Por Susana Peralta
En la Era de No Más Secretos, estamos al tanto de todo lo que sucede en
el país y en el mundo. Todos los días pasa algo que nos conmueve, nos asombra,
nos alegra, nos indigna. Muchas cosas nos afectan directamente. Lo que ocurre
lejos terminará afectándonos tarde o temprano, porque estamos tan conectados
que lo que le pasa a uno nos pasa a todos.
¿Creció nuestro nivel de frustración alimentado por las noticias? ¿Cómo
liberamos esa frustración? ¿Cómo canalizamos esa energía positivamente? Porque
lo que importa es la forma en que reaccionamos. ¿Nos dejamos
manipular o
mantenemos nuestro equilibrio? ¿Nos ciega la ira y devolvemos odio por odio o
enviamos luz y armonía para que las cosas se resuelvan de la mejor manera? ¿Nos
obsesionamos con un tema o lo dejamos ir y nos centramos en los que realmente
nos apasiona, lo que nos alegra la vida? ¿Nos centramos en las carencias o
agradecemos lo que tenemos? ¿Reconocemos que la abundancia es algo más que el
dinero? ¿Damos sabiendo que lo que dejamos fluir vuelve multiplicado y cuanto
más damos más tenemos? ¿Nos aferramos a nuestras posesiones, incluidos los
afectos, por miedo a perderlos?
Quienes alguna vez tocamos fondo, los que pasamos por situaciones
terribles tanto afectivas como financieras, los que conocimos el desarraigo, el
desamparo, la indiferencia de los demás, sabemos que todo es pasajero. Parece
eterno mientras se vive, pero luego pasa y hecha la experiencia, en cierta
forma quedamos inmunizados. Les toca a otros pasar las penurias que pasamos y
hacer su propio aprendizaje.
Nuestra tarea, entonces, es tender la mano, abrir la puerta de la
esperanza e irradiar la sabiduría que nos trajo todo ese dolor que
experimentamos. Agradezcamos lo que tenemos y todos los sinsabores que nos
tocaron porque crecimos. Tengamos fe en nosotros mismos y en esos seres que nos
acompañan desde otras dimensiones, dispuestos a ayudarnos si lo pedimos.
Mandemos nuestros momentos de felicidad a la Rejilla de Luz que se está formando
alrededor del planeta y tomemos luz de ella cuando la necesitemos.
Namasté
No hay comentarios:
Publicar un comentario