K. Parvathi Kumar
El propósito de toda
esta Enseñanza es la evolución de las formas en las que estamos como almas.
Tenemos la responsabilidad de hacer que evolucione la forma que se ha acumulado
alrededor del alma. Se dice que el alma ha logrado su cometido cuando ha
transformado a su personalidad animal en una completamente humana, en la que lo
Divino coopera. Cuando lo Divino coopera con el ser humano, todo es posible
para el alma. Esa es la forma ideal que incluso los ángeles buscan.
No piensen que sólo los humanos buscan a la Divinidad, es decir, la Verdad. El Omnisciente, Omnipotente y Omnipresente, sólo puede ser experimentado por el Hijo de Dios. Nosotros tenemos el privilegio de ser Hijos de Dios aunque perdimos la memoria respecto a ello y nos convertimos en hijos de la mente. Poco a poco degeneramos en hijos de los animales, sirviendo a la personalidad todo el tiempo –los
requerimientos del cuerpo, los requerimientos del entorno. Para asegurarnos de que el Hijo de Dios sea instituido nuevamente, tenemos que domesticar a la naturaleza animal en nosotros, encontrar cada vez más la naturaleza humana en nosotros, alinearnos con las diversas inteligencias de la divinidad que prevalecen en nosotros. De este modo permaneceremos como humanos con conexión divina y seremos nuevamente Hijos de Dios.Todos los Hijos de
Dios han sido instrumentos del Plan de Dios. Hicieron la Voluntad de Dios,
recibieron el Conocimiento correspondiente y luego llevaron a cabo su
manifestación.
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