Por Cristina Laird
Ya estamos en la Luna
Nueva en Leo del año! Después de un mes marcado por el retorno a la moción
directa de Mercurio en Géminis, pero completando su periodo de post-sombra en
Cáncer y siguiendo en su camino a constelar la cuadratura Urano- Plutón que venimos
viviendo hace unos cuatro años, hemos visto una nueva guerra en
Israel-Palestina, aviones militares y de pasajeros (M17) bombardeados y todo
por este tema tan Canceriano ¿que es defender nuestras fronteras y
"hogar"? Tema que resuena en otras partes del mundo como todos bien
sabemos. Parece que no aprendemos, tirarnos bombas los unos a los otros
parece ser la única "no solución" a la que nos seguimos
aferrando y cada parte con sus bien estudiadas y sentidas excusas para no
sentarse a solucionarlo de una forma más diplomática y haciendo ejercicio de
nuestra "superioridad académica" con respecto al otro. ¿De qué nos
servirá progresar tanto científicamente y académicamente si después terminamos
recurriendo a las bombas?
Es muy bonito escribir
sobre las cualidades maternales de Cáncer, pero la realidad del pasaje de
Júpiter por este signo todo el año pasado hasta hace dos semanas, y ahora de
Mercurio en Cáncer (la voz del pueblo, nuestra tierra), pero en oposición a
Plutón (guerras de poder y muerte) y todo en cuadratura a Urano en Aries (lucha
por la liberación de lo que nos oprime) solo nos ha dejado con
muchas muertes, muchos ciclones e inundaciones, muchas guerras y más muertes.
La gran Cruz Cardinal de principio del año ciertamente nos está haciendo tomar
consciencia más que nunca del abuso de las clases dominantes, el hecho que los
ricos se hacen cada vez más ricos y los demás cada vez más pobres. Como también
de que el 80% del mundo está pobre y corrupto y que nadie parece saber cómo
solucionar esto.
Y ahora sin afán de sonar negativa, tenemos lo que debería ser esta maravillosa Luna Nueva en Leo que se forma en conjunción a un Júpiter (el gran benefactor) recién "entradito" en este signo. Pero desafortunadamente todo ello está en un "recién entradito" Marte en Escorpio, después de tirarse como 8 meses en Libra, que parecía mantener la cosa con un poco más de esfuerzos diplomáticos. Ahora las reuniones de los líderes con el afán de encontrar una solución pacífica, se encontrarán con la agregada tensión entre Leo (grandes egos) y Escorpio (venganza, revancha y muerte). La buena noticia es que Saturno a ya unos 17º de Escorpio, forma un gran trígono a Mercurio y Venus en Cáncer y Neptuno y Quirón en Piscis, lo que puede contrarrestar un poco la gran tensión de las cuadraturas, pero los grandes trígonos en signos de agua, pueden resultar un poco demasiado "aguados" en sus esfuerzos de encontrar una solución a estos conflictos. Venus en Cáncer que también valora el "hogar", la "tierra de nuestros ancestros", también opone Plutón en Capricornio para esta Lunación y por supuesto conecta con Urano por cuadratura.
¿Hay algo bueno en
todo esto? os preguntaréis, y por supuesto que sí. La maravilla de una Luna
Nueva en Leo, en conjunción a Júpiter, es sin duda, la posibilidad de lanzarnos
a expresar nuestra singularidad, la extraordinaria cualidad que nos hace
diferente a los demás, a pesar de pertenecer a un grupo determinado. Lo que
expresa tu nombre, tu psiquis y tu alma, completamente aparte de tu
acondicionamiento cultural y familiar, o las características propias
de "la tierra" en la que hayas nacido. Es aquí donde tenemos una
posibilidad de sobrevivir este torbellino nacionalista y/o cultural. ¿Quién soy
yo, además de haber nacido en esta tierra y pertenecer a esta familia, raza o
tribu particular?
Debo dejarme arrastrar
por las ideas de la tribu, aún en contra de lo que me dicta mi propio corazón?
El terreno nacionalista tiene más que ver con Cáncer, en Leo, queremos explorar
quien realmente somos, además de........ ¿Cuál es la misión de mi alma, si hay
alguna, que me lleve a separarme de lo que se espera de mi, en el lugar de
nacimiento?
Cuales son mis propias
ideologías? Debo ser cristiano, musulmán, judío, hindú, simplemente por que mis
ancestros lo fueron o porque es mi alma la que me lo pide? Ya sabemos que si
nos elevamos al terreno donde todas las almas se juntan, que algunos chamanes
llaman el Norte, los cristianos el Cielo, los griegos el Olimpo o el Submundo,
entonces esas diferencias se borronean y poco a poco dejan de existir. En
el "alma grande", cada niño que muere es el hijo de todos, cada mujer
que muere es la hermana, madre, hija de todos, cada hombre que muere es el
padre, hermano, marido de todos. Las diferencias religiosas, nacionales y
tribales parecen un lejano y triste recuerdo de una separación que en realidad
no existe.
Anoche acudí a un
evento creativo, que me recordó la verdadera importancia del mensaje Leo. En la
loca carrera de la creatividad, del conectar con aquello que nos hace únicos,
lo importante de esa sonrisa al final del proceso, cuando te das cuenta que eso
que ha salido de ti, por más imperfecto, por más incompleto, es parte de ti,
para explorar, para corregir y perfeccionar, para pulirlo, o simplemente para
compartir, para regalar, para obsequiar a los demás que pueden o no
beneficiarse de ello. El compartirlo es quizás la parte más satisfactoria,
cuando ves la reacción de los demás, sea cual sea. Hay una sonrisa en los
bailarines, cuando después de largas horas de ensayos y creatividad, lo regalan
en 2 minutos de actuación y te das cuenta que todo ese trabajo, luego en el
escenario se pasa muy rápido. Pero el trabajo y la dedicación han quedado
y las propuestas para hacerlo aún mejor la próxima vez, lo mejor del proceso.
Ese es el viaje LEO.
Usa las energías de
esta Luna Nueva, para conectar con tu corazón e investigar qué más tienes que
dar, que te ayude a sentirte orgulloso de ser quien eres y las posibilidades
que tienes. Por el contrario, no hagas nada, de lo cual luego te avergüences o
te arrepientas, mas tarde.
El arte no es sólo
bailar, pintar o tocar un instrumento, la vida es el pentagrama, las notas las
pones tú.
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