Esta semana, el plenilunio de octubre activa la polaridad Libra–Aries, un eje esencial en la dinámica de las relaciones humanas. Esta Luna Llena, la primera superluna del año por su cercanía al perigeo —un 6.6% más grande y un 13% más brillante de lo habitual— resalta los desafíos y aprendizajes que surgen en nuestros vínculos, un tema característico del mes de Libra.
Los aspectos de Marte y el Nodo Norte con las luminarias intensifican esta tensión entre el yo (Aries) y el otro (Libra), impulsando procesos de crecimiento interior y de comprensión relacional. Es un momento propicio para
revisar el equilibrio entre la autenticidad personal y la búsqueda de armonía con quienes nos rodean.El
eje Sol–Luna, canal de conciencia y energía vital, pone de relieve la polaridad
entre cooperación y autoafirmación, entre el deseo de conexión y la fidelidad a
uno mismo. Esta Luna llena ilumina el camino hacia una integración más
consciente entre independencia y relación
Lo observamos en el gráfico que le corresponde:
Durante
este ciclo, la oposición entre las luminarias actúa como un eje que impulsa la
organización, la voluntad y la búsqueda de soluciones innovadoras frente a los
nuevos desafíos. Esta dinámica se ve potenciada por la figura cuadrangular
conocida como Model, que conecta a los planetas transpersonales (Urano, Neptuno
y Plutón) con Saturno y Mercurio. Juntos abren paso a nuevos escenarios y
favorecen el conflicto creativo necesario para manifestar y concretar ideas en
la realidad.
El
Model simboliza una forma estable y dinámica, un prototipo de integración entre
distintos planos de experiencia. En el enfoque Huber, se entiende como una
“maqueta” evolutiva, donde las tensiones internas se transforman en fuerza
modeladora de una nueva estructura de realidad.
Este
plenilunio encarna un arquetipo de reestructuración de la conciencia colectiva:
un tiempo para dar forma tangible a lo espiritual y traducir lo invisible en
pensamiento y acción coherente. Representa una fusión entre visión y realismo,
idealismo y disciplina, espíritu y materia.
Venus
y Júpiter cohesionan la estructura de aspectos uniendo la figura lineal de las
luminarias con el Model; su función es armonizar y expandir la energía,
permitiendo que las tensiones del plenilunio encuentren sentido, dirección y
expresión constructiva. Mientras Venus aporta equilibrio, sensibilidad y
relación, Júpiter amplía la visión y otorga confianza, integrando el
aprendizaje emocional del eje Sol–Luna con el propósito evolutivo del Model.
Palabra
clave Huber: Modelar la conciencia del alma en estructuras útiles para el
mundo.
Observa
en qué eje de casas o sectores de experiencia se activa este plenilunio, para
identificar las áreas de la vida que se dinamizan y en las que se concentrará
el proceso de conciencia y transformación.


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