por Barbara Marciniak.
Transmisiones galácticas muy intensas abrirán las puertas de la mente inconsciente y liberarán poderosas emociones antiguas. Utilicen esta energía galáctica para estructurar de manera creativa su pensamiento. Hasta qué punto se aprecian de verdad como persona que establece su valor y su autoestima. Cada vez que se sienten bien con ustedes mismos, ganan valor. Pueden afirmar que su cuerpo es digno de confianza. Cuanto más se quieren a ustedes mismos, mejor realizan lo que están haciendo, ya que quererse a uno mismo muestra el núcleo de la creencia que se tiene con respecto a la propia persona.
Pueden aprender a confiar en ustedes y a seguir sus impulsos, observando las sincronicidades y honrando sus sentimientos y corazonadas. Y si no saben cómo se deberían sentir, se están perdiendo un apartado muy importante para actuar en este juego. Los sentimientos se activan en el momento que se dan permiso y, entonces, cuando se abstienen de juzgar, disfrutan la fuente del sentimiento emergente. Si tienen miedo a que se desborden los sentimientos y a perder el control, suelten ese miedo reconociendo que sus emociones sirven a un importante propósito y después liberen el apego.
Sus sentimientos son muy valiosos a la hora de evaluar la realidad, al mismo tiempo que les ayudan a saber en qué punto están con respecto a la aceptación de la responsabilidad de su creación. Si no reconocen cómo se sienten verdaderamente, porque bloquean y niegan sus sentimientos, entonces proyectarán a otros a nivel subconsciente aquello que no quieren aceptar de ustedes. Realmente, no es una tarea fácil reclamar algo suyo que ni siquiera reconocen que, en este caso, es algo almacenado en lo más profundo de su mente subconsciente. Pueden entenderse a ustedes mismos cuando observan lo que están creando en su propia vida. Aunque todo esto constituye un terreno resbaladizo, si trabajan y persiguen sus objetivos con el corazón y la mente abiertos y una intención clara, no existe razón terrenal que les impida desentrañar los misterios de su mente cultivando lo mejor de las realidades.
La inteligencia emocional es un añadido rico y valioso en la realidad física y es la clave determinante para un desarrollo espiritual. Ábranse para explorar sus emociones y asumir el riesgo dando la bienvenida a cualquier sentimiento profundo y a cualquier memoria que podrían haber disociado o encasillado o escondido. Hace falta una enorme cantidad de energía para mantener bloqueadas las memorias emocionales. Todo su ser está repleto de memorias de eventos, tiempos y lugares que no han hecho más que vislumbrar. Han sido entrenados para ver sólo aquello que esperan ver y desechar todo lo que no tiene cabida en sus creencias. Conforme va aumentando la presión de la energía acelerada, tendrán que hacer un hueco y prescindir de los “despojos” que llevan dentro (las emociones no elaboradas y antiguas vibraciones de temor que están almacenadas dentro y entre sus células, átomos, huesos, músculos, tejidos, órganos y ADN). Cada parte de su cuerpo está repleta de memorias. Visualícense siendo flexibles, organizados, espaciosos, claros, fluyendo con la energía acelerada y moviéndose con facilidad por su cuerpo físico, para mejorar, a su vez, sus vidas.
Aunque parezca que la realidad esté a veces colocando un obstáculo en su camino, esa manera de pensar surge siempre que se atascan en un concepto limitante de ustedes mismos. Las creencias limitantes, con frecuencia, irán acompañadas de sensaciones de frustración. La humanidad todavía tiene que entender verdaderamente la aceptación de los efectos dañinos de las creencias inútiles y sin valor con respecto al cuerpo físico. Cada vez que se sienten retados por la vida (dinero, sexo, salud, trabajo, relaciones personales o creencias religiosas) normalmente todo se resume al final en cómo manejan su energía. En las áreas en las que luchan y en las que aparece la ansiedad, el enfado, la frustración y donde cosechan resultados pobres, aparecen creencias negativas con respecto a ustedes mismos y su manera de pensar no actúa en su favor. A veces, sus creencias con respecto a asuntos importantes en su vida la gobiernan entre bambalinas y ésas son precisamente las áreas que hay que investigar, examinar y liberar. Sentimientos de vergüenza dañan su cuerpo, ya que actúan como termitas que se comen la estructura del edificio. Si simplemente reconocen la existencia de un tema espinoso, los bloqueos y muros se van soltando para permitir que fluya más energía en su cuerpo.
No hace falta que dispongan de antemano de todas las soluciones (estén dispuestos a prestar atención y tomen nota). Observen los patrones y pregúntense a ustedes mismos: ¿A qué cosas está ligado el tema en cuestión? ¿Qué oportunidades y propósitos me están esperando si observo este asunto bajo otra óptica? Con una actitud abierta y positiva, la energía galáctica fluirá en su cuerpo y entonces podrán sentir el impulso de buscar un trabajo físico o un masaje, escribir una nota en una revista o anotar cosas en un diario; también puede que tengan ganas de dar un paseo en solitario por el bosque o llorar un rato. Las lágrimas sanas eliminan los obstáculos que bloquean su memoria y pueden abrir un camino para liberar lo que están reteniendo en el interior. Siempre y cuando lloren sin sentirse víctimas y no se limiten al “pobrecito yo”, sus lágrimas pueden ofrecer un bálsamo que surge del corazón con el valor de palpar puro sentimiento.
Para recuperar el poder y usar conscientemente la energía de la fuerza vital cósmica, deben reconocer que sus miedos contribuyen regularmente al estado global de la polución emocional. Puede parecer que una fuerza externa les esté tiranizando; sin embargo, sus señales internas deben hacer patente esa solicitud al éter para que creen la experiencia. El miedo tiene una frecuencia energética fácilmente reconocible y que se siente tan claramente como la frecuencia del amor. Puede que piensen que nadie desea el miedo, pero si consideran cuánta atención y consideración producen las frecuencias del miedo, tal vez puedan ver por qué parece que es esta versión del mundo la que la mayoría de los humanos crea. Los miedos colectivos van mucho más allá de las amenazas de guerra y de déspotas tiránicos; por el contrario, están asentados en un sentimiento profundamente enraizado: el miedo de ser un ser poderoso.
Su mayor prueba consiste en que el cuerpo supere el miedo. Cuando el centro del miedo se activa continuamente y se convierte en un hábito, la mente no puede pensar claramente y el pensamiento racional se queda paralizado. Proyecta sensaciones de miedo cuando no hay un peligro inminente, distorsiona el sentido de integridad del cuerpo y crea un estado interno de caos; asimismo, envía ese miedo a la conciencia colectiva y a todo el mundo en general. Su sistema natural e inteligente de recolección de datos del cuerpo trabaja a gran velocidad y en excelente colaboración con sus actitudes y expectativas. Cuando cambian de actitud, sin duda alguna cambian su experiencia. Millones de células ayudan y evalúan sin cesar una miríada de elecciones que han tomado para ir al encuentro de sus deseos. En cada momento, su cuerpo procesa gran cantidad de datos muy sofisticados relacionados con el pasado, el presente y el futuro. Deben aprender a prestar mucha atención a las señales que envían y a darse cuenta y examinar cómo se sienten con lo que están creando y con lo que se encuentran. Reconocer sus sentimientos les puede llevar a una mayor autorrealización porque los sentimientos siempre son la clave para descifrar sus creencias. Recuerden que los sentimientos remiten a las creencias, de modo que deberían buscar los sentimientos sintiéndolos verdaderamente. Una vez que hayan identificado la creencia que hay detrás, reconozcan el papel de esta creencia y luego libérenla, y remplácenla por una visión que les aporte más poder.
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