por
cristinalaird
En este
interesante comienzo de año, lleno de resoluciones y energía, me encuentro
viajando y con poco tiempo para escribir, pero como todas las cosas, este
periodo de reencuentros y descubrimientos, está llegando a su fin y justo para
el eclipse vuelvo a mi rutina normal, que se añora después de la distracción.
La primera Luna
Nueva del año es un eclipse parcial de Sol a 15º de Capricornio pero justo en
el medio punto entre Saturno y Plutón como un augurio de la inminente
conjunción entre estos dos demandantes Dioses que ocurrirá en Enero del 2020.
Como si de una preparación se tratase, todos los temas que surjan los días
alrededor de Reyes, es decir los días 5-6 de Enero, nos describirán los temas a
trabajar en este año entrante, las
asignaturas pendientes, las conclusiones y
comienzos de viejos dilemas y nuevas propuestas respectivamente, que nos
inspiren a seguir, a investigar, a estructurar, a dejar ir, a disfrutar, a
trabajar, a vivir. La propuesta principal es de re-iniciar, de trabajo, de
compromiso. Si queremos una salida fácil, no la encontraremos para esta
lunación, la visión es de la responsabilidad personal en todo lo que pasa en
nuestras vidas. La versión víctima no nos sirve y necesitamos coraje y amor
para afrontar los nuevos desafíos. La buena noticia es que no estamos solos en
esta aventura, ya que cada uno de nosotros en nuestra propia modalidad se
encuentra en el mismo barco, remando hacia ese lugar donde se encuentra la
posibilidad de resolución, de inspiración, del encuentro con nosotros mismos
desde la honestidad y el regocijo.
Con el Nodo Sur
de la Luna en las cercanías de esta potente combinación planetaria, las voces
ancestrales se hacen escuchar, no para agobiarnos, sino para aclararnos,
explicarnos que somos parte de un engranaje más grande que nosotros mismos y
que llevamos lo que a veces parece un peso inmerecido, pero también la
explicación de muchos de nuestros dilemas, para tomar las riendas de nuestro Destino.
Plutón re-emerge una y otra vez desde nuestro inconsciente personal y
colectivo, a través de sentimientos, miedos, sueños, intuiciones y nos recuerda
que todo emana de algo anterior, de historias que aunque no son nuestras,
manchan o modelan nuestra historia personal y nos marcan el recorrido.
Marte y Kirón
siguen juntos en esa tensión con Mercurio y seguro que diremos cosas que nos
sorprenderán aún a nosotros mismos, por su intensidad, su oscuridad y sobre
todo por la necesidad de ser dichas para airear el ambiente, la relación,
nuestra discusión interna. Las cuadraturas nos confrontan con todo aquello que
proyectamos en los demás. Todo lo que le gritemos a otros, nos lo estamos
diciendo a nosotros mismos. La discusión es interna, aunque rebote en otra/o.
La actual cuadratura entre Júpiter en Sagitario y Neptuno en Piscis, pone más
leña en el fuego, ya que nos recuerda nuestros sueños no logrados, y aquellos
por los que aún debemos luchar. Siempre debe estar la esperanza, la inspiración
y por sobre todo la Fé, en que, sea quien sea nuestro Dios o Diosas, siempre
guardan nuestro camino, y nos apoyan a seguir, a volver a intentarlo.
Quizás el
regalo más grande de esta combinación en Capricornio, es la de la paciencia.
Este signo habla de planes a largo plazo, con caminos arduos y llenos de
fracasos y logros, pero por sobre todo, nos impregna de paciencia y la fé
necesaria para llegar a la meta. Ese sentimiento de que cueste lo que cueste
encontraremos lo que buscamos es la voz de este Mercurio en Capricornio que
lucha en contra de la impaciencia de Marte en Aries y le explica que debemos
cumplir todos los pasos, y no podemos saltarnos etapas. Cada una de ellas es
importante y llenas de la sabiduría que necesitamos para llegar al próximo
capítulo. Esto quiere decir que a menudo debemos completar trabajos que nos
gustaría abandonar.
Esta Luna
Nueva, que a su vez es un eclipse parcial de Sol, nos recuerda que lo más
emocionante de la Vida es poder vencer los desafíos y que ese sentimiento de
logro, es más emocionante, cuanto más duro fue el camino para llegar allí. Lo
difícil a menudo hace emerger nuestra fuerza interna, nuestra capacidad para no
ceder a lo fácil traicionándonos. Mantenernos fiel a ese sueño, a nuestro
talento, a esa voz que nos marca el camino, es el material de la felicidad, por
efímera que sea, pero con una fuerza contundente. La curación está al alcance
de la mano y el presagio de esta lunación es de calma después de la tormenta,
de aceptación y amor. Ya no podemos traicionarnos, sólo respetarnos y amarnos a
través del trabajo y el compasión.
A partir del 8
de Enero vuelvo al trabajo, y a compartir. Feliz comienzo del año para todos
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