La mayoría de los sistemas que
tratan de la evolución; cuando se refieren a la consciencia, quieren decir
realmente "la atención". Tendría mucho valor examinar durante un
momento lo que queremos decir con las diversas formas de atención y el lugar
que la atención tendrá en nuestro trabajo, antes de definir la palabra
"consciencia".
La atención ordinaria está concentrada
involuntariamente en objetos o ideas específicas, está atraída hacia un lado u
otro por lo que llamamos la "llamarada" y el "brillo", como
en el camino principal de una feria. La atención superior está desenfocada de
objetos específicos de la atención; y está extendida sobre un campo de visión
ancho, mediante el método de lo que se llama la "difusión".
Es importante entender que la
atención no es una actividad mental, aunque la mente puede ser atraída
automáticamente a la atención. La mente, tiende a involucrarse en cualquier actividad
con poca discreción;, y puede ser atraída involuntariamente a muchas
actividades, por puro aburrimiento. La atención tiene su fuente totalmente
fuera del universo fenoménico; y existe, aparte del espacio y tiempo y de la
vida orgánica. La atención puede concentrarse en cualquier objeto que suele
incluir lo siguiente: La consciencia de alguna identidad orgánica, la
consciencia de la ubicación de una forma orgánica dentro de la cual la atención
se encuentra concentrada; y la consciencia del contenido de la experiencia e
información guardada, por la identidad y forma orgánica.
Nadie puede saber exactamente la
concentración de atención de otra persona, o en exactamente qué su atención
está colocada. Se puede colocar la atención no sólo en un objeto, sino también
en otros objetos más intelectuales y emocionales al mismo tiempo, aunque la atención no esté dividida
voluntariamente.
Se puede colocar la atención en un
objeto; y sin embargo, no entra en la consciencia actual de un individuo. Esto
demuestra claramente que la atención no necesita formar parte del proceso
orgánico, y existe bastante apartada de la vida orgánica. Es ésta separación,
la que hace que la atención sea una herramienta útil para la evolución
voluntaria, porque la naturaleza no le exige al humano su atención consciente;
sólo le exige su atención automática orgánica, es decir, la atención automática
de la máquina por reacción refleja.
Aplicado al trabajo; esto significa
que sólo nosotros mismos somos capaces de saber realmente si hemos concentrado
nuestra atención, o si la tenemos difusa. Y si nuestra atención es voluntaria o
involuntaria, orgánica o intencionada. Si de vez en cuando recordamos que
nuestra atención ha vagado; o que se ha hecho difusa involuntariamente, se ha
quitado del objeto de nuestra atención, o que ha caído en la identificación con
alguna llamarada o brillo, entonces no hemos despertado realmente en cualquier
sentido auténtico de la palabra. Hemos recordado simplemente que nuestra voluntad
de atención voluntaria, nos ha fallado momentáneamente.
La atención no depende de un cambio
de estado de ánimo o estado psicológico. Es totalmente independiente de toda
condición orgánica; aunque sus actividades y observaciones pasan por lo
orgánico. Aunque la atención existe independientemente de lo orgánico; y nunca
cambia en sí, el objeto de la atención puede cambiar según leyes matemáticas y
fuerzas de influencia de varias clases.
Mientras que la atención
involuntaria sostiene el estado de sueño orgánico dentro del cual el humano orgánico
se encuentra esclavizado; la atención voluntaria, crea lo que se llama "la
memoria permanente". Los eventos grabados en éste estado, son tan vívidos
como los eventos experimentados en la actualidad en el estado de sueño ordinario
del humano. Comparado con pues el estado ordinario del humano orgánico; el estado
de la consciencia real, es aun más vívido y agudo.
Un hecho importante sobre la
atención es que no tiene grados… o está, o bien no está presente. Ni siquiera
la muerte orgánica puede acabar con la atención.
Ciertos factores sobre la atención
voluntaria son observables: Mientras que la atención involuntaria no tiene una
duración específica, la atención voluntaria tiene un comienzo y un fin
definido. Podemos cronometrar nuestra atención voluntaria con un reloj. La
atención involuntaria viene y se va, y existe más o menos como un estado permanente.
No somos conscientes de la presencia de la atención involuntaria; pero la atención
voluntaria, conlleva una sensación definida de su presencia.
Podemos determinar la frecuencia,
con que fuimos capaces de activar nuestra atención voluntaria durante cualquier
periodo de tiempo.
Mientras que la atención
involuntaria cae en un objeto tras otro, sin dejar rastro alguno de su paso en
nuestros recuerdos; excepto una tenue y general recordación borrosa y nebulosa,
la atención voluntaria es exacta y podemos decir en qué colocamos nuestra
atención en cualquier momento dado. Y podemos apartar nuestra atención de un objeto
y colocarla en otro, siguiendo nuestra propia discreción.
El hecho de que la atención puede
ser hecha voluntaria; continua y controlable mediante esfuerzos especiales, es
un hecho dado por sentado en muchas antiguas escuelas de evolución. Pero es
casi desconocido, en las ciencias psicológicas y esotéricas contemporáneas.
En relación a la atención; la
consciencia, la consciencia real, en primer lugar depende de la atención y
después "aprende" a existir independientemente de ella. La consciencia
real no sucede por sí sola; se hace mediante esfuerzos especiales, y continua existiendo
mediante métodos especiales conocidos por escuelas esotéricas, para la preparación
de candidatos para la evolución voluntaria. Se puede definir la consciencia real,
como la visión momentánea o parcial del mundo no-fenoménico; y a veces, la participación
directa en él.
Solamente esta definición puede
servir como una auténtica representación de la palabra "consciencia".
Próximamente, en nuestros estudios
iníciales, debemos llegar a un entendimiento de la idea de la consciencia y de
qué papel juega ésta en la evolución voluntaria.
Claro está, todo esto está
sustentado en dos ideas muy importantes… ¿en realidad es posible lograr una
gradación superior de consciencia?, y junto con ésta pregunta, ¿realmente es
posible evolucionar voluntariamente?, dejando momentáneamente de un lado la
cuestión de lo que queremos decir con las palabras "voluntario" y
"evolución".
Estas dos preguntas importantes
suelen ser ignoradas por todas las escuelas de las ciencias esotéricas
contemporáneas; pero cualquiera que entre en tal clase de escuela seguramente
merece no sólo una respuesta, sino pruebas de que semejante sistema es posible
y que la escuela representa un sistema funcional de la evolución voluntaria.
Sólo después de que este asunto haya sido tratado, será permisible que una
escuela continúe proporcionando datos y condiciones para el trabajo sobre uno
mismo. Una escuela que no puede demostrar satisfactoriamente la posibilidad de
la evolución; y la consciencia, no merece existir.
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