Sabiduría Pleyadiana - Empoderamiento y Ascensión

por Barbara Marciniak. 

Deben aprender a buscar la armonía y el propósito que hay detrás del majestuoso e impecable orden de la existencia.

Siempre hay una multitud de probabilidades favorables donde elegir. Por favor, tengan en cuenta ese potencial y no se fijen en las preocupaciones. Preocuparse es una auténtica pérdida de energía en cualquier situación. La preocupación crea una vibración distorsionada en su campo y les quita energía. ¿Y cómo evitan la preocupación? Tienen que averiguar sus creencias respecto a qué les preocupa.

Liberen su necesidad de estar al mando y tener que controlarlo todo. Reemplacen la preocupación por una declaración que afirme su elección de seguridad, comodidad y paz mental. Aprendan más sobre ustedes mismos y presten atención a cómo manejan la energía. Dense cuenta de las cosas que ya no sirven y reconozcan cómo su murmullo interior se convierte en la película con la que se encuentran en el mundo exterior.

Al agudizarse su percepción, tienen que prestar atención para observar y aprender lo que se enseña. Seleccionen cuidadosamente sus palabras y pensamientos, ya que la claridad del propósito les asistirá a la hora de comprender cómo crean su realidad. Su relación con la naturaleza también es de esencial importancia en el proceso de transformación. Pasen más tiempo en la naturaleza; paseen y permitan que su atención se mueva como las hierbas con el viento. Los árboles y las flores sienten lo que piensan y, cumpliendo con su propósito, armonizarán de inmediato sus energías con las suyas, produciendo una serie de vibraciones especiales, olores, formas, colores y sonidos (las energías más apropiadas en ese momento para que mantengan su armonía y su equilibrio). Cuando están en comunión con la naturaleza, están intercambiando continuamente energías internas y externas. Las plantas desprenden oxígeno y ustedes desprenden dióxido de carbono (están sostenidos por una relación perfecta de toma y daca).

Tienen que aprender a buscar la armonía y el propósito que hay detrás del majestuoso e impecable orden de la existencia. Si están en una situación incómoda, carente de armonía y propósito, entonces deben buscar con sinceridad qué pasa con sus sentimientos, deben seguir el hilo hasta el origen, el concepto principal o la creencia a la que están apegados y que crea esos resultados. Los sentimientos cambian al igual que el tiempo.

Pregúntense lo que el mundo exterior les quiere revelar. También consideren lo que se están mostrando a ustedes mismos al crear esa realidad que les imbuye. Dejen pasar los conflictos de personalidad y busquen una visión más amplia; busquen los patrones y el mensaje más importante. Descubran la enseñanza. Confíen en que hay una enseñanza y un propósito. Confíen en que pueden crear lo que les apetezca dentro y fuera del tiempo. Aunque conocerse a uno mismo puede ser a veces el viaje más intenso que hayan hecho, tienen que aprender a cultivar un deseo profundo de conocerse a ustedes mismos como no lo han conseguido nunca antes. Vivir en la Tierra en estos momentos tan intensos es tanto un extraordinario reto como un noble cometido para todos aquellos que están involucrados. Parece ser que la gente está haciendo lo mejor que sabe para transformar su vida. Comprender el proceso en el que están imbuidos les abre para sostener la existencia que, dicho sea de paso, les sustenta completa, total y graciosamente si les interesa mirar. Nosotros confiamos en que van a prestar más atención a las realidades no publicadas y que pueden construir una vida plenamente significativa como una posibilidad alternativa.

Son pioneros, y los pioneros, por regla general, se atreven a explorar lugares donde no ha ido nadie hasta entonces, de modo que tienen que tomar la decisión de confiar en ustedes mismos y creer en una existencia segura. Energeticen el campo que les rodea con su clara intención. Sean conscientes y bajen el nivel de actividad, y cuando se quejen y estén cansados, siéntense y descansen, dejen de criticar y de quejarse. La culpa es el resultado de una conducta manipuladora. El enfado y la culpa implican una actitud de victimismo que, con frecuencia, refleja una falla de responsabilidad de asumir las propias decisiones, además de una falla de comprensión de las muchas capas de propósito y significado que duermen soterradamente en cada evento, ya sea de naturaleza personal o de alcance global. En muchos casos, el enfado surge cuando tienen la sensación de estar entre la espada y la pared y conciben tan sólo una interpretación de lo que está pasando. Recuerden que a veces las oportunidades se disfrazan de pérdida. No importa que piensen lo que tienen que hacer, ya que siempre existe una opción para solucionar el problema de forma armoniosa. Dejen de apilar demasiadas cosas y que se desvanezca lo que tienen que dejar atrás. Incluso, si es necesario, márchense. Cuando culpan a las circunstancias externas a ustedes mismos, están perdiendo una ola de conciencia, ya que, en realidad, son ustedes los que atraen la situación. Siempre que utilizan excusas, no participan en la jugada. La naturaleza de la existencia es amable y significativa y, como diseñadores de la realidad, deben preguntarse por qué diseñan aquello que hacen. Presten atención al momento y cómo utilizan sus pensamientos y sus palabras para crear su entorno exterior. ¿Realmente están convencidos de lo que están diciendo? ¿Son conscientes de lo que dicen? Es esencial aprehender ese nivel de conciencia, ya que las oportunidades se van expandiendo hacia nuevos territorios de inteligencia para ofrecer unos resultados fantásticos para una vida sana y con sentido. Para sanar y cambiar su mundo, tienen que estar dispuestos a conocer unas cuantas verdades muy duras. Es su suerte y les permitirá ser libres para investigar quienes son y cuál es su lugar en la existencia. Son libres para saber y para cambiar, mientras nosotros observamos y esperamos pacientemente, animándoles y aguardando todo el tiempo para ver lo que harán para salir airosos de todo esto. Por ahora, intenten estrechar su mente hasta el campo de frecuencias en el que jugamos nosotros. Es más importante de lo que piensan.