CARTA A LOS GRUPOS Mes de Aries EL AMIGO DE LA HUMANIDAD

Estamos iniciando el año nuevo zodiacal con la entrada de Aries y el equinoccio de primavera. El primero de enero, que es cuando celebramos el Año Nuevo, es una fecha sin ninguna relación con los ciclos planetarios o solares. Sin embargo, fíjate que el calendario que usamos tiene una remembranza del año zodiacal en los nombres de los meses septiembre, octubre, noviembre y diciembre que equivalen a los siete, ocho, nueve y diez meses del año zodiacal y a pesar de sus nombres, en nuestro calendario son los meses nueve, diez, once y doce… La sabiduría siempre se cuela por algún resquicio...

Cuando movemos las fechas conmemorativas para alargar los fines de semana y lograr el consabido "puente"; la energía que acompaña la conmemoración no se mueve y terminamos celebrando NADA. Y así le hemos ido quitando significado a la vida y divorciándola de su entorno natural, el cosmos y sus leyes. 

Observando esta falta de sentido y los acontecimientos mundiales con su proliferación de guerras, no puedo sino pensar que lo que nos pasa es que nos hemos alejado del alma y nos hemos sumergido profundo en la tumba de la materia. Sin el alma, que es nuestra conciencia solar, la vida queda desmembrada de sí misma, sin contenido ni significado. Y cuando vivimos dándole supremacía a la vida material, la vida se convierte en un show, en un aparentar lo que no es. Y entonces, las muertes de civiles en las guerras empiezan a llamarse daños colaterales, cuando soy el que ataco ocasiono bajas, pero si me atacan, son crímenes y cuando ataco primero le llamo "guerras preventivas". Nos hemos convertido en los maestros del disfraz y el cinismo. Nada es lo que parece. Los magos negros visten a la moda y manejan la economía mundial. Ten cuidado, ten mucho cuidado con aquellas voces que fomentan el odio, porque hablan en nombre de la Logia Negra y aunque tengan apariencia de ser gente buena, no lo son. El corazón que odia no puede amar.

Pero... y aquí viene el pero grande, hay un número considerable de personas que están despertando de su largo sueño para darse cuenta de su realidad interna. Es un movimiento mundial que está llevando a millones de personas a contactar su alma, y aunque no se llegue al pleno contacto del Iniciado, es suficiente para cambiar el mundo. Porque el contacto con el alma es el contacto con el amor que habita en cada corazón humano. Y el amor va desplazando el odio que tan magistralmente han difundido las fuerzas retrógradas que trabajan en contra de la evolución de la conciencia. Y cuando el odio se va esfumando nos damos cuenta que cada ser humano es como nosotros, que no sólo tenemos la misma naturaleza sino que, en lo más profundo de nuestro ser, somos uno.

Este contacto ha permitido que el Cristo, el Señor Maitreya, pueda acercarse más a la humanidad. Cuando medites, cuando te adentres en tu corazón, busca escuchar su llamado. Es una nota dulce y suave, es el llamado del amor. Es el despliegue de la esencia de la hermandad. Es una invitación a pertenecer a la comunidad de Maitreya. 

No permitas que los acontecimientos externos invadan tu corazón y le siembren odio. El odio no se justifica nunca. Los de la Comunidad de Maitreya aman a sus enemigos. Es el mensaje básico del Cristo, que después de dos mil años comienza a florecer en el corazón de la humanidad. No nos engañemos por el ruido que hacen las fuerzas retrógradas, la humanidad está mucho más despierta que antes y su corazón se muestra más bondadoso. Cuando se separa el trigo de la cizaña y miramos la cizaña todo parece terrible; tenemos que mirar el trigo y llenarnos de esperanza. Algo bueno va a suceder porque por más fuerza bélica que tengan aquellos que quieren la guerra somos más, muchos más los que queremos la paz y la fraternidad. Acuario nos trae el código de la hermandad. No desperdicies la oportunidad que esta nueva era te da, porque te colocas fuera del tiempo cósmico.

Busca el contacto con el alma, no hay nada más importante. No permitas que tu propia personalidad sea el impedimento para este contacto. Sácala del medio. No pienses todo el tiempo en ti, piensa en los demás. Desplaza tu pensamiento hacia el bienestar de los demás. La vida así es mucho más divertida. Cuando solo piensas en tus asuntos es como si estuvieras viendo una película con un solo personaje. Aburrida sin remedio. Cuando puedes desplazarte de ese centro egoísta comienzas a descubrir un mundo sorprendente y encuentras en lo cotidiano pedacitos de cielo en la tierra.

Observando cómo las plantas se mueven lentamente y sin descanso buscando la luz solar me pregunto si nosotros podemos hacer lo mismo orientándonos hacia la luz de nuestra alma que es nuestro sol interno. Todo el tiempo, suavemente, sin que nadie lo note... Puedes pedirle a tus plantas que te ayuden a desarrollar esa maestría. Detrás de cada manifestación de la naturaleza hay inteligencias, ángeles que responden al llamado de un corazón amoroso.

Siempre he admirado al reino vegetal. Creo que tiene guardadas grandes lecciones. Es cuestión de sintonizarnos con la vida que lo sostiene. Créeme, el mundo es tanto más vasto de lo que parece...

¿Por qué les hablo tanto del odio? Porque veo con preocupación cómo está siendo difundido masivamente junto con su hermano, el miedo. Miedo y odio, la receta para manejar las masas. Fue originalmente introducido en la Tierra en la época Atlante por la Logia Negra como su estrategia magistral para frenar la evolución.

Cuando matamos un enemigo, aparecen dos, tres y muchos más. Cuando hacemos del enemigo nuestro amigo, desaparece el enemigo. No hay otra fórmula. Maitreya es el amigo de la humanidad y nos invita a que seamos amigos de todos, sin importar su raza, credo, afiliación política, posición social.

Cuando haces contacto con el alma aparece la fraternidad que el Maestro Jesús nos dejó como herencia cuando nos dijo que todos somos hijos del Padre que está en los Cielos.

Lleva este pensamiento a tu corazón y medita en el significado del amor.

Este despertar es la esperanza de paz en la Tierra. Se parte de este gran movimiento, silencioso, oculto y tremendamente poderoso.

Con amor,

Carmen Santiago