El 1% es Visible y el 99% es Oculto. Hay una enseñanza poderosa que aparece en la ciencia Iniciática: lo que percibimos con nuestros sentidos es apenas el 1% de la realidad. El otro 99%, está velado a los ojos físicos, pero no a la conciencia. Es el mundo de lo invisible, de lo sutil, de lo esencial.
Imaginemos que nuestra vida cotidiana -las cosas que tocamos, vemos, analizamos, lo que llamamos “realidad objetiva”- es apenas la superficie de un océano inmenso.
Ese 1% es tangible, pero limitado. Mientras tanto, el 99% restante se encuentra bajo las aguas profundas de lo invisible, allí donde habitan las causas, las energías, los patrones y las leyes que verdaderamente gobiernan nuestra experiencia.Este 99% es el mundo de la Luz, una dimensión donde
residen las causas espirituales, el propósito, la sabiduría, la fuerza
creadora. En cambio, el 1% es el mundo de los efectos, el plano físico donde
esa Luz se expresa, pero ya reducida, comprimida, en forma de eventos,
circunstancias y materia.
Es por eso que enfocarse solo en lo que se ve -o
perciben nuestros sentidos- es vivir una realidad fragmentada. Por más que
intentemos controlar las situaciones externas, sin conexión con el 99% -el
campo de la intención, de la percepción expandida, de la energía detrás de la
forma- no estamos creando, solo estamos reaccionando. El sistema de creencias
(algoritmo) humano ha "invertido" la palanca, ha hecho del 1% el 99%
y del 99% el 1%... Maya.
Esto lo sabían los místicos, los chamanes, los
sabios de todas las tradiciones: lo esencial es invisible a los ojos, como
diría El Principito. Lo invisible sostiene lo visible. Lo sutil da forma a lo
denso. La causa antecede al efecto.
La invitación en el día de hoy, entonces, no es
negar el 1%, sino no quedarnos atrapados en él. Nuestra tarea espiritual es
ENFOCARNOS hoy en re-conectar con el 99%, cultivar una visión interna que vaya
más allá de las apariencias (ya que nada es lo que parece), y vivir en sintonía
con ese Campo invisible de significados, sincronicidades, energía, propósito y
amor. En resumen, todo se trata de Frecuencias.
Porque aunque el 1% parezca concreto, el verdadero
poder está en lo que no vemos, pero intuimos. En lo que no se muestra, pero
pulsa. En lo que no se mide, pero transforma. Y al abrir nuestra percepción, lo
invisible empieza a revelarse. Entonces comprendemos: no estamos separados de
la totalidad. Solo estábamos mirando desde una rendija. Ahora abrimos la
puerta... hacia una Realidad Más Allá de lo que Vemos.
Bendiciones Multiplicadas!
Fuente: Escuela Claridad
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