Canalización de Kryon a través de Lee Carroll
ante la Hermandad Femenina Lemuriana - 20 de octubre de 2021
Saludos, queridas damas, queridas chamanas: Yo Soy Kryon del Servicio Magnético.
Nuevamente estamos dando la canalización para la Hermandad Femenina, también concientes de que esta canalización particular es vista solo por mujeres. De modo que el tema es las mujeres, pero más que eso, esta va a ser casi una llamada metafórica a la acción; en un momento verán lo que quiero decir, a medida que voy delineando la historia.
La historia tiene que ver con la infancia. Tiene que ver con los niños en general, pero más aún, es sobre lo que las mujeres sienten como su razón de estar aquí. No todas las que escuchan han tenido hijos, queridas, y nosotros estamos bien concientes de eso. Pero esto también se relacionará con ustedes, porque mucho de lo que hablo es intuitivo o algo que saben. Pero yo me dirigiría a la mayoría de ustedes que han tenido hijos, y quiero llevarlas a esa experiencia del primer hijo, el comienzo mismo. Vengan conmigo a un viaje de recordación.
Yo estaba
allí, queridas. Yo sé quiénes son ustedes. Represento la energía del otro lado
del velo, que las ama sin medida, que sabe quiénes son, que sabe qué hay en su
akash; yo estaba allí. Oh, ese tiempo de espera; el niño estaba
allí, ustedes sabían que estaba allí, crecía dentro de ustedes, podían
sentirlo, sentir la excitación, la alegría. Y muchas de ustedes, al mirar atrás
ahora, dirían: “Para esto nací. Nací para traer niños a este planeta. Este es
mi legado. Para esto están las mujeres en el planeta, esto es lo que
hacen.” Podría ser polémico, otros a su alrededor podrían no estar
de acuerdo. Lo podrían decir suavemente, pero ustedes saben que tengo razón (se
ríe). Aquellas de ustedes que son madres saben que tengo razón; ustedes
existieron para los niños.
Y entonces
esto es sumamente importante para ustedes. La excitación del nacimiento
esperado. ¿Pueden recordarlo? Pueden haber tenido muchos después de ese, pero
ese es el primero. Había alguna aprehensión, pero ustedes sabían que venía, ¡no
hay absolutamente ninguna duda de que no podían detenerlo! Ustedes nacieron
para eso, está viniendo, está aquí. Y entonces llega. Hay un momento de
celebración; por supuesto, está el dolor, todo eso, que muchas de ustedes casi
no pueden recordar hoy, porque la alegría que siguió fue mucho más que un
momento de dolor.
Y luego
empieza a suceder algo interesante. Aunque cada una de ustedes nació con las
intuiciones para criar un hijo, todavía no conocen el proceso. Eso no
necesariamente está allí. Ahora bien, podrían discutir eso, diciendo, “Bueno,
está todo allí, los indígenas no tienen problemas para criar sus hijos,” o lo
que sea. Estamos hablando de una sociedad, una sociedad moderna con mucho más
que lo que cualquier indígena tenía en el planeta.
Y de pronto
hay muchas cosas para saber, ¿lo estoy haciendo bien? ¿Lo estoy haciendo mal?
Aquí está el niño. Lo primero que sucede es que hay un poco de miedo, ¿no es
así? El niño está en la otra habitación, ¿se podrá sofocar? ¿Estará bien?
¿Debiera quedarme con el niño? ¿El niño debiera quedarse conmigo? ¿Debiera
conseguir uno de esos monitores de alta tecnología, para poder oír al niño todo
el tiempo? ¡Porque siempre están preocupadas por él! Siempre están conectadas
con él. El primogénito. Esto es una vida, y ustedes son responsables. Total y
completamente responsables.
Después que
termina con mi leche – si fuiste por ese camino - ¿qué pasa? Y está esto, y
aquello, y qué dijo el doctor, qué no dijo, y están estos amigos, que dicen
esto o aquello, ¡y no necesariamente están de acuerdo! Y ustedes empiezan a
preocuparse por eso. Entonces hay un elemento de alegría, pero también una
aprehensión: ¿Lo estaré haciendo correctamente?
Muchas de
ustedes leyeron libros, por cierto. Esta es la mejor manera, esta es la manera
correcta. Y luego están aquellas que dijeron “No necesito leer un libro, solo
usaré mi intuición” y aun entonces, tal vez no es tan bueno. Porque hubo
ocasiones a lo largo del tiempo cuando podrían haber tropezado. Podrían decir,
“pude haber hecho esto, o aquello mejor” pero entonces el niño empieza a
crecer.
Y es tan
hermoso, y tan lindo, en esos primeros años. Y llega a los tres o cuatro años,
y entonces realmente dan mucho trabajo (se ríe). ¿Estoy haciéndolo bien?
¿Le estoy mostrando al niño lo que debiera mostrarle? ¿Y qué pasa con la
enseñanza religiosa? ¿Sí? ¿No? ¿Qué le digo? ¿Qué no le
digo? ¿Presto atención a lo que dicen o sigo mi propia intuición? A
cada paso hay decisiones que tomar, y puede que no tengas las respuestas correctas,
y eso te preocupa. ¿Lo hice bien hasta aquí?
Este es el
primer hijo, ¿recuerdas? El segundo, el tercero, ah, lo entendiste, ya lo
sabes. Yo estoy hablando del primero. Parece ser el más especial, de muchas
maneras. Lo tratas de manera muy especial, puede que exageres el asunto, cosa
que no haces con el segundo o el tercero en absoluto. Pero con este… estás
aprendiendo. Pero tienes esa intuición que dice, nací para esto, estoy aquí
para esto, es por esto que existo. A los tres años son difíciles, a los cuatro,
y a los quince es aún peor (se ríe). Pero lo haces.
Esta es la
metáfora del día para ustedes, mujeres. La metáfora es esta: pasen la página;
hay algo sucediendo, y ustedes están preñadas con una energía de chamanismo. Y
va a suceder; no pueden detenerlo. Lo pueden negar, lo pueden acallar, pero no
pueden detenerlo. Tal como el nacimiento. Y si les dijera, queridas mujeres de
la Hermandad Femenina, que ustedes nacieron para esto, ¿me creerían? Lo
hicieron; ustedes han puesto la bola a rodar, para algo que puede haber estado
preparándose por cientos de años hacia un pleno cumplimiento. Se están
plantando las semillas con la recordación akáshica, y ahora la energía está
allí, el Covid inicia todas las cosas que lo acompañan, incluyendo las
dificultades que hay.
Convoquen a
su intuición de sabiduría, la misma que para criar un hijo. ¿Lo estoy haciendo
bien? ¿Qué hago ahora con la familia? ¿Qué hago ahora con los demás? Es muy
diferente de lo que esperaban, no estaba allí antes, la energía llegó porque
llegó el Covid, ¿Ya están entendiendo la metáfora? ¿Están preocupadas por esto?
Sí. Ustedes asisten a las clases, algunas que están viniendo, tal vez, algunas
que están aquí, las ceremonias, siempre preguntando ¿yo fui lemuriana? Por
supuesto que sí. O llevaron la recordación akáshica de su linaje, que las
coloca allá de todos modos. ¿Lo están entendiendo? Esto no es lineal, haber
estado allí o no. Tú llevas lo akáshico, o no estarías mirando esto, o
escuchándolo. O escuchándolo más tarde. Es por eso que lo escuchas. Y a través
de todo esto, al ir creciendo, preguntas: ¿Qué viene ahora? ¿Lo estoy haciendo
bien? ¿Lo estoy haciendo mal? Creo que leeré algunos libros (se ríe). ¡Y
lo hacen!
Tienen
una maestra, que hace eco de la pureza de la Madre de las Estrellas. Y saldrán
de ella las instrucciones que van a necesitar luego para atravesar esta época.
Preñadas con una energía de su akash, para ser chamanas o para iniciar las
semillas del chamanismo femenino, para ir tan lejos como deseen, pero para
aprender cosas que tal vez solo se enseñaron en Lemuria. Es por eso que ella
está aquí. Y ella es la única, en este momento, que tiene esa pureza, para
darse a ustedes de esta forma. Ella es la única.
Puede que
ustedes tengan intuiciones de lo que podría haber sido, o lo podrían haber oído
en Lemuria. Eso es bueno. Pero Mele´ha es la maestra pura. Quiero que ustedes
recuerden esto, porque ella es aquella por la que no necesitan preocuparse.
Ella es la que les dará la información para que no tengan que leer libros o
hacerse preguntas. Ustedes permanecen adheridas a la fuente. Y de allí vendrán
cosas que ni siquiera ella espera, a medida que ella canaliza a la Madre de las
Estrellas y les trae lentamente fuera de esa preñez de información hacia ese
mundo real en que empiezan a tener un cambio compasivo de quienes las rodean,
debido a lo que ustedes saben y a lo que se les ha enseñado. Es una llamada a
la acción. A salir del miedo; a relajarse, entrar en su corazón y decir:
“Aprenderé lo que necesito saber, y eso resonará con todo lo que está en mi
akash, porque yo nací para esto” (se ríe).
Yo soy
Kryon, enamorado de todas ustedes.
Y así es.
Kryon
© Lee Carroll
Transcripción
y traducción: M. Cristina Cáffaro
http://traduccionesparaelcamino.blogspot.com.ar/
Sitio autorizado de Kryon por Lee Carroll www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
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