Por KAI LUZ DE SIRIO
TUESDAY, 02 JUNE 2015
El portal 888 representa la energía del
retorno a la Matriz Divina, en la cual la energía femenina y masculina se
experimenta como un todo unificado.
Este es un estado de conciencia en el cual
ambas energías se funden la una con la otra en un estado de Gracia Divina y
Amor infinito. En ese estado la conciencia creadora se fortalece, pues ambos
principios apoyan el proceso creativo de cada uno. Mutuamente se respaldan en
ese estado de Unidad y esto abre paso a la manifestación plena de la conexión
con la Fuente, pues la unificación del principio femenino y masculino crea la
trascendencia de la consciencia de separación y permite que se viva la
integración desde la unión de la polaridad.
El retorno de la Matriz Divina a la
consciencia humana facilita el proceso de la trascendencia de la separación,
pues brinda la apertura hacia el entendimiento de lo que polaridad simboliza
dentro de la Unidad. Ya que esta no forma parte del estado de consciencia
llamado separación, sino que forma parte de la Matriz Divina creadora, en la
cual la Fuente se separa a sí misma para poder experimentar la existencia desde
esa polaridad llamada Femenina y Masculina. La polaridad forma parte del
proceso creativo y creador del Ser. Mientras que la dualidad habla de
antagónicos separados.
La integración de la Matriz Divina facilita el
entendimiento, a través del cual la separación, que se reconoce como la
percepción de desconexión de la Fuente; cede paso a la Polaridad o el
entendimiento de que el poder creativo es Femenino y Masculino y finalmente
este entendimiento facilita la integración del estado de consciencia llamado
Unidad: el entendimiento de que todo es UNO, todo surge de la Fuente, la cual
es la unificación de esa Polaridad Masculina y Femenina.
Ese estado de consciencia en el cual
la polaridad se manifiesta desde el entendimiento amoroso de ambos principios
(femenino y masculino) abre paso a la Trinidad, pues en la unificación de ambas
energías puedes danzar entre una y otra, ser las dos al mismo tiempo y crear.
La trinidad es la unificación de ambos principios y el nacimiento del principio
andrógino, la conexión con la Fuente.
El portal 888 abre la puerta de la
integración, en la cual se sostendrá a nivel planetario la impronta energética
para la sanación de las heridas emocionales que producen la falta de
integración interior.
A ese estado de Unificación y conexión
interior lo llamamos: Llama Gemela interior, el principio femenino y masculino
que habita dentro del corazón. La puerta para la conexión con la Fuente en cada
Ser, pues ahí es donde habita la
Polaridad Divina y donde se experimenta el retorno a la unidad.
Para ello la energía de apertura y sanación
que se abrirá en el portal 888 permitirá que la memoria karmica de separación y
dolor de disuelva, a través de la restitución de los principios creativos que
le corresponden a la energía femenina y a la energía masculina. Dentro del
proceso de creación, cada una sostiene un principio que permite que se produzca
la Danza Divina de la creación.
A la energía femenina le corresponde sostener
la receptividad. Su energía es el campo fértil donde se depositan las semillas
de la creación y por ello su esencia permanece alineada a la intuición, al Corazón
Divino. Es la energía Femenina el aspecto creador que sostiene la Matriz de la
Vida.
Por su parte la energía masculina sostiene el
impulso creador. Le corresponde abrir los espacios, produce el movimiento y por
ello su esencia permanece alineada al intelecto, la Mente Divina.
Cada ser humano porta en su interior ambas
energías y puede estar más polarizado hacia una u otra, independientemente de
su sexo físico.
A consecuencia de la caída de
consciencia en Atlántida y de la herida profunda que a nivel colectivo eso
género, ambas energías no solamente se separaron, sino que también se
desequilibraron experimentando una sensación de vacío y desconexión mutua. Así
como una sensación de rivalidad o antagonismo mutuo. Esta desconexión da inicio
al juego de la seducción, en el cual ambas energías tratan de dominarse la una
a la otra, en lugar de unificarse y cooperar para alcanzar la integridad.
Esa falta de conexión se vive
interna y externamente, pues en el proceso creativo de la vida muchos de
ustedes permanecen desalineados internamente, produciendo que la vida se
experimente como una lucha constante y una carga difícil de llevar.
En ese proceso de desconexión tanto la energía
femenina como la masculina ha intentado interpretar el rol que le corresponde
al otro. La energía masculina intenta tomar el rol receptivo y a consecuencia
de ello la abundancia no fluye, pues permanecer en receptividad desde lo
masculino implica una experiencia total de entrega intuitiva, sin embargo, la
energía masculina no es intuitiva, es activa, de manera que la receptividad se
vive como una constante incertidumbre y desconfianza en el Flujo Divino. ¡La
energía masculina cuestiona antes que entregarse! Confiar en la Divinidad
resulta complicado para la energía masculina en su intento por asumir el rol de
la energía femenina en el proceso de creación.
Por su parte, la energía femenina ha intentado
interpretar el rol activo e impulsor. Sin embargo, la actividad implica el
impulso mental y la energía femenina no es mental, es intuitiva, de manera que
el hecho de manifestar o actuar la creación se vive como una carga muy pesada,
dificultando poner en marcha las energías y los proyectos.
Este desequilibrio es interior. Los roles no
se viven desde el género o sexo biológico, sino desde el plano interior. Desde
la energía que pone en movimiento al Ser. Puedes ser hombre y estar viviendo
desde el desequilibrio del rol femenino o viceversa.
Al mismo tiempo a nivel planetario la impronta
de las llamadas “Llamas Gemelas” también se encuentra profundamente
desequilibrada, pues se vive la experiencia del Amor de pareja desde la
dependencia y el apego emocional.
Muchos de ustedes han vivido a la espera de la
llegada de ese amor completario, sin embargo, esa espera corresponde a la
conciencia de separación. Pues en el corazón las Llamas Gemelas jamás están
separadas, son parte la una de la otra. Vivir a la espera es vivir en
desconexión de sí mismo y del principio sagrado unificado que habita en el
interior.
Por su parte la memoria karmica de la caída de
consciencia en Atlántida, permanece en el Alma de cada uno de ustedes y de su
Llama Gemela. Para poder sanar y reconectarse primero hay que dejar ir.
Disolver el sentimiento interior de “necesidad” pues forma parte de la
separación. Aquello que está unido eternamente no se necesita para ser feliz,
pues simplemente ya lo ES.
El portal 888 liberará la energía de la matriz
divina de unificación y abrirá la puerta para la liberación del dolor de la
separación ante la apertura de la unificación. Todo ello bajo la guía de los 13
Pilares de la Consciencia y la Plantilla Solar de MU. Esta energía será
fisicamente anclanda en la Mamita
Putucusi, santuario sagrado en Perú.
En amor eterno e infinito SANAT
KUMARA
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