Del muro de Silvia González
Hoy Plutón está estacionario y mañana 7 de octubre inicia su movimiento directo por el signo de Capricornio.
Finalmente, todo lo oscuro, lo sucio,
lo injusto, lo malo y los secretos saldrán a la luz durante estos últimos meses
del año. En octubre, noviembre y diciembre se desencadenarán muchas cosas.
Plutón, símbolo de la muerte y el renacimiento, de las transformaciones radicales, al salir de su retrogradación, pondrá en marcha cambios muy importantes en las estructuras, tanto en las internas de tu Ser, como en las externas en el mundo. Así que ¡la transformación está en marcha!
No temas, confía en tu guía interna,
pide asistencia y protégete. Nosotros somos los responsables del legado que le
dejaremos a la humanidad. Cree, despierta, vive en la luz, eleva tu vibración y
sirve a todos aquellos que necesiten una guía.
No permitas que te confundan. Si tú
elevas tu vibración, los demás se elevan contigo, aunque ellos no lo sepan.
Frente a estos momentos difíciles,
trata de serenarte, elevar tu conciencia, conéctate con tu luz interior y que
la Bendición de la Divinidad esté contigo!
En la mitología romana, Plutón era el
dios del inframundo, del infierno, del purgatorio y de los muertos.
Su equivalente en la mitología griega
era Hades. En el purgatorio, a través de un proceso de depuración y
purificación, se ocupaba de prepar a las almas para su próxima etapa en el
viaje. Era invocado para cumplir las venganzas y hacer efectivas las
maldiciones.
Hermano de Júpiter, hijo de Saturno,
esposo de Proserpina, a quien raptó para casarse con ella. La madre de
Proserpina, Ceres, se afligió tanto que provocó el invierno.
Su palacio se ubica en mitad del
Tártaro, donde como soberano vela por la administración de su estado y dicta
sus inflexibles leyes.
Sus súbditos, sombras ligeras y
miserables, son tan numerosos como las olas del mar y las estrellas del
firmamento: todo lo que la muerte cosecha sobre la Tierra vuelve a caer bajo el
cetro de este Dios, aumentando su riqueza o convirtiéndose en su presa. Desde
el día en que inauguró su reino, ni uno de sus ministros infringió sus órdenes,
ni uno de sus súbditos intentó una rebelión. De los tres dioses soberanos que
controlan el mundo, él es el único que nunca ha de temer la insubordinación o
la desobediencia y cuya autoridad se reconoce universalmente.
De todos los dioses, Plutón era el más
despiadado y temido por los hombres, lo calificaban de inflexible y terrible.
Se le temía por su fealdad y la dureza de sus rasgos. Si bien era inflexible,
se consideraba que era el más justo de todos los dioses pues a su reino
terminaban llegando todos los mortales, más tarde o más temprano, sin importar
su clase, rango o lugar de procedencia (porque de la muerte nadie se salva).
Plutón es el principio de la
transmutación y las crisis. Es regente de los infiernos, de los muertos, de la
noche y del inframundo. Despierta los instintos más profundos de la psique.
Elimina y destruye todo aquello que no sirve. Está presente en la videncia, la
parapsicología, el psicoanálisis e inclusive en la sexualidad. Es lo sublime y
lo absurdo. Es desintegración, obsesión, poder, riquezas ocultas, regeneración,
fuerza de voluntad, crueldad. Está presente en el magnetismo. Plutón corroe,
purga, descubre. Reforma, regenera, transmuta, elimina, destruye, desintegra.
Al transitar por el signo de
Capricornio desde 2.008 hasta 2.024, está produciendo lentamente un proceso de
muerte y transformación de las viejas estructuras tradicionales de relaciones
sociales entre los seres humanos. Durante este proceso, muchas instituciones
muy reconocidas comienzan a mostrar sus podredumbres y miserias: instituciones
religiosas, científicas, económicas y políticas.
Y como dice El Kybalión: “como es
adentro, es afuera” también produce dentro de las personas el mismo efecto: se
transforman viejos patrones de comportamientos sociales, la manera de ver el mundo
ya no es la misma, se derrumban los convencionalismos, dando paso a una nueva
forma de ver la religión, la ciencia, la economía y la política.
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