Por José L Stevens
http://www.thepowerpath.com
http://www.thepowerpath.com
Al igual que los aparatos electrónicos,
nosotros los humanos tenemos una gran necesidad de pulsar periódicamente el
botón de reseteo, especialmente durante estos tiempos de transformación.
Después de mucho uso, las máquinas electrónicas como las computadoras pueden
abrumarse con archivos abiertos de software, aplicaciones, fotos, correos
electrónicos, gráficos, calendarios y una gran gama de procesos que no solo
gravan la memoria sino que disminuyen la velocidad de operación. A veces el
gran enredijo hace que la computadora se bloquee y se niegue a hacer algo más,
y lo único que ustedes pueden hacer es apagarla y resetearla. Los
humanos no somos diferentes. Al final de un día muy largo nosotros también
podemos estar abrumados con todas las elecciones, decisiones y material en
nuestras pantallas mentales y emocionales y entonces nos apagamos. Una última
cosa puede ser la ‘gota que colme la copa’ y rompemos a llorar o simplemente
nos dejamos caer en un sillón inca
paces de recrear siquiera una sola pregunta o
pensamiento como, “¿qué quieres para la cena?” Si todo lo que pueden hacer es
babearse en este punto, entonces están listos para apagar y resetear mediante
un buen sueño nocturno. Recuerden que la otra forma de resetear la máquina
humana es a través del perdón, perdonándose a sí mismos y a los demás. Esta es
otra forma de decir que perdonamos nuestras deudas, nuestras preocupaciones,
nuestros temores, nuestras irritaciones, nuestras proyecciones y demás. Cuando
se perdonan las deudas, se reinicia el juego y podemos comenzar de
nuevo.
¿Cómo procedemos entonces después de
presionar el botón de reseteo al prepararnos para un nuevo comienzo?
Lamentablemente la forma típica que utiliza la mayoría de la gente es comenzar
a hacer exactamente lo mismo que los llevó a la última recarga abrumadora así
que se repite todo el enredijo. Esto ha venido sucediendo durante siglos y
sucede por una razón muy específica. Los humanos recibimos realmente alrededor
de 2 000 000 de bites de información por segundo a través de nuestros
órganos sensoriales. Nuestros intelectos son solamente capaces de
procesar alrededor de 2 000 unidades de información por segundo, sin
embargo todos estos 2 000 000 de bites tienen que ser clasificados,
por tanto se deben descartar 1 998 000 bites de información.
¿Cómo sabe el intelecto cuál información debe
retener y cuál debe descartar? Todo esto va a la memoria y entonces retiene la
información que puede reconocer y descarta cualquier información que no le sea
familiar y que no esté contenida en los bancos de memoria. Este es un sistema
basado en la supervivencia diseñado para mantener a salvo al organismo. El
problema es, que este no es un modelo de crecimiento. Así que
volvemos a hacer aquello con lo que estamos familiarizados aún cuando generalmente
nos lleve a consecuencias desastrosas. Debe existir otra forma y
afortunadamente existe.
Hay varios pasos en esta otra forma, algunos
de los cuales he mencionado antes. El primer paso es mantener un sentido de
neutralidad respecto a la nueva información y refrenar cualquier juicio
automático. Las reacciones emocionales fuertes a menudo ‘apagan’ la
información. Los prejuicios hacen esto: “Oh, él/ella es gay, negro, asiático,
mejicano, un musulmán (etc.), no lo voy a escuchar”. Hay otras reacciones
emocionales que son más sutiles pero tan efectivas como el ‘apagón’ del flujo
de información. “Oh, esta persona está diciendo cosas extrañas, así que no voy
a escucharla”. “Oh, estas pequeñas lucecitas no deben rodear a esa persona, así
que no voy a prestar atención”. ¿Entienden?
Hay un millón de formas mediante las cuales simplemente apagamos y nos
dirigimos a nuestra zona de seguridad y comodidad. Así que al volvernos más
neutrales, más compasivos, y más curiosos es una de las formas de procesar los
otros 1 980 000 bites de información.
El próximo paso después de resetear es ser
capaces de comenzar de una manera diferente. Una computadora comienza de la
misma forma cada vez, pero afortunadamente los humanos tenemos opciones, si
solo las aprovechamos. Aquí es donde entran las directivas pero
primero necesitamos abordar la naturaleza de los obstáculos que enfrentamos al
hacer las cosas de una manera diferente. El primero desafío es que los humanos
estamos entrenados para ser subordinados. Piensen en ello. Tenemos
cuerpos simios. Si van al zoológico y observan la isla de los monos verán que
de todos los monos, muy pocos son dominantes y la mayoría se restringe a
la subordinación, mayormente por parte de unos cuantos machos grandes. Nosotros
no somos diferentes. Históricamente hemos sido gobernados por los señores de la
guerra, jefes, monarcas, emperadores, reyes y reinas, jefes, gobernadores,
prelados religiosos y demás. Y cómo pueden ver, en su mayoría
masculinos. En otras palabras, hemos estado actuando como monos a lo largo de
la mayor parte de nuestra historia. Sin embargo, pueden haber notado que somos
más que monos. ¿Entonces por qué no actuamos en consecuencia? Simple, porque
tenemos miedo de que nos den una paliza, o peor. Algunos de nosotros
tenemos cicatrices que mostrar derivadas de no saltar y obedecer lo
suficientemente rápido. Somos el precio que pagamos por no ser socialmente
aceptables, normales, afables o sometidos al gobierno o a la religión. Existen
castigos pesados por no cumplir con las reglas y muchos hemos pagado el precio
durante muchas vidas.
De manera más insidiosa, se nos ha enseñado
que somos pecadores, indignos, personas malas que no tienen derecho a solicitar
o exigir nada y que debemos quedarnos callados y obedecer lo que nos dicen las
iglesias y gobiernos. Bajo este sistema jerárquico ni siquiera nuestros
pensamientos son libres porque el dios de alguien nos está vigilando. Por
supuesto no solo las religiones operan así, sino también los gobiernos que son
algunos de los culpables principales con sus sistemas de seguridad interna,
organizaciones espías y sistemas de control opresivo. Al echar un
vistazo a este planeta es fácil ver que ha existido poca libertad de ser a lo
largo de los siglos y aún hoy en día. Esta es la razón por la cual los Estados
Unidos fueron un concepto novedoso cuando se concibieron y establecieron
inicialmente. La gente viajaba en tropel desde todas partes del mundo a los
Estados Unidos solo para experimentar un poco de libertad de expresión. Sin
embargo esta libertad era tan aterradora para algunos que ellos comenzaron a
desmantelar sistemáticamente las libertades ofrecidas en la constitución y hoy
en día existe una verdadera amenaza de que los Estados Unidos ya no estén en
una trayectoria dirigida a mantenerse como un país libre.
¿Cuál es la alternativa? Solo hay una
alternativa realmente pero involucra una ruptura con nuestras tradicionales
formas simiescas. De hecho involucra herejía y sacrilegio los cuales
en el pasado hubieran llevado ciertamente a la hoguera o aún peor. Básicamente necesitamos jugar a
ser Dios. Necesitamos asumir la responsabilidad y hacernos cargo,
pero no de los demás, sino de nosotros mismos. ¿Qué significa esto? Esencialmente
necesitamos hacer la pregunta importante, ¿tenemos libre albedrío o no? Si no lo
tenemos entonces no hay más que hablar. Si creemos en una fuerza superior, una
fuente o un creador, significa que el creador puede intervenir en cualquier
momento y decidir lo que sucederá. Si este fuera el caso tendremos que hacer lo
que se nos dice porque estamos indefensos y no podemos hacer nada por nuestra
cuenta. Estamos a merced de poderes mayores y todo lo que podemos hacer es
implorar ayuda o volvernos realmente obedientes y hacer lo que se nos dice y
así quizás se nos otorgarán ciertos privilegios. Esto no parece ser muy divertido. No
en balde tanta de la historia pasada ha sido tan sombría porque eso es
exactamente lo que se nos ha enseñado. Sin embargo si tenemos libre albedrío
entonces podemos hacer lo que queremos y asumir las consecuencias. Eso
es lo que siempre han hecho los no creyentes y aunque a menudo han terminado en
el retrete, al menos se sintieron libres. Hay cierto poder en eso.
La otra alternativa radica en que ustedes
crean en un poder superior pero que también crean que tienen libre
albedrío. Esto significa esencialmente que el Espíritu o Dios no
puede interferir en su vida a menos que ustedes quieran. Este es un punto excepcionalmente importante. A menos que ustedes quieran. Lo
que esto significa es que a menos que ustedes dirijan al Espíritu para que
interceda, ninguna flota de santos ni de naves espaciales, o algún tipo grande
con una barba blanca, bata de baño y un carruaje va a aparecer para salvarlos
de las consecuencias en sus vidas. Piensen por un momento acerca de lo que esto
significa. Ustedes, sí pobrecitos ustedes, tienen que darle permiso al
Espíritu, decirle a Dios lo que ustedes quieren. Tienen que dirigir al Espíritu
como si fueran un director de película diciéndoles a los actores cómo ustedes
quieren que ellos actúen en una escena. Ustedes no se arrastran y no
imploran. Ustedes dicen, ustedes dirigen, ustedes exigen que así
sea. Ustedes asumen responsabilidad plena por lo que quieren que ocurra. No más
desear, no más esperar, no más pasividad, no más desesperación. ¿Qué es lo que
quieren que ocurra en su película de una vida? ¿Qué quieren para ustedes y para
los demás?
Entonces aquí hay dos versiones de la misma
cosa y ustedes deciden cuál es la que tiene el poder.
(Arrodillándose y tocando la cabeza con
el piso) Oh, perdóname Espíritu. Espero que quizás me estés escuchando
aunque no veo por qué tendrías que escucharme. He sido muy malo, he incumplido
las reglas una y otra vez. Soy tan pecador. Estoy sinceramente desesperado. No
se adonde dirigirme. Por favor, por favor, ¿me ayudarías hoy a encontrar algún
empleo? Prometo portarme bien de ahora en adelante. Y
por favor termina esta guerra en el extranjero para que mi hermano pueda
regresar sano y salvo. Etc.
(De pie) Hola Espíritu. Esta es Sheila
(o Max). Primeramente muchas gracias por mi vida. Gracias por soñarme. Yo
se que tu no interfieres con mi libre albedrío a menos que yo te lo diga, así
que eso es lo que estoy haciendo ahora, dirigiéndote para que intercedas en mi
vida, dándote permiso. Quiero que me ayudes, oriéntame hacia algún
empleo verdaderamente satisfactorio y reconfortante que le de plena expresión a
lo que yo soy. Te dirijo para que desates todas las energías poderosas y
poderes que tienes a tu disposición, que dirijas todo tu amor poderoso para
transformar las áreas en conflicto trayendo paz a toda la tierra. Envía a todos
tus aliados, las cuatro direcciones, los maestros ascendidos, los poderosos
espíritus de los animales y las plantas que trabajan para ti hacia esas gentes
que tienen la mayor necesidad de abrir sus corazones, de que tengan sentido
común, de que depongan las armas para que haya paz en la tierra y en todo el
mundo. Coloca una protección poderosa alrededor de mi hermano para
que pueda regresar a casa sano y salvo. Que así sea. Gracias. Yo se
que ya estás respondiendo a esta poderosa oración.
Así que ¿Cuál es la que les inspira a
ustedes? ¿Cuál les brinda el poder? ¿Cuál les brinda la responsabilidad y la
capacidad para crear un nuevo sueño? ¿Cuál los libera de la vergüenza y el
auto- desprecio? ¿Cuál les ganaría ciertamente la condena de los líderes
religiosos? ¿Cuál haría que pudieran resolver el problema con mayor rapidez?
Ustedes deciden.
¿Así que está bien decirle a Dios qué hacer? Seguramente. Así es como está diseñado este juego. Ustedes
se dan cuenta gradualmente que tienen el poder de hacer que las cosas ocurran,
no desde el ego sino desde un lugar compasivo. Ustedes comprenden que el
Espíritu los creó a partir de sí mismo y desde sí mismo. Ustedes comprenden que
se les otorgaron los poderes de moldear y dirigir el plano físico a través de
sus pensamientos e intenciones. Pero también comprenden que no
pueden hacer que suceda nada verdaderamente significativo a menos que ustedes
co-creen con el Espíritu. Entonces ustedes reclutan a los grandes
poderes para hacer del mundo un mejor lugar y lo hacen con autoridad. De hecho
mientras más autoridad ustedes puedan acopiar, funciona mejor porque
el Espíritu ha pasado mucho trabajo escuchando la ambivalencia o la reticencia. El
Espíritu quiere saber que ustedes están decididos y tienen la intención
absolutamente de lo que dicen. A eso se le llama darle permiso al Espíritu para
que interceda a través del libre albedrío de ustedes. ¿Tiene sentido para
ustedes?
Comprendo que esto es contrario a la mayoría
de las cosas que ustedes han aprendido sobre la relación apropiada con su
creador, pero pónganse solo un minuto en el lugar del creador. Imaginen
que ustedes son el creador y que han contratado a alguien para que les
construya una gran casa en un pedazo de tierra. Ustedes reciben una llamada de
este empleado y les dice, “Jefe, voy a necesitar un par de camiones para
transportar suministros y necesito algunos ayudantes para que hagan el trabajo
de carpintería y de los cimientos. Yo se que puedo confiar en que tu
me los conseguirás enseguida para que yo pueda comenzar”. Ustedes probablemente pensarían,
“Esta persona es competente. Yo les buscaré enseguida loque necesitan”. Y
si en lugar de esto ellos llamaran y dijeran “Ey, oye jefe, he cometido muchos
errores y perdido empleos antes. ¿Tú crees que pudieras conseguirme
un camión para transportar suministros y alguna gente que me ayude? Estoy algo
desesperado aquí y creo que tú podrías ayudarme”. Ustedes pensarían “¿Quién es este tipo? Quizas yo
deba contratar a otra persona”.
Ustedes son ese tipo contratado para hacer un
trabajo. El trabajo se llama despertar su divinidad después de actuar como un
mono durante mucho tiempo. ¿Cómo van a hacer el trabajo? ¿Van a asumir la
responsabilidad de terminarlo o van a sentirse indefensos, impotentes y
martirizados. Van a acelerar el paso y dirigir el trabajo o van a
esperar a que una flota de naves espaciales con maestros ascendidos a bordo los
saque de la cárcel y pague la fianza? Pueden quedarse esperando durante mucho,
mucho, mucho tiempo. De hecho se garantiza que no va a suceder
porque el trabajo requiere que lo hagan ustedes mismos con amigos.
Cuando ustedes deciden que la guerra terminó
y llaman a los poderes para hacer que eso suceda, ustedes influyen
poderosamente en todos los demás que están teniendo su propia experiencia con
respecto a esa misma cosa. A las mentes de ellos entra una pizca de
duda con respecto a la viabilidad de la guerra como una solución efectiva para
algo. Esa duda crece y comienza a reemplazarse con soluciones creativas
alternativas. De esta forma ustedes afectan a billones de personas
sin siquiera darse cuenta. Esto cambia el mundo con pequeñitos pasos
a la vez. Esto viene de un lugar dentro de ustedes. Ustedes
no tienen que realizar acciones que sean realmente de mayor resistencia que
cualquier otra cosa. Ustedes solo necesitan elegir lo que quieren y reclutar a
los grandes facilitadores con convicción. Conjuntamente con decenas
de miles de otros, el sueño cambia de rumbo, como debe ser en este
momento. Toda la avalancha comienza con un solo copo de nieve o un
solo grano de arena. Ustedes no tienen que pedirle permiso a los demás para
tener esta convicción ni tampoco necesitan andar por ahí buscando a quien
convertir al punto de vista de ustedes. De hecho no es necesario decírselo a
nadie. Cualquiera en cualquier momento puede apelar a los grandes poderes si
tiene el coraje de hacerlo y si sabe que es posible.
Aquí están los poderes que trabajan para el
Espíritu desde un entendimiento chamánico:
Las cuatro direcciones son cuatro
inteligencias altamente sofisticadas que gobiernan las leyes de la física en
los territorios particulares de ellas. Ellas lo hacen al servicio
del Espíritu. Todas las galaxias, las estrellas, los planetas y la Tierra y
todos sus habitantes viven dentro de la influencia de ellas. Estamos
dentro de ellas y ellas nos responden cuando les prestamos atención. ¿Quiénes lo sabían? Los chamanes del mundo.
Cada una de las plantas y animales son
medicinas poderosas que sostienen la vida en este planeta. Ellos
trabajan para el Espíritu y nos responden cuando les prestamos atención. Ellos
están deseosos de alistarse para apoyarnos y ayudarnos a través de nuestras
directivas y solicitudes.
Todos los elementos:
tierra, aire, fuego, agua, madera y metal y todas las estructuras cristalinas
tales como piedras semipreciosas y gemas preciosas son medicinas y trabajan
para el Espíritu. Son altamente inteligentes, tienen sus misiones, y están
deseosas de respondernos cuando les prestamos atención.
Adicionalmente hay millones de seres
inteligentes altamente evolucionados algunos con cuerpo y otros que han ido más
allá de las formas físicas. A ellos se les llama a veces maestros
ascendidos y maestros. Cada uno tiene su objetivo de servir al Espíritu y
gobiernan poderosas energías y recursos que están totalmente a disposición de
nuestra solicitud siempre y cuando nuestras directivas estén en resonancia con
el bien mayor. Ellos están a cargo de grandes reservorios de amor Divino.
Está la fuerza del Cristo, la energía de Dios
en acción a través de la forma material. Esta dondequiera y siempre
ha actuado a través de una frecuencia elevada que espera por cualquier humano
para que evolucione lo suficiente para reconocerla y utilizarla. Ese
tiempo es ahora.
Y la lista continúa. Solo comprendan que
adonde quiera que miremos, sintamos, palpemos, hay un poderoso apoyo para
nosotros desventurados humanos que fingen ser temporalmente estúpidos. Los
maravillosos equipos de apoyo que nos rodean saben quienes somos
realmente. Ellos saben que nosotros estamos jugando un juego, y que
detrás de los disfraces nosotros también somos seres altamente poderosos e
inteligentes, merecedores del mayor respeto y servicio. Por tanto ellos se ponen rápidamente en
acción cuando nosotros les decimos que es lo que necesitamos y lo que queremos.
Algunos de ellos responden a nuestra invitación sea como sea porque no está en
su naturaleza rehusar. Sin embargo, los más poderosos solo responden cuando
nuestras directivas están en línea con aquello que el Espíritu representa, el
amor. De esta forma nosotros no podemos meternos en muchos problemas,
tanto como aquellos en los que nos hemos metido ya. Es tiempo de enderezar
eso.
Bendiciones,
José
Traducción: Fara González López
Edición y Difusión: El Manantial del Caduceo
www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo
Edición y Difusión: El Manantial del Caduceo
www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo
No hay comentarios:
Publicar un comentario