…El
descubrimiento y la superación de los males que afligen al hombre y al mundo,
vale decir, su liberación, es ciertamente posible, realizable para cuantos
sienten inquietud y quieren avanzar hacia la verdad. Este descubrimiento y esta
superación resulta espontáneamente del conocimiento de uno mismo. La paz y la
felicidad, la libertad del hombre y de los pueblos, aunque nada tienen que ver
con la paz y la felicidad que concibe nuestra conciencia sensorial, en manera
alguna pertenecen al reino de la utopía.
…Sin
conocerse a sí mismo, no hay posibilidad real de investigar en qué consiste lo
verdadero, ni es posible tampoco discernir el justo valor y significación de
todas las cosas. Si uno no se conoce a sí mismo, no puede ir más allá de las
ilusiones proyectadas por la propia mente, que es factor de constante
perturbación, y crea los lazos y las complicaciones que esclavizan al hombre.
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