Hermanos y hermanas después de transitar por los Tres Festivales Mayores del año Pascua de Resurrección, Wesak y Festival de la Humanidad, hemos ingresado en el signo de Cáncer.
Hemos recibido el potente influjo de las energías desde Shamballa, desde
Jerarquía y sobre todo el centro planetario al que pertenecemos Humanidad.
Entramos a una nueva etapa.
Se inicia la acción y se inicia con el lema del signo de cáncer que nos dice: “Construyo una casa iluminada y en ella
habito.” Parece una paradoja que, desde el Lenguaje del Cielo, el Mensaje de los Astros, se nos indique poner atención a nuestra casa para iluminarla y nosotros, la raza de los hombres, desde naciones poderosas y de gran tradición espiritual, estemos destruyendo la casa nación, las casas que son las ciudades, las casas de los habitantes y los cuerpos humanos, que son la única casa donde el humano puede vivir en el plano de las formas.¿Como responder a esta situación, los que nos llamamos Servidores de la
Humanidad, seres de buena voluntad, que buscamos responder a la esencia misma
de este Universo de Segundo Rayo, universo de amor y sabiduría, en el cual, por
Ley de Dios inserta en lo profundo de nuestros corazones, “Buscamos el mayor
bien para el mayor número”?
Estamos siendo llamados a pronunciarnos, a hacer, a trabajar para que el
dolor, la destrucción y la muerte innecesarias cesen, para ello es preciso que,
NO NOS PREGUNTEMOS MAS QUIEN TIENE RAZÓN. La pregunta adecuada es como hacemos
para abolir para siempre la guerra y todo lo que ella trae a la vida de los
humanos, sin importar de que lado estén en la pelea.
Un conflicto violento como es la guerra, se vuelve más agresivo y más
difícil de superar cuando más partes intervienen en él, nos enseña la ciencia.
Hace más de setenta años la Escuela de Derecho de la Universidad de
Harvard de Estados Unidos enseñó al mundo cómo, el conflicto cuando crece, se
vuelve destructivo para todos los seres de algún modo involucrados en el.
Siento en lo más profundo del corazón que nosotros, los humanos debemos
oponernos a resolver conflicto alguno por la guerra y buscar el inmediato
desarme de todas las naciones, empezando por el armamento nuclear.
Estamos en una encrucijada como seres humanos. De nuestra elección
depende el futuro de la Humanidad, ¿seguimos la locura de destrucción que es la
guerra en todas sus formas, y regresamos a la edad de piedra, en donde éramos
un poco más que animales o, reconocemos lo sagrado del alma de la humana y
decidimos vivir todos juntos cooperando para resolver los problemas que
tenemos?
Que el Cielo nos ilumine y podamos reconocer que el planeta entero es
nuestra casa y CONSTRUYAMOS NUESTRA CASA ILUMINADA EN LA BENDITA TIERRA.
Marta Paillet
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