir a cada paso de la vida ese gozo especial que da el contacto con lo divino. La Madre nos ayuda ofreciéndonos un espectáculo de belleza sin igual todos los días en las infinitas manifestaciones de la naturaleza. Cultiva el asombro, aprende a maravillarte ante la belleza de una flor, toma conciencia de la vida abundante que te rodea y reconócete en ella.

No pierdas el sentido de la vida. Todo el Universo danza en un eterno compartir, en una divina inclusión. Sigue su diseño, sus ritmos, su movimiento. No lo busques en el tener. Esta grabado en tu alma. El sentido de la vida se encuentra cuando servimos, cuando incluimos, cuando amamos.

Nuestra vida moderna nos ha hecho rudos, como si la piel se hubiera curtido y no permite que podamos percibir las ondas celestiales que irradia la gran red de Luz que la Madre del Universo tejió para crear nuestro Universo. Trabajemos para desarrollar la sensibilidad y retomar la comunicación con la vida que nos rodea. Es un mundo mágico, sorprendentemente bello.

Como la vida es para cada uno como la percibe, si ves la belleza, ella entra en tu vida y la hace bella. La percepción es la puerta por donde todo entra. ¿Qué ves? En eso te conviertes. No te enfoques en lo grotesco, lo prosaico, lo vulgar. Llena tu vida de cosas bellas. Sé selectivo y no permitas que la fealdad te penetre. Invita a las criaturas celestiales, a los ángeles a que llenen todos tus espacios. Ellos responden y cuando ven que tu intención es servir a la Voluntad Divina ellos cooperan contigo porque ellos también tienen la misma intención.

Estando con mi amiga Marta Paillet, en Urulú, la montaña sagrada de los aborígenes de Australia, pudimos percibir la bendita presencia de a Madre. Entraba el mes de Libra marcando el equinoccio de primavera mientras que en el norte se celebraba el de otoño. Esa vivencia dejó en nosotros la certeza de que la Madre Divina no sólo vela por nosotros en esta Tierra, sino que también nos ofrece la conexión con el Cosmos y nos hace ciudadanos del Universo.

Si miras atentamente las estrellas y te dejas embargar por su belleza podrás ver el rostro de la Madre en su titilar y si buscas su aroma, la rosa lo esparce libremente al viento.

Que tu vida sea un poema. Que ese poema sea un canto de alabanza a la Madre Divina y su grandiosa manifestación. Lo deseo de corazón.

Con profundo amor,

Carmen Santiago