¿Qué significa “ser como la Luz”? Esta es una de las ideas y aspiraciones más fundamentales en la Kabbalah. Mi gran maestro y suegro, Rav Berg, solía bromear y decir que él era “la persona más egoísta del mundo”. ¿Por qué? Como él decía: “Porque sé que la única manera en que puedo recibir más Luz es compartiendo más y más con todos los demás; por lo tanto, me paso la vida compartiendo”. Y eso es precisamente lo que hizo (¡que es una razón clave por la que fue un líder tan grande!). Él
actuaba como la Luz e influía en miles, incluso millones, mientras disfrutaba del resplandor que creaba.Sin embargo, con demasiada
frecuencia nos aferramos a esa noción equivocada de que el liderazgo equivale,
de alguna manera, a estar al mando. Ejercer poder sobre los demás. Incluso
podríamos pensar que liderar nos proporcionará extras que mejoran nuestra
imagen, como respeto, mansiones y cosas deslumbrantes. Y desde luego, en
algunos casos, el liderazgo puede inspirar honores o incluso ganancias
monetarias, pero ese no es el alma o el espíritu del liderazgo EN ABSOLUTO.
Todo lo contrario, de hecho.
El auténtico liderazgo no
consiste en obtener cosas, ser reconocido o subir a un escenario. Consiste en
el servicio. Consiste en conectar. Elevar. E iluminar lo mejor de
los demás.
En otras palabras, el
verdadero liderazgo consiste en parecerse más a la luz… y a la luz más grande
(¡la Luz del Creador!).
Podemos entenderlo mejor al
explorar las cualidades de la luz desde una perspectiva científica. Además de
viajar a la increíble velocidad de 300 mil kilómetros por segundo, la luz
muestra algunas otras características fascinantes de las que podemos aprender
cuando nos disponemos a liderar el camino. He aquí algunas:
1) La luz comparte
generosamente.
La luz ni retiene ni
discrimina. No se detiene en medio de una habitación y decide NO iluminar esa
mesa. Si bien algunas superficies o colores pueden absorberla o reflejarla más
fácilmente, la luz brilla sobre todo indeteniblemente.
El gran liderazgo no elige
dónde o sobre quién iluminar. A veces se nos pide que guiemos durante desafíos.
O que orientemos a quienes intentan patalear o gritar (ya sea literalmente,
como en la crianza de los hijos, o en sentido figurado). A veces, un líder
tiene que salir de la sombra y brillar, a pesar de las circunstancias. Tanto el
Rav como mi suegra, Karen, se enfrentaron a grandes críticas cuando se
embarcaron por primera vez en su intento de llevar la Kabbalah al mundo. No
obstante, siguieron adelante (afortunadamente), y ahora todos tenemos acceso a
una gran sabiduría y Luz, ¡que continuará beneficiando al futuro!
2) La luz tiene una fuente
definitiva, pero también refleja y refracta.
La Luz siempre tiene una
fuente. Para ser un líder, necesitamos llegar a nuestra propia esencia,
conocernos primero a nosotros mismos. ¡Por eso son necesarios el
interés propio y el crecimiento personal! Tenemos que aumentar nuestra propia
potencia si queremos convertirnos en un faro para los demás, de cualquier
manera, grande o pequeña.
Y una vez que lo hacemos,
adquirimos la capacidad de producir un cambio en el mundo. Al igual que el Sol
ilumina a la Luna, un verdadero líder ayuda a los demás a brillar también. El
rabino Jonathan Sacks escribió que el liderazgo comienza con una disposición a
asumir responsabilidades. Esto significa defender lo que creemos que es
correcto y estar dispuestos a actuar como individuos y como parte de un todo.
Mira un cuadro puntillista, como uno de Georges Seurat, y observa cómo todos
los pequeños puntos crean la gestalt. Y cada punto forma parte de esa
totalidad.
Cuando la luz incide sobre una
superficie translúcida, como un prisma, puede curvarse, extenderse o
fragmentarse en los colores del arcoíris. Del mismo modo, un gran líder sabe
que todos estamos aprendiendo unos de otros en todo momento. A veces, se puede
obtener una gran sabiduría de aquellos a los que se lidera… o de los niños, los
animales o el mundo natural. Los distintos puntos de vista, al igual que los
prismas, aportan un espectro de color y textura a nuestra vida y pueden
ayudarnos a difundir esa luz única de formas nuevas. ¡Tan solo tenemos que
estar abiertos a ello!
3) La luz tiene más de una
identidad.
La luz es tanto una onda como
una partícula. Se puede medir por la longitud de onda y la luminosidad, pero
también se mide en unidades de energía electromagnética, o fotones.
Del mismo modo, los líderes
son tanto individuos únicos como parte de algo más grande. Los líderes
transformadores se sienten cómodos tanto en primera línea como en el centro de
atención. Esto se debe a que comprenden y reconocen profundamente la humanidad
que hay en cada persona. Ellos eligen conectarse con sus equipos de formas
significativas. Por ejemplo, se sabe que Warren Buffet comparte el mismo
sándwich y gaseosa de cereza con una clase de estudiantes embelesados que con
Bill Gates.
Un gran líder entiende que
todos somos componentes igualmente valiosos de la misma Luz. En este lugar, no
existe “mi Luz” o “tu Luz”. Tan solo existe el Uno, así que cuando tú brillas,
¡yo también brillo!
4) La luz es transformadora.
La luz cambia las cosas. Crea
calor. Ayuda a que crezcan hierbas, flores y árboles mediante la fotosíntesis.
La luz del Sol hace posible la vida en este planeta.
Así que, para ser más como la
luz, ¡apreciemos nuestra capacidad de transformación! Podemos expandirnos
conscientemente en cada momento de cada día. ¿Cómo? ¡Las posibilidades están en
todas partes! Podemos leer más. Viajar más. Estudiar a los líderes que
admiramos. Exigirnos a nosotros mismos de nuevas maneras (mira mi Desafío
de los 30 Días de Virgo para obtener sugerencias). La idea es estar
abiertos al crecimiento, que a su vez inspirará a otros a crecer también.
5) La influencia de la luz no
conoce límites.
En 2022, el telescopio Hubble
de la NASA descubrió la estrella más lejana encontrada hasta la fecha. Apodada
Eärendel, su luz tardó aproximadamente 28 MIL MILLONES de años en llegar a la
Tierra.
Aunque los eones son difíciles
de predecir, podemos afirmar con certeza que el alcance de un verdadero líder
no se detiene cuando se ha ido. Gran parte de nuestra experiencia está basada
en el liderazgo de los demás. Ya sea que se trate de una persona, un objeto,
una organización o un movimiento social arrollador, todo surgió de la acción de
alguien que dio un paso al frente para hacerlo realidad; alguien que
probablemente pensó no solo en el presente, sino también en los meses, años y
décadas por venir. Al igual que la vela que enciende otras diez velas, cada una
de las cuales podría encender diez más, nunca sabemos hasta dónde puede llegar
nuestro alcance.
¿En resumen? Para ser un
verdadero líder en cualquier área de tu vida, ya sea para una persona o para
diez millones, ¡practica conectarte con la Luz y emularla!
Porque, ¿quién sabe? Tal vez
un día, en algún lugar o momento lejano, alguien piense, diga o actúe de una
manera que haya sido tocada por tu influencia.
Y en ese momento, como una
estrella lejana que irradia a través del Universo, tú estarás allí con esa
persona.

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