Centro Holística Hayden

Escuela de Autoconocimiento personal y espiritual

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3 de enero de 2021

HAY QUE ESCOGER

Queridos todos estamos irradiados por la Luz del Solsticio que trae la promesa del nacimiento de la conciencia crística en la humanidad. Es un tiempo de luz, de alegrías y buenos deseos. Que esa luz nos acompañe en este nuevo recorrido.

Las dificultades vividas nos han unido a nivel electrónico como nunca antes. Y también nos han saturado de información. Esta saturación tiene el inconveniente de consumir tanto tiempo que se nos dificulta profundizar en tantos bellos conceptos de luz que nos llegan, y entonces, perdemos su verdadera esencia.

Es necesario escoger donde poner nuestra atención. No es escoger lo mejor porque no sabemos qué es lo mejor. Es escoger qué es lo que mas resuena en nuestro corazón y poner ahí todo nuestro empeño. Estoy convencida que se llega a lo divino quitando y no poniendo. Que se llega a lo divino cuando podemos penetrar en los espacios vacíos, en los silencios, en esas puertas que se abren cuando dejas de pensar. Y el exceso de información suele impedirlo.

Como discípulos hemos aprendido o estamos aprendiendo el valor de la austeridad. Pero ojo, hay que ser austeros también en el campo mental. ¡Cuántos pensamientos sobran, cuanta información repetida de distintas maneras ocupando espacios que ocultan lo divino, lo intangible, lo verdadero! ¡Cuántos nombres para el mismo principio universal!

La Divinidad ha dejado puertas a través de la cuales puedes llegar a Dios. Pero estas puertas no se encuentran en la mente, están en el corazón. La mente y su inteligencia te ayudan a llegar al corazón, pero no pueden hacer lo que solo el corazón sabe hacer. La mente divide para conocer, el corazón une para percibir. Y en esa unión se abre la puerta de la síntesis sagrada. La síntesis que, a diferencia de la unión, no tiene nada que unir porque ella es la esencia misma del Universo con la que está hecho todo lo creado. Un sabio dijo: “Dios es todo. La separación no existe, todo es Maya.”

Cuando hablo del corazón no hablo de las emociones, que son su contraparte mundana y suelen nublar nuestro entendimiento. El corazón percibe más allá de la mente y se llega a su divino templo aquietándola y silenciándola.

El libro de la Naturaleza está siempre abierto para ti como el regazo de una madre. Si mirando una flor puedes penetrar en su esencia, tocas lo divino. Si mirando el cielo te diluyes en su inmensidad tocas lo intangible. Si te conectas con una estrella, viajas en el espacio infinito.

Si queremos vivir desde el alma, tenemos que desarrollar su conciencia que no reconoce separación. Por eso la llamamos conciencia grupal. Te aseguro que al intelecto se le hace imposible. Puede enseñarte todos los elementos para que lo logres, puede aprender las lecciones de las sagradas escrituras, pero el paso a esa conciencia es exclusivo del corazón.

La mente funciona como una escalera que te permite llegar a donde sin ella no puedes llegar, pero una vez llegas, para dar el siguiente paso la tienes que soltar.  Si no eres capaz de soltarla ocurre el gran desastre; confundes la mente con el Alma.

Cuando percibes la vida desde la conciencia grupal tocas lo divino en ti que es lo divino en todos. Aparece otro idioma que no tiene palabras y las contiene a todas. Es un canto que se produce en el más intenso de los silencios.   

Por esto, entre tanta información que nos llega, tantos chats, tantos youtube, tantos whatsaap, hay que escoger. No se puede estar en todo sin correr el riesgo de creer que estamos haciendo mucho cuando sólo estamos dando vueltas en el mundo de la personalidad y la mente mientras el Espacio Infinito espera por nosotros. El Espacio que está en todas partes y no se ve.

Te invito a que pongas tu atención en el espacio entre los objetos que están al alcance de tu vista. Suéltate y busca percibirlo. Deja que tu mirada penetre en el Espacio. Es el Mahat. Es la divinidad, la primera emanación. Y escucha a tu corazón.

Que en este 2021 se abran las puertas que te conduce al encuentro con tu Cristo Interno para que puedas ver a Dios en todo lo que te rodea. Es mi más sincero deseo para todos ustedes, amados hermanos.

Carmen Santiago – fdnpcaracas@yahoo.es

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