Sarah Varcas
23 de diciembre 2014
Traducción: Fara González
El 2015 se caracteriza por una energía marcadamente diferente a la
‘norma’ de los tres años pasados. La cuadratura Urano/Plutón que
comenzó en el 2012 concluye en el 2015, habiéndose hecho presente
despiadadamente para muchos de nosotros. Las vidas se han puesto de
cabeza, las perspectivas han cambiado para siempre, las circunstancias se han reconfigurado
y ahora son irreconocibles. Hemos perdido cosas, personas y lugares sin los
cuales pensábamos que no podíamos vivir y descubrimos nuevas formas de ser que
pensábamos nunca serían posibles. Algunos lo han sentido más profundamente que
otros. Algunos en formas asombrosamente positivas.
Otras han enfrentado devastación. En términos muy básicos Urano es
cambio indetenible y abrupto y Plutón es poder destructor/creador. Cuando ambos
trabajan de conjunto podemos garantizar el shock y las sorpresas, al igual que
el renacimiento desde las cenizas de la destrucción y la posibilidad de una
nueva vida si nos enfrentamos al desafío y nos aferramos a remontar las olas
viendo hasta donde nos llevan hasta lograr finalmente un
descanso.
En la primera mitad del 2015 muchos descubrirán donde se encuentran
ahora después de muchos meses de lucha para mantener la cabeza fuera
del agua. ¡De nuevo tierra y luz para ver el terreno! Será tentador mirar
atrás a todo lo sucedido y reflexionar respecto a las circunstancias que
nos han permitido llegar hasta aquí. La reflexión está bien, pero
regodearse en la nostalgia o la melancolía por cosas pasadas debe evitarse
porque hay mucho que hacer. Lo que se ha ido se ha ido y
aunque estemos todavía involucrados en el proceso de ajuste, o la tristeza
y la sanación de las heridas pasadas, es importante que seamos conscientes de
lo que hacemos con nuestra atención, adonde permitimos que se enfoque y por
qué.
El futuro espera y el presente está pleno de potencial. Dedicar mucha energía
al pasado en formas que nos alejen de nuestra totalidad, es energía
desperdiciada en un momento en que no podemos dedicarnos a extravagancias.
El año próximo nos desafía a utilizar cada onza de energía
para mejorar nuestro despertar colectivo, no para amoldarnos de vuelta a un
estado de inconsciencia simplemente porque es lo más fácil.
Febrero tendrá una Luna Nueva importante el día 18 (GMT)
exactamente en la cúspide entre Acuario y Piscis. Es tanto una Luna Negra (la
segunda Luna Nueva en un mes solar) y una Súper Luna (aunque no la Súper Luna
más poderosa del año – debemos esperar hasta septiembre para eso). Habiendo
dedicado las últimas semanas a nivelar nuestro terreno ahora tenemos una
oportunidad para decidir lo que queremos hacer con este año. Es un momento
excelente para comprometernos con nuevos comienzos, debemos asegurar que
son lo suficientemente nuevos para ser merecedores de esta energía
especialmente poderosa.
Miren atrás a la Súper Luna del 10 de agosto del 2014 para encontrar las
semillas del momento actual. Los ajustes y cambios que se requerían entonces
comenzarán a dar frutos de aquí en adelante al punto en que nos hayamos
comprometido a encarnarlos como una parte viva de quienes somos, no solamente
una etiqueta para cuando nos sintamos lo suficientemente motivados para ser
diferentes durante un tiempo.
De aquí la necesidad de que los nuevos comienzos actuales sean
‘suficientemente buenos’ no simplemente una renovación de los compromisos
hechos en el pasado y nunca cumplidos. El cosmos nos pide una innovación
profundamente creativa en este punto. Si queremos realmente hacer
nuestra parte en la evolución de este planeta, el nacimiento de la Era de
Acuario, entonces aquí está nuestra oportunidad de hacernos presentes,
ocuparnos y avanzar, sin detenernos.
A mediados de marzo termina la cuadratura exacta Urano/Plutón antes que
esta alineación comience a disiparse a medida que avance el año. Se
ha escrito mucho sobre este aspecto en años pasados, se ha dicho casi todo.
Sin embargo, Júpiter añade su energía a la mezcla esta vez,
recordándonos que la actualización del yo y del espíritu exige total aceptación
tanto de los reinos materiales como no materiales. Debemos abrazarlo todo para ser
plenos. No hay necesidad de rechazar o desconectarse de un nivel de experiencia
en favor del otro.
Cualquier creencia que mantengamos todavía de que lo espiritual
equivale a algo especial, rarificado, súper sensible y psíquico será
muy cuestionado por esta alineación final de Urano y Plutón, porque ellos
exigen que reconozcamos que lo ‘espiritual’ es simplemente ser conscientes de
la totalidad: física, mental, emocional y espiritual. Ser espiritual es ser
total – pleno y sencillo.
Cuando despertemos a esta verdad de nosotros mismos, somos lo que somos:
una fuerza de la naturaleza, un punto de percepción, el universo despertando a
su propia presencia. Cuando podemos encarnar el espíritu en forma
material, anclar las verdades multidimensionales en nuestras vidas cotidianas,
reconocer el campo unificado de energía que nos conecta a todos y
re-comprometernos en cada momento a conocer estas verdades más profundamente, entonces
somos espirituales.
Y no tendremos necesidad de una etiqueta o identidad, reconocimiento o
alabanza por serlo, porque la vida en sí misma, que es todo lo que somos, no
necesita nada excepto seguir su propia naturaleza.
Un eclipse solar en el grado final del zodíaco un par de días después de
la cuadratura final Urano/Plutón deja claro, en caso que no lo
hayamos notado, que ha terminado algo ahora. Si seguimos aferrados a los
vestigios de quiénes éramos, a una vieja identidad que pensábamos que era la nuestra
para siempre, de amores y estilos de vida pasados, es tiempo que los
liberemos finalmente y sigamos adelante.
Un eclipse lunar en Libra el 4 de abril aborda el tema de las relaciones
y su papel como un espejo sostenido dentro de nuestro yo interno. Cómo
manejamos nuestra propia individualidad e independencia, cómo satisfacemos
nuestra necesidad de seguridad y reafirmación, cómo percibimos subjetivamente a
los demás, todo esto se realza ahora, así como una disposición
para reconocer la salud de nuestras relaciones clave como un reflejo
de nuestro propio bienestar interno, será recompensado con introspección y
revelación.
Cuando llegue mayo, el asteroide Juno entra en conjunción con
Júpiter simbolizando el matrimonio sagrado del divino masculino y femenino, la
unión de opuestos a través de la cual nace un tercer estado independiente de
estos. En este momento podemos tener una experiencia directa de lo que
significa ser totalmente nosotros mismos a la vez que nos sentimos
completamente uno con el otro. Podemos ofrecerle todo a las
relaciones a la vez que lo retenemos todo para nosotros mismos. Tales paradojas
se aclararán en la voluntad de abrazar una actitud de no un y/o – separados o
fusionados – sino una voluntad de ver más allá de ellos un estado de ser en el cual
podemos a la vez abrir nuestro pequeño yo al apropiarnos de nuestro Yo divino
sabiendo que nada puede disminuir este último.
Venus se estaciona retrógrado en el primer grado de Virgo el 25 de Julio
(GMT) y viaja retrógrado a través de Leo hasta el 6 de septiembre, regresando
finalmente a Virgo en octubre. Este es un ciclo de ‘casi pero todavía no’. La
diosa del amor nos recuerda que el amor por el yo es a la vez una orden divina
como una jugarreta del ego. El discernimiento entre los dos es vital y el paso
retrógrado de Venus a través de Leo ofrece la oportunidad de hacer exactamente
eso antes de acomodarnos en Virgo recordando que, para citar la Primera Carta
de Juan en el Nuevo Testamento: “primero fuimos amados”.
Venus en Virgo nos recuerda que el amor es nuestro estado natural, el
aliento que anima todas las cosas, y cualquier lucha que podamos tener para
aceptar o entender esto subraya una concepción errada respecto a su verdadera
naturaleza. Una concepción errada que debe aclararse a medida que el
año avanza. Al final del 2015 podremos saber más que nunca antes que el
amor está lejos de ser solamente los corazones y las flores, la dulzura y la
luz que percibíamos que sería, y en su lugar es una fuerza poderosa que puede
devolverle un estado de plenitud a las cosas más fracturadas y destruidas,
independientemente de lo que esto conlleve.
En septiembre Saturno se despide de Escorpio y se acomoda en Sagitario
durante los próximos dos años. Es tiempo de vivir las verdades que han
aflorado de toda esa búsqueda y exigencia del alma durante su viaje a
través de Escorpio en los tres años anteriores. A medida que Júpiter, regente
de Sagitario deja claro a final de la cuadratura Urano/Plutón en marzo que la
verdad es redundante si no se incorpora y honra en las pequeñeces de nuestra
cotidianeidad. Saturno en Sagitario nos recuerda que la
espiritualidad rarificada que exige condiciones especiales para existir no es
algo positivo en estos días.
Debemos ser capaces de vivir la verdad espiritual en medio de lo
mundano, no dedicar nuestros días a la espera de ese momento en que podamos ser
espirituales en otro lugar. Todas las nociones de ‘espiritual igual a especial’ serán repetidamente
cuestionadas por Saturno en los próximos dos años. Nuestra tarea es reconocer que lo
espiritual no es una etiqueta que nos define y nos identifica en la
muchedumbre, sino un hecho respecto a la existencia humana que cualquiera puede
elegir reconocer en cualquier momento.
Todos somos espíritu en tanto carne, mundanos en tanto especiales. La
mente egoica jugará con estas cosas haciendo de lo ‘espiritual’ un logro o una
designación de superioridad pero no es nada de eso. Simplemente es y nosotros
somos eso: espíritu hecho carne, humanos y divinos, cada momento del
día.
La llegada de Saturno a Sagitario está empaquetada entre un eclipse
solar en Virgo el 13 (GMT) y una súper luna y eclipse lunar en Aries el 28
(GMT), marcando a septiembre como un mes muy influyente.
El eclipse solar subraya las energías primarias que fluyen a través de
nosotros y la necesidad de su dominio, no suprimiéndolas o evitándolas sino
apropiándolas y aplicándolas con sabiduría y presencia. Si les permitimos que
reinen plenamente sin la aplicación de sabiduría podemos crear circunstancias
que afecten nuestras vidas, bloqueen el progreso o destruyan las propias cosas
que valoramos.
El reconocimiento de estas energías y hacernos uno con ellas,
reconociendo que podemos ser a la vez muy compasivos y ciegamente egoístas,
amantes de la paz y enojados, esperanzados y desesperados, nos empodera para
aceptar quienes somos para decidir ser tan auténticos y honestos como sea
posible.
Esto implica sabiduría y fortaleza, una voluntad para ser tanto
vulnerables como poderosos, seguros y muy conscientes de nuestra propia
insignificancia en este vasto universo llamado hogar.
Las energías de este mes nos desafían a estar lo más conscientes que sea
posible para que cuando llegue el eclipse lunar podamos consolidar lo que esto
significa en términos de nuestra vida diaria, reconociendo la necesidad
creciente de que más y más personas hagan lo necesario para que su esfuerzo
haga nacer la Era de Acuario sobre cuya cúspide ahora languidecemos.
El trimestre final del 2015 ve el advenimiento de la próxima alineación
principal para avanzar hacia la brecha dejada por la disolución de la
cuadratura Urano/Plutón a principios de año.
En este tiempo tenemos a Saturno en cuadratura con Neptuno, señalando la
fase final de un ciclo de 36 años que comenzó en 1989. Este aspecto
continuará a lo largo del 2016 pero primero hace una alineación exacta a fines
de noviembre. Aquí encontramos la tensión entre la verdad y el dogma, la
realidad y la ilusión, el compromiso y la irresponsabilidad, el aislamiento y
la unidad. Las creencias estarán bajo presión: ¿Podrán resistir estar
bajo escrutinio? ¿Podrán mantenerse ante la experiencia? ¿Son ciertas o
simplemente reconfortantes?
Durante el curso de esta alineación tendremos que enfrentar donde
somos más dogmáticos en nuestras vidas y aceptar claramente y con certeza lo
que queremos ser, de manera irrefutable y por tanto cierta.
En este momento del año estamos embarcándonos en un viaje de auto
descubrimiento. Podremos ver caer íconos y héroes, pero finalmente esto puede
devolvernos a nosotros mismos en el espacio de quietud de un corazón que conoce
la verdad tan profundamente que no es necesario ningún dogma ni argumento.
El Nodo Norte nos ayuda en nuestra búsqueda de la verdad a medida que
noviembre del 2015 ve como este cambia a Virgo durante los próximos 18 meses.
Por tanto así queda establecido el tema para el 2016 mientras este año llega a
su final: la verdad en todas sus formas, la naturaleza de la perfección y cuán
perfecto es cada momento realmente, independientemente de lo que pensemos o
sintamos al respecto.
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