El misterioso nombre del sexto signo nos dirige sin preámbulos hacia una imagen: una mujer de manto azul como el cielo del atardecer, coronada de estrellas su cabeza, ofreciéndonos con ojos límpidos una espiga de trigo maduro.
La espiga y la corona evocan de inmediato los atributos de las diosas de la tierra que nuestros ancestros veneraban. Las diosas que dieron forma humana a los mil rostros de la Única. En Egipto, por ejemplo, se esperaba con fe la aparición anual de Sirio, la joya más brillante de la corona estrellada de Isis, porque la estrella anuncia la estación en que la diosa derrama sus lágrimas y el Nilo crece, trayendo agua a la tierra y abundancia al mundo. La espiga terrestre y las estrellas del cielo simbolizan el poder mediador de la Diosa, que conoce los inescrutables designios celestes, pero también se involucra, generosa, con la necesidad de sus criaturas, brindando sin falta alimento y protección. Las diosas de la tierra son, antes que nada, madres.
Cuando hablamos del arquetipo de Virgo nos remontamos a ese primer ser de toda mitología, la madre misma, la Diosa Tierra, la divinidad femenina y fecunda de los orígenes. Madre infinita de todas las criaturas, creadora abundante de la naturaleza.
Virgo como signo expresa la dimensión sabia de la naturaleza, la naturaleza inteligente que nos crea y nos cría, alimentándonos con aquello que nos hace bien, enseñándonos a sobrevivir en la eficiente escuela de la necesidad. Cada especie es su creación original; la vida de todas sus criaturas fluye en perfecto orden ecológico.
Virgo representa en el alma ese orden natural de las cosas, esa inteligencia que desarrolla la materia con fantástica economía. La naturaleza no se detiene nunca; de la misma manera, Virgo en nosotros activa ese movimiento suave pero constante que está siempre haciendo funcionar el acontecer, humanizando el material, puliéndolo, sacando lo que está demás, dejando lo justo y necesario para nuestro bien.
Esa capacidad eficaz, productiva, cotidiana de responder a la necesidad y ordenar nuestra vida en ciclos naturales y funcionales constituye la especialidad de Virgo y de los nacidos en Virgo. Un ciclo natural es, por ejemplo, un día. Todos sabemos que en un día tenemos que comer unas tres o cuatro veces, dormir ocho horas, trabajar otras tantas, lavarnos los dientes, asear nuestro entorno y nuestro cuerpo. Podemos estar viviendo ese día algo excepcional, una locura creativa, un tremendo descubrimiento, una maravillosa revelación de amor, y sin embargo, igual que todos los días, tenemos que comer, descansar, ir al baño, dormir. No hay manera que un día no sea natural. Virgo responde a esa necesidad ineludible, coordinando inteligentemente nuestro tiempo y energía. Sabe muy bien cómo hacerlo.
Virgo pone su atención en la vida concreta, para aterrizar nuestros desafíos y traer los sueños a proceso de materializarse. El ocurrente Mercurio, su regente, muestra en Virgo sus talentos más ejecutivos, industriosos y pragmáticos. Ante cada nuevo dato de la realidad pregunta con precisión: ¿Para qué sirve?
Cuando Virgo conoce una nueva tecnología, busca de inmediato el manual correspondiente. Otros signos menos prácticos intentan manejar la máquina o sistema intuitivamente, adivinando su funcionar, procediendo por ensayo y error. Virgo encuentra eso una estupidez, habiendo una manera razonable, simple, probada de hacerlo bien de inmediato: aprender del manual.
Virgo disfruta los problemas concretos a la manera como los amantes de los crucigramas o los puzzles disfrutan del desafío. Por eso mismo, se desespera y huye de los problemas que no tienen solución racional: los problemas de relación afectiva, cargados de ambigüedad, o los existenciales, de inherente paradoja. Donde no hay una nítida línea de acción que permita resolver y llegar al deseado tic que anuncia en el check–list que se trata de un asunto satisfactoriamente concluido. De hecho, no hay nada que supere en la obsesión Virgo a ese tic significando problema resuelto.
Por supuesto, racional, eficaz, económico, Virgo teme al caos. El desorden imposible de controlar. En su ilusión, le gustaría que la vida fuera como cuaderno en limpio: ordenada, nítida, predecible, metódica, impecable. Pero, como habremos notado, la experiencia se parece mucho más a una lección en borrador. Porque, por mucho que estructuremos nuestro funcionar, siempre llegará lo imprevisto, llevándonos a vivir lo que no queremos vivir y a conocer el caos de los sentimientos alborotados. Se hace difícil para el prolijo Virgo el conflicto siempre presente en las relaciones humanas. Relaciones donde, además, no hay buenos buenos ni malos malos, sino que todos somos medio buenos y medio malos. Para peor, como descubre para su perplejidad, todos somos mitad razonables y mitad impredeciblemente subjetivos.
Gonzalo Pérez Benavides.
Namaskar
Galatha Shendrix
Tu espacio de Luz... Descúbre el Ser que Eres... Encuentra Tu Familia de Luz... Ayúdanos a crea un Mundo Nuevo....
Centro Holística Hayden
Escuela de Autoconocimiento personal y espiritual
Master Reiki Usui - Master Reiki Karuna - Master Reiki Egipcio Seichim - Terapeuta Holística - Facilitadora espiritual - Numeróloga Evolutiva Humanista.
A través de estas herramientas te encuentras con tu verdadero Ser...aqui estamos....esperando darte la mano.........
Master Reiki Usui - Master Reiki Karuna - Master Reiki Egipcio Seichim - Terapeuta Holística - Facilitadora espiritual - Numeróloga Evolutiva Humanista.
A través de estas herramientas te encuentras con tu verdadero Ser...aqui estamos....esperando darte la mano.........
Hola, mi nombre es Lyca, y ando buscando información. Resulta que hice una meditación para conocer mi guia espiritual y yo andaba por un sendero arbolado cuando de pronto vi un valle y a lo lejos veo una figura como esperandome cerca de una gran piedra, Me acerque y al llegar me dijo que estaba esperandome ciento de años, vi que era un algel rubio con el pelo largo bien peinado hacia atras, lo que me llamo poderosamente la atención es que en su mano derecha llebaba una espiga de trigo dorada. Entonces se giro hacia un lado y me mostro el valle y me dijo que aquello era un paraiso. Le pregunte el nombre y me dijo que se llamaba Samuel. La verdad que estoy echa un lio, quisiera que me orientaseis sobre la espiga y su nombre.Gracias.
ResponderEliminarHola Lyca, escríbeme a hayden2790@gmail.com así respondo tu consulta
EliminarNamaskar
Galatha Shendrix