Kryon revela que la humanidad no transita sola este proceso evolutivo. Existen fuerzas benevolentes, inteligencias luminosas y civilizaciones galácticas que ya atravesaron su propio cambio de consciencia, y que ahora acompañan a la Tierra en su despertar. No se trata de una intervención externa que viole el libre albedrío humano, sino de una cooperación energética y amorosa, cuidadosamente orquestada desde planos más elevados.
Estas
ayudas se expresan a través de “cápsulas de tiempo”, dispositivos energéticos o
matrices de información que fueron colocadas en el planeta hace Eones, sabiendo
que algún día la humanidad alcanzaría la vibración adecuada para activarlas. No
son máquinas ni artefactos físicos, sino semillas de luz multidimensionales que
se abren cuando la consciencia colectiva alcanza cierta frecuencia. Al hacerlo,
liberan conocimiento, nuevas ideas, tecnologías y sobre todo impulsos de amor,
compasión y sabiduría.
Se
aclara que estas cápsulas no son promesas futuras, sino realidades activas en
el presente. Ya están abriéndose, influyendo en la ciencia, la espiritualidad y
el despertar interior de millones de personas. Son, en esencia, portales de
recuerdo, diseñados para asistir en la re-conexión con el origen galáctico de
la humanidad.
La
rejilla magnética del planeta, un entramado energético, se está ajustando para
permitir un pensamiento más elevado. Es como si el campo electromagnético de la
Tierra estuviera siendo afinado para sostener una nueva sinfonía de
consciencia.
Este
apoyo no sustituye la responsabilidad humana, sino que la potencia. Cada acto
de coherencia, cada pensamiento compasivo, actúa como un código de activación
para estas energías dormidas.
Las
cápsulas de tiempo simbolizan el compromiso cósmico con la evolución humana.
Representan el eco de civilizaciones que aman, recuerdan y esperan el
florecimiento de la Tierra como un nuevo faro de luz en la galaxia.
OTRO
El Cambio de Consciencia Planetario
Kryon describe este tiempo como un momento bisagra en la
historia de la humanidad, un umbral donde la vieja energía -basada en el miedo,
la separación y la confusión- se disuelve para dar paso a una nueva vibración
de claridad, amor y cooperación. Este proceso, llamado El Cambio, no es
exclusivo de la Tierra: ha sucedido en muchos otros mundos habitados de la
galaxia, como un patrón evolutivo universal de la consciencia.
Se subraya que la vida en la Tierra se manifestó tardíamente
en comparación con otros planetas, y por ello la humanidad está apenas
despertando a realidades que otras civilizaciones ya integraron hace Eones. El
Cambio representa la maduración espiritual de la especie humana, su paso de una
visión limitada -“en blanco y negro”- hacia una percepción expandida -“a todo
color”- donde lo divino, lo científico y lo humano comienzan a unirse.
No se trata de un evento externo, sino de una expansión
interna de la percepción y la comprensión, un salto en la capacidad de sentir,
pensar y crear desde niveles más elevados de consciencia. Kryon advierte que
esta transición puede generar confusión o resistencia, ya que lo nuevo exige
abandonar estructuras mentales y emocionales del pasado.
En esencia, el Cambio de Consciencia Planetario es la
alquimia colectiva del despertar humano: la humanidad está aprendiendo a verse
como una parte viva del universo, conectada con Gaia, con el campo de energía
universal y con todas las formas de vida. Es el paso de la supervivencia a la
co-creación consciente, del miedo a la maestría interior.
Este cambio no requiere esfuerzo heroico, sino apertura y
presencia. El trabajo es interno, silencioso, pero su impacto es cósmico.

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