Por Dana Mrkich
Durante los últimos años estuvimos sintiendo
los efectos de frecuentes llamaradas solares. Energéticamente, se sentía como
si las llamaradas actuaran como ‘mensajeros’ de energía, enviando explosiones
de energía de alta vibración hacia la Tierra, activándonos y despejándonos
a medida que cambiábamos hacia nuevos niveles de nosotros mismos.
En estos días se siente como que las olas son
horizontales más que verticales. Es decir, en lugar de bajar desde arriba o
hacia fuera, se siente como si estuviesen a todo nuestro alrededor. A veces
hasta pueden sentirlas literalmente como una ola de energía, que puede
provocarles mareos o como si la tierra se moviera bajo sus pies. ¿Alguno de
ustedes ha sentido eso?
Si nos pusiésemos nuestros Anteojos de Energía,
veríamos que toda la Tierra está ahora pulsando y parece como
gelatina, a medida que estas olas cubren cada parte de ella, transformándolo,
despejándolo y activándolo todo. Todos los seres. Todos los aspectos
de la sociedad. Sip, podemos ver mucha suciedad, pero nada que no haya
estado ahí, escondido bajo la alfombra durante mucho tiempo. Mejor es que salga
a la superficie para que podamos barrerla.
En un momento pueden sentirse como parte de la
brigada de limpieza, mientras que al siguiente se sienten mejor enfocándose en
la creación de lo nuevo. En otros días es todo lo que pueden hacer para
mantenerse en su centro sin perder el equilibrio, queriendo saltar por la borda
de este barco que se bambolea. Se siente el bamboleo porque todo está en un
estado de flujo intenso. Todo es fluido, considerando que venimos de un
paradigma donde todo era muy, muy denso.
Vemos las situaciones alrededor del mundo y nos
desesperamos pensando que será así por mucho tiempo, pero las estamos juzgando
teniendo en cuenta cuánto les ha llevado desarrollarse y transformarse en el
pasado. Ahora nada es igual a cómo era antes. En sus propias vidas
pueden ver que ahora los problemas evolucionan en cuestión de horas o días
mientras que antes tomaba meses o años. Igualmente, hasta las situaciones
políticas más acaloradas están cambiando con mayor rapidez que las noticias
para mantenerse al tanto.
Es importante tener un ancla y usualmente yo diría que esa ancla es el centro dentro de ustedes, pero para muchos de nosotros se siente como si ese centro se estuviese moviendo y cambiando constantemente. ¿Quién soy yo hoy? ¿Quién seré mañana? Es la especulación de cualquiera, ¡es cómo se siente!
Es importante tener un ancla y usualmente yo diría que esa ancla es el centro dentro de ustedes, pero para muchos de nosotros se siente como si ese centro se estuviese moviendo y cambiando constantemente. ¿Quién soy yo hoy? ¿Quién seré mañana? Es la especulación de cualquiera, ¡es cómo se siente!
Así que si pueden, mantengan su centro como su
ancla – ya sea esto para ustedes su alma, su corazón, Dios, Diosa o algún otro
nombre – sepan sin embargo que de un día al otro su percepción, su sentido de
alerta y su experiencia de lo que ES su centro/alma/corazón/dios/diosa,
cambiará. Estamos en un estado de rápida expansión, y esto puede disparar
una crisis diaria de identidad, a menos que comencemos con la premisa de que:
nuestro sentido de identidad CAMBIARÁ muchas veces mientras nos expandimos. Es
un hecho cierto. A veces en múltiples ocasiones en un mes ¡o en una semana
últimamente!
El cambio tiene que ser nuestro nuevo mejor
amigo, si vamos a encontrar paz en nuestro bamboleo. ¿Cómo se sienten?
Traducción: Fara
González
© Dana Mrkich 2014. Se permite compartir este
artículo libremente a condición de que se acredite a la autora y se incluya la
URL www.danamrkich.com
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