por Henri Bori 26 de septiembre 2021
El
Absoluto (Brahman), no puede cambiar. Para cambiar tendría que
pasar de un estado a otro, pero, ¿cómo diferenciar dos estados independientes,
en aquello que es lo Absoluto? Esos estados tendrían que ser diferentes a lo
Absoluto, y eso es imposible, ya que no puede haber nada diferente a lo
Absoluto, de ser así, lo Absoluto no sería lo Absoluto. Aquello que se percibe
como que cambia, es una ilusión, es ver fragmentos en aquello que es un todo,
como las olas en el mar, o las ondas en un lago.
Entonces, ¿qué son todas estas figuras que parecen cambiar, evolucionar? ¿De qué se trata todo este movimiento, esta evolución?
Percibes
evolución porque ves cosas independientes, ves olas, fragmentos, que en
realidad no existen por sí mismos, no pueden considerarse como entidades que
están teniendo una vida o una evolución específica en ellas mismas. Ver cambios
depende de estar viendo fragmentos que en realidad no existen, aunque parezcan
existir, ese “parecer existir” se debe al hecho de no ser consciente de la
Totalidad subyacente. Es como ver una historia de olas, sin darnos cuenta de
que al final todo es el mar.
Entonces,
¿la evolución del Universo… es una ilusión?
Sí.
Es la ilusión de los fragmentos, de ver fragmentos donde no los hay. La ilusión
es para el que no puede ver la realidad (el Todo subyacente). La ilusión está
solo en la mente del que no puede ver la realidad. No está para engañar a
nadie. Uno mismo es el que percibe, o crea, la ilusión desde el momento en el
que es incapaz de percibir una realidad que ya está y siempre ha estado ahí.
Entonces,
¿no hay movimiento? ¿El movimiento es una ilusión?
Sí,
lo es. Nada se mueve en realidad. ¿Hacia dónde se movería? Tendría que existir
un espacio-tiempo hacia donde moverse, es decir, tendría que haber un
espacio-tiempo 1 y un espacio-tiempo 2, dos fragmentos. ¿Lo ves? En lo Absoluto
no hay fragmentos. Los fragmentos solo existen en la mente que aún no percibido
la Totalidad.
Entonces,
¿todo está estático? ¿No existe el tiempo? ¿No hay pasado ni futuro? Sin
embargo, yo veo a las cosas desplazándose en el tiempo, veo una evolución. Las
cosas nacen, crecen y mueren. ¿Eso es una ilusión?
Sí.
No hay nada naciendo, creciendo ni muriendo. Mientras veas cosas, verás cambios
en el tiempo. El tiempo solo existe asociado a cosas. Pero no hay cosas. Solo
lo Absoluto es. La eternidad no se trata de un futuro que nunca alcanza a
convertirse en presente, sino de un espacio en el que no hay futuro, porque el
tiempo no existe.
Entonces,
¿de qué sirve alcanzar la Eternidad? Todo parece indicar que allí no hay vida,
es como no existir. Si no hay tiempo, no existes, todo se paraliza. ¿Para qué
quiero la Eternidad entonces?
Alcanzar
la Eternidad no significa desplazarse hacia un lugar distante, una dimensión
espacio-temporal fuera de esta, en algún momento futuro en nuestras vidas, ya
que esto contradice el mismo concepto de Eternidad. Si en la Eternidad no hay
tiempo, entonces no puede ser alcanzada. La Eternidad ya está aquí, solo puede
existir aquí y ahora, no queda otra. Es el tiempo el que existe, o parece
existir, dentro de la Eternidad. La Eternidad es la misma existencia, por ende,
es donde únicamente puedes realmente existir. En realidad, no existes como
aquello que crees que eres ahora mismo. Eso que piensas que eres, es una
ilusión. Piensas que estás vivo como el ser humano que crees que eres; pero ese
ser, con nombre y todo, es una ilusión. Por tanto, no puedes estar vivo si
piensas que eres esa persona. La vida, la verdadera vida, sólo se encuentra en
la Eternidad; sólo se halla, convirtiéndote en ella. Pero hasta eso es una
ilusión, no puedes convertirte en la Eternidad, puesto que ya lo eres, lo que
sucede es que no lo sabes, porque piensas que eres el cuerpo ilusorio. Si algo
se mueve, si algo evoluciona, es la conciencia de quién eres. Aunque en la
verdad última, tampoco la conciencia evoluciona. Nada evoluciona, solo parece
evolucionar al percibirse como un fragmento.
Entonces,
¿todo es como un sueño? Realmente nada de esto está pasando. El mundo, y la
vida como la conozco, es una ilusión.
El
mundo, y la evolución, contradicen el concepto de lo Absoluto. Si hay
evolución, no hay Absoluto.
¿Cómo
puede verificarse que lo Absoluto realmente existe?
¿Cuál
es el criterio que hemos estado manejando para definir lo Absoluto? ¿No se
trata de aquello en lo que no hay cambio? Debemos descubrir entonces, de todo
lo que existe, qué es aquello que no cambia. Todo lo que percibimos en lo
exterior, cambia. En lo interior, las cosas también parecen estar
constantemente cambiando: pensamientos, emociones, ciclos de vigilia, sueños
con sueños, sueños profundos. Sin embargo, hay algo muy dentro de ti, en lo más
profundo de tu ser, que no cambia, que permanece como testigo de todos los
cambios, tanto externos como internos, es un espacio que está más allá de la
vigilia, el sueño con sueños y el sueño profundo. Debes experimentar a ese
testigo, más que experimentarlo, debes convertirte en él, más que convertirte
en él, debes reconocerte como que siempre has sido él. Ese testigo eterno es lo
Absoluto, y es lo que eres, no cabe otra, o eres lo Absoluto, o lo Absoluto no
existe. Una vez que compruebes esta verdad, la ilusión quedará automáticamente
removida. Finalmente comprenderás que hasta esto es una ilusión, nunca hubo
nada que remover, ni comprender. Será entonces el verdadero Fin del Mundo.
©
2021, Henri Bori
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