Cuántas veces hemos querido que los que amamos "vean" lo mismo que nosotros estamos viendo...
Debemos
aprender y entender que para Amar hay que dejar de "querer".
“Si no quiere
ver,
no le enciendas
la luz,
dañarás sus
ojos.
Si no quiere
escuchar,
no levantes la
voz,
lastimarás su
conciencia.
Si no quiere
caminar,
no proporciones
apoyo,
sangrarán sus
pasos.
Su despertar no
es tuyo,
es exclusivamente
suyo.
Si en algún
momento hiciste
de su dolor tu
dolor, suelta,
no te pertenece.
Sé amorosamente
egoísta,
silenciosamente
paciente,
amigablemente
distante.
No te pierdas
en ello.
Re-encuéntrate
y alégrate,
porque tú
sigues siendo tú.”
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