Al final de la porción de Shemot hay un momento muy especial en el que parece que Moshé reclamara: “¿Por qué les has hecho cosas negativas a los israelitas?”. Luego, la siguiente porción, Vaerá, comienza con el Creador diciéndole a Moshé que todo se solucionará. El Creador envía a Moshé a los israelitas para que les hiciera entender que la Redención, el fin de su sufrimiento, llegará. Sin embargo, está escrito que los israelitas no escucharon a Moshé. Entonces, la pregunta es: ¿qué quería lograr Moshé? ¿Qué quería despertar en los israelitas?
Para entender esto
tenemos una famosa historia que la mayoría de nosotros ya hemos escuchado, el
asesinato de Rav Akivá, el gran kabbalista y maestro. En el Talmud dice que
cuando los romanos estaban arrancándole la piel con peines de metal, mientras
sufría esa horrible muerte, Rav Akivá recitaba el Shemá, la oración
que conecta a los individuos con la Luz del Creador. Los estudiantes que lo
acompañaban, mientras veían esa horrible escena, le preguntaron: “¿Cómo le
puede estar ocurriendo esto?”. Rav Akivá respondió: “Toda mi vida me ha
interesado el versículo que dice que el individuo que ha alcanzado el más alto
nivel de conexión espiritual con la Luz del Creador está dispuesto a entregarse
completamente, a dar incluso su cuerpo. Yo pedía tener ese momento en el que
pudiera sacrificarme por mi conexión con la Luz del Creador. Ahora que tengo
esta oportunidad y que me están quitando mi cuerpo, ¿cómo no aprovechar esta
oportunidad para, aun ahora, estar conectado con la Luz del Creador?”.
"La Luz del
Creador está aquí con nosotros y estamos conectados con la Luz del Creador”.
Hemos aprendido antes
la importante enseñanza de que nada negativo puede ocurrirle a una persona cuya
conciencia está permanentemente conectada con la Luz del Creador. Por ejemplo,
cuando llegó el momento de que el Rey David dejara este mundo, el Ángel de la
Muerte quería ir y llevárselo, pero no pudo porque, en su conciencia, el Rey
David estaba constantemente conectado con la Luz del Creador. Está escrito que
lo que tuvo que ocurrir fue que el Ángel de la Muerte creó una situación en la
que el Rey David se tropezó y cayó, lo que en consecuencia causó que la
conciencia del Rey David, por ese momento, se separara de la Luz del Creador y,
por ende, el Ángel de la Muerte pudo llevárselo.
Llegar a un estado en
el que estamos constantemente conectados con la Luz del Creador es en realidad
el propósito principal de todo nuestro trabajo espiritual. Lo que conecta
nuestra conciencia con la Luz del Creador es algo muy simple: el conocimiento,
el pensamiento, de que la Luz del Creador está allí con nosotros y que estamos
conectados con ella. Puede que estemos bebiendo, comiendo, trabajando,
estudiando u orando, pero nuestra conciencia es simple: la Luz del Creador está
aquí y yo estoy conectado con la Luz del Creador. Ninguna negatividad puede tocar
a un individuo que sea capaz de alcanzar esta conciencia por completo. Esto
también significa que entre más grande sea la conciencia de alguien en ese
estado, menos oscuridad y negatividad puede entrar a su vida.
Eso nos lleva de
regreso a Rav Akivá que llegó a ese nivel de conexión consciente y completa con
la Luz del Creador y, por ende, nada malo podía ocurrirle. Nada negativo puede
ocurrirle a un individuo que está en el estado en el que Rav Akivá existió, el
estado hacia el que necesitamos avanzar, el estado en el que el individuo está
en constante conciencia de conexión con la Luz del Creador.
Ahora entendemos lo que
los estudiantes le preguntaban a Rav Akivá. Ellos sabían que él estaba en el
nivel de conexión constante y consciente con la Luz del Creador y que no le
puede ocurrir nada malo a quien está en ese nivel. Le preguntaron cómo alguien
podría hacerle daño y por qué podía experimentar la muerte como el resto de las
personas.
Rav Akivá les
respondió: “Es cierto lo que les enseñé y lo que saben, que nada malo puede
ocurrirle a un individuo cuya conciencia está conectada constantemente con la
Luz del Creador. Pero eso es solo si no quiere que ningún daño le ocurra. Si es
algo que no desea que le ocurra, será protegido. Esta protección que recibe el
individuo cuya conciencia está constantemente conectada con la Luz del Creador
solo lo protege de lo que no quiere que ocurra. Lo que ustedes no entienden es
que quiero esta oportunidad para experimentar la muerte física y, aun en ese
momento, mantener mi conciencia, mi conexión y mi dedicación por la Luz del
Creador. No es una situación en la que algo negativo me ocurre. Sí, por
supuesto que estoy en el nivel en el que nada malo me puede ocurrir, pero esa
protección es solo de las cosas que no quiero. En este caso, deseo esta
situación y por eso está ocurriendo. El Creador está cumpliendo mi deseo. Toda
mi vida he esperado una oportunidad para ubicarme en un estado de enorme dolor
y, aún así, desear dar mi cuerpo para mantener mi conexión con la Luz del Creador”.
Entonces, ¿cuál es la
enseñanza más importante de esto? Que un individuo cuya conciencia está
constantemente conectada con la Luz del Creador nunca le teme a nada y ninguna
negatividad puede acercársele. El propósito principal de nuestro trabajo espiritual
es llegar a un estado en el que estemos conectados de una forma tan constante
con la Luz del Creador que recibamos la protección total que viene con ella.
"Podemos acabar
con este dolor y sufrimiento inmediatamente”.
Ahora, con ese
entendimiento, podemos regresar al inicio de la porción de Vaerá para aprender
lo que Moshé intentaba hacer cuando se dirigió a los israelitas; él intentaba
enseñarles esta lección. Habían pasado cientos de años en dolor, sufrimiento y
muerte, pero él les dijo que había un modo de liberarse de eso. Al cambiar su
conciencia por una de conexión constante con la Luz del Creador, no podrían
seguir siendo heridos por el faraón. Podían acabar con el dolor y el
sufrimiento en ese momento.
Nosotros también
podemos decidir en este instante, del mismo modo en el que Moshé les dijo a los
israelitas, cambiar nuestra conciencia y trabajar por mantener una conexión
constante con la Luz del Creador; hacerlo significa que todo dolor, sufrimiento
y muerte debe terminar. Ya que, tal y como hemos aprendido, no puede ocurrirle
nada malo al individuo cuya conciencia está constantemente conectada con la Luz
del Creador. El mensaje que Moshé transmite en la porción de Vaerá es: podemos
acabar con este dolor y sufrimiento inmediatamente.
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