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Las auroras boreales rojas
o “aurora de sangre” causan asombro e inspiran presagios. Son de siniestras y
espectaculares. ¿Cómo se originan?
Las auroras boreales rojas,
son un fenómeno científico real y espectacular, que está impregnado de
mitología.
Cierto día, un resplandor rojo en el cielo creció y se alargó, y el borde inferior se torció en una banda brillante contra la oscuridad.
Lentamente, se formó una
aurora boreal roja con colores que se ondularon y se rompieron y
reaparecieron en otros lugares.
Sus columnas rojas caían desde
arriba como sangre goteando del cielo. Las auroras boreales rojas habían hecho
su aparición, de una forma rara y espectacular, y les pusieron el sobrenombre
de “aurora de sangre”.
¿Qué es una aurora?
La aurora es una exhibición
de luz natural que ocurre en las regiones polares.
Son causadas por partículas
cargadas desde el espacio exterior, principalmente luego de una tormenta
solar que emite una eyección de masa coronal.
También conocidas como tormentas
geomagnéticas, catapultan por líneas de campo magnético hacia nuestra
atmósfera superior, donde chocan con átomos de oxígeno y nitrógeno para
producir luz.
Este proceso es impulsado por la
energía del sol, que viene como una corriente de partículas cargadas
llamado viento solar que interactúa con el campo magnético de la Tierra.
La aurora se ve con mayor frecuencia
como un color verde en un arco o una banda en el cielo, tal vez ondulando o
retorciéndose.
Para lograr un rojo brillante o los
legendarios violetas o carmesí, la aurora generalmente requiere más
energía y es mucho más rara.
Luz y atmósfera.
La luz de la aurora se
extiende cientos de kilómetros en la atmósfera.
La aurora boreal color verde se produce
más abajo en la atmósfera, a unos 100 kilómetros, mientras que la roja
se ve más alta, de 200 a 300 kilómetros.
Las imágenes de las auroras tomadas
desde la Estación Espacial Internacional muestran cortinas de
luz claras extendidas en un verde brillante que se desvanece en rojo y luego se
desvanece por completo.
La luz se produce en anillos
alrededor de los polos, cubriendo generalmente la latitud entre
aproximadamente 65 y 75 grados.
Cuando haya más energía proveniente
del viento solar para impulsar los procesos aurorales, la aurora
será más brillante y colorida.
Además, los anillos alrededor de los
polos se expanden y ensanchan, por lo que las auroras boreales se pueden ver
en latitudes más bajas y templadas.
Muy ocasionalmente, se pueden ver
incluso auroras boreales rojas en Europa central o en el centro de
Estados Unidos.
En estas ocasiones, es probable que
la aurora se vea roja en estas ubicaciones de latitud más baja.
Los espectadores mirarán hacia el
norte y verán la parte superior de la cortina auroral con la parte
inferior verde oscurecida por la superficie de la Tierra.
Muchos escritos históricos sobre las
auroras boreales rojas que se ven en latitudes templadas describen
cierta sensación de aprensión o ven la exhibición como un presagio o
advertencia, generalmente con un significado militar.
Esto puede deberse tanto a su color
como a la rareza de la vista.
El color rojo.
Al ser de color más rojo, las
auroras de latitudes más bajas a veces se confundían con fuego o se
consideraban que representaban sangre en el cielo.
La estructura de rayos a menudo
recordaba a las lanzas militares; los arcos y las curvas eran dragones
de fuego.
Se dice que las auroras boreales
rojas predijeron la muerte de Julio César (44 a. C.) y presagiaron la Guerra
Civil Estadounidense (1860), por lo que durante milenios la aparición
de una aurora roja se interpretó como un mal presagio.
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Son menos brillantes que las auroras
nocturnas y generalmente son de color rojo, al que el ojo
es menos sensible que el verde, por lo que solo se descubrió en la década de
1960 que las auroras también ocurren durante el día.
Las auroras boreales rojas de día,
son causadas por partículas cargadas del viento solar que entran a través
del embudo polar del campo magnético de la Tierra directamente
a la atmósfera.
No son catapultadas por las líneas
de campo de la misma manera que las partículas se aceleran hacia la atmósfera
en el lado nocturno, razón por la cual la pantalla de luz no es tan brillante.
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De cualquier manera, la
asociación con la sangre en el cielo y el sentido histórico de
presagio lo convierten en una apertura convincente para el thriller ártico.
Con información de NASA.
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