La atención es el canal de la realidad.
Lo
que atiendes, crece.
Tu
atención no es pasiva: es un acto creativo. Allí donde posas tu conciencia, de
manera sostenida, estás alimentando algo -una posibilidad, una historia, un
estado interior.
Si tu atención es dispersa, tu energía se disipa. Si es enfocada, se vuelve transformadora.
Mucho
de lo que experimentas en tu vida no depende tanto de lo que sucede afuera,
sino de cómo se organiza tu atención en torno a eso.
Y
esa organización no es neutral: revela tus creencias, tus hábitos y tu nivel de
conciencia.
Hoy,
simplemente observa a qué le das atención.
¿A
lo que falta o a lo que ya está
¿A
lo que te sostiene o a lo que te limita?
¿A
lo que el alma anhela o a lo que el miedo repite?
Practicar
una atención consciente es como alinear una antena fina con la frecuencia de tu
verdad. Lo que parecía ruido, comienza a tener sentido. Y lo que parecía caos,
empieza a organizarse desde adentro.
Recuerda:
tu atención es el canal por donde la vida se expresa.
Bendiciones
Multiplicadas!
Fuente:
Escuela Claridad
No hay comentarios:
Publicar un comentario