Audio de la
canalización de Kryon
por Lee Carroll
Billings, Montana -
Sábado 29 de Junio de 2013
Saludos, Queridos, Yo SOY Kryon, del Servicio
Magnético.
Una de las preguntas que se formularon en el
pasado, en los primeros tiempos, cuando mi socio y yo nos conectamos por
primera vez, fue: “¿Por qué razón viniste?” Si no han escuchado esto
antes, queridos, es importante que lo sepan, porque el potencial de la
consciencia al que la humanidad se dirigía iba a reescribir la historia y
reescribir el potencial de la historia y a cambiar las profecías de la
historia, fuese lo que fuese lo que viniese luego.
Se supone que el Espíritu, al que llaman
Dios, lo sabe todo; pero el Espíritu al que llaman Dios no sabe qué van a
hacer ustedes en su libre albedrío. Por eso ustedes llaman a esto una prueba. Y
no es un test de su naturaleza humana, no es una prueba de su alma, ni es algo
a juzgar. Es un
test del planeta y ustedes son parte de eso: consideren a
los que están en el planeta con batas blancas, realizando el experimento, con
la consciencia que trajeron al venir y las complejidades que desarrollaron con
el tiempo
Si se los dejara solos, sin el conocimiento de quiénes
son, ¿qué sucedería en el planeta? ¿A dónde iría, con ustedes entrando en la 3D
y quedándose en ella? ¿A dónde iría la vibración de esta Tierra con la
humanidad? Si ustedes no lo sabían, pues bien, yo lo sé. De modo que es la
prueba de la consciencia de la Tierra, de ustedes, y es imparcial. Es lo que
hacen ustedes. Yo llegué a causa de lo que ustedes hicieron, y hubo muchos como
yo. De no haber sido así, yo no hubiera venido. Pero habíamos visto antes los
potenciales de cambio que estaban ante ustedes.
En estos 24 años, toda la información, entregada en
amor, nunca en conflicto, fue para advertirles de lo que están haciendo ahora y
ayudarlos a retener lo que tienen, para darles la esperanza de que había un
propósito y una respuesta al enigma. Por eso estamos aquí y por eso
permanecemos aquí. Ustedes empiezan a plantar las semillas y, mientras las
miran crecer, la energía empezará a cambiar otra vez. Estas son metáforas para
lo que va a ocurrir luego respecto a la verdadera esencia de Dios según se muestra
dentro del Ser Humano. La única forma de ver a Dios en la Tierra es a través de
los Humanos y ustedes sabían eso. De modo que son sus revelaciones como almas
viejas y trabajadores de la luz, las que llevan la visualización y activación
de la percepción de lo Divino. Depende de ustedes.
Lo que sigue no es muy largo, pero profundo. Es
otra parábola más; la primera que se da en la nueva energía después del 2012.
La parábola no es tan exclusiva, en cuanto a que los significados de las
parábolas son casi siempre los mismos, pero se dan en una perspectiva y en una
circunstancia diferentes.
Quiero que mi socio proceda lentamente, porque
tenemos mucho que decir. En ello habrá reflexión, esto es, que se verán a sí
mismos. Esta parábola en particular no quedará restringida a los oyentes en
este salón, sino que miles la oirán y la comprenderán.
El sujeto de todas las parábolas de Kryon a menudo
es un hombre, pero no realmente. Nos referimos a él como Wo, pero es tanto
hombre como mujer, porque es wo-man* y no queremos ponerle género al Humano,
pero como ustedes lo hacen en forma automática, nosotros lo llamaremos él.
Esta es la historia de Wo y su caja de creencias.
Es una historia para esta época y está llena de propósito y de honor, en
enseñanza, realización y despertar. Quiero que la oigan correctamente. A los
Humanos les encantan las historias. Comencemos.
De niño, Wo se crió en una familia sumamente
amorosa y su madre y su padre lo llevaron a lo que ustedes llamarían un sistema
de creencias espirituales organizado. Wo estuvo expuesto a esto desde muy
pequeño y devino su creencia. Mientras crecía aprendió más y más al respecto.
En esos años aprendió a disfrutarlo. De modo que al llegar a adulto, esta
creencia estaba plenamente arraigada en él.
Ahora bien: lo llamamos una caja de creencias
porque estaba restringido, o sea que había una estructura alrededor. En
esa caja de creencias, la estructura honraba a Dios. A menudo se necesita la
estructura para que la humanidad cree un sistema en el que las cosas tengan
sentido. Y en su caja de creencias, lo tenía.
Desde el principio su padre le dijo que había
reglas respecto a Dios, y a Wo le pareció lógico. Tenía sentido para él, porque
era exactamente lo que Wo esperaba para él y sus amigos. Le dijeron muchas
cosas. Había una doctrina que describía lo que le complacía a Dios y lo que le
disgustaba. Había emociones como guía de lo que era apropiado en la vida y lo
que no lo era. Había que vivir según las reglas; eso tenía sentido. Y había
integridad y honestidad. Lentamente, Wo fue aceptando todo esto.
Wo llevaba consigo las Escrituras: escrituras de
los profetas y del profeta de los profetas. Eran las luces que guiaban su vida
y tenían sentido para él. Llevaba una versión de bolsillo consigo todo el tiempo,
para recordar lo que decían. En las horas de culto, elegía un maestro y
le oraba. Wo estaba muy contento con su caja de creencias, y los que lo
rodeaban estaban contentos con él.
Pero la caja tenía sus límites. No eran límites
para Wo, pero eran fronteras. Su padre le había dicho: Ten cuidado al elegir
tus compañías, porque si no están en nuestra caja de creencias, es decir, si no
son creyentes, sólo pueden ser no-creyentes. Y si son no-creyentes tienen la
capacidad de contaminarte, de afectarte; incluso pueden sacarte de nuestro
sistema de creencias y son peligrosos. Wo siempre se preguntó quiénes serían
esos. De niño nunca los vio, sólo veía a sus compañeros de juego, pero al
crecer entendió lo que su padre le había dicho.
Finalmente Wo, que vivía en el Medio Oeste de
Estados Unidos, en un pueblo pequeño, con padres campesinos, encontró su lugar,
descubrió lo que quería hacer. Wo era un hombre estructurado: amaba los
números. De modo que se convirtió en lo que llamarían un especialista en números
o tenedor de libros, trabajando en un pequeño comercio en un pueblo pequeño.
Todos los días conducía 50 minutos desde la granja donde había crecido hasta el
pueblo. Allí fue donde Wo conoció a los no-creyentes sobre los que su
padre le había advertido: los empleados con los que trabajaba en un pequeño
cubículo en una oficina, rodeado de muchos hombres y mujeres.
Se dio cuenta de que eran diferentes fue prudente y
cuidadoso. No comprendía por qué ellos decían las cosas que decían y tomaban el
nombre de Dios en vano. No comprendía la promiscuidad que veía, no entendía la
falta de respeto a Dios, la manera de beber que tenía lugar, ni las cosas que
obviamente no eran de Dios y no estaban en su caja.
Se retiraba para estar con los que pensaban como
él, se sentaba en el lugar de culto y cantaba las canciones sobre la gloria de
Dios, que eran tan hermosas. Le enseñaron sobre el mal y un concepto llamado
pecado. ¡Le enseñaron que los que no creían en su caja no lograrían
encontrarse con el mismo Dios que él amaba! Y era razonable, porque los
que violan las reglas de la sociedad, tampoco logran nada, sino que van a
prisión. ¡Tenía sentido para Wo! Alrededor, por todas partes, estaba el
Dios que él adoraba, y él sentía el amor de Dios.
Cierta vez, en el templo donde rendía culto, hubo
una sanación milagrosa. Fue innegable. Fue hermoso. Alguien que él conocía
hacía largo tiempo, con una enfermedad que lo había dejado inválido, se levantó
y caminó y nunca volvió a necesitar una silla de ruedas. ¡Asombroso! Los
líderes de esta organización de culto lo señalaron diciendo: esta es la prueba
de que nuestra caja es la correcta, porque tenemos a Dios en ella. Y entonces
le llegó la advertencia a Wo: no mires a ninguna de las demás cajas de
creencias porque no tienen lo que tenemos nosotros. Su forma de culto es
incorrecta según nuestra doctrina. Y se remitían a los versos de las escrituras
como prueba de que ellos tenían al Dios correcto y las demás cajas estaban
equivocadas y algunas de ellas hasta podrían ser maléficas.
Y esa era su vida. Wo no estaba descontento con
ella. Ir a trabajar era frustrante, porque los que lo rodeaban eran
no-creyentes. No se juntaba con ellos, no deseaba hablarles. Y ellos lo sabían.
Y entonces sucedió.
¿Cómo describirte esto para que lo puedas
comprender, Ser Humano? Te lo contaré tal como ocurrió. A eso de las tres
de la tarde, cuando todos estaban en sus escritorios y él estaba concentrado en
sus números, apenas lo oyeron llegar. El tornado golpeó como un tren de carga
expreso. Sin previo aviso, empezó a desmenuzar el pueblo.
Lo oyeron cuando llegaba a las afueras del pueblo.
No hubo tiempo para nada. ¡Fue tan rápido, tan grande! Wo puede recordar más
que nada el sonido aterrador, el ruido que ensordecía, el granito crujiendo, la
madera astillándose, los vidrios estallando, la gente que gritaba… Por
supuesto, se apagaron las luces. El edificio empezó a derrumbarse. Tan rápido,
todo al mismo tiempo. Vio a algunos de sus compañeros aplastados ante sus ojos;
apenas tuvo tiempo de meterse bajo el escritorio cuando se cayó el techo y el
piso se abrió y todo cayó en cascada hacia abajo. Cuando las luces se apagaron,
todo quedó en silencio.
Lo que pasó luego, querido Ser Humano, es la
realidad de la que te quiero hablar. Esto puede sonar como una parábola, pero
lo que ocurrió después es real. Pero antes de referirme a eso, quiero
interrumpir ahora mismo la parábola con la Verdad. ¿Cómo los ve Dios a Wo – y a
ti? ¿Cómo lo ve Dios a Wo? ¿Dios ve la caja en la que está y a prejuzgar
a otros Humanos como algo malo?
He aquí lo que quiero decirte antes de seguir: Wo
encontró el amor de Dios en su organización, al Espíritu del que vengo.
Nosotros vemos la caja mitológica que la humanidad ha creado en torno a Dios,
no como inapropiada sino como una estructura que muchas veces se necesita para
descubrir la esencia interior. De modo que Wo no era inapropiado ni estaba
equivocado; aprendió como aprendió. Bendito el Humano que encuentra a Dios de
cualquier manera en la que se vuelque al interior y vea la belleza que hay allí
para ver.
Dios no ve cultos inapropiados, no ve una conducta
inadecuada, ¡Dios ve a Humanos que buscan la esencia! Quiero que todos escuchen
esto. Sepan que si están en una organización donde el núcleo es el culto del
Dios Uno y el Espíritu y la Fuente Creadora, están en el camino correcto.
Tal vez los Humanos no estén de acuerdo y quizá
digan que lo que ustedes están haciendo está mal, que no comprenden. Los
Humanos pueden decir que no deben poner a Dios en un pedestal e inclinarse. Les
digo algo: ese es el comienzo de la comprensión de quién es Dios. Algunos de
ellos, siendo Humanos, deben caminar antes de poder correr, ¡es parte del
proceso! Tengo aquí un salón de almas viejas que han venido muchas veces,
han sido parte de esta clase de cosas muchas veces, han ido muchas veces a la
guerra por causa de la doctrina. Ahora se sientan en este salón, más sabios y
más maduros debido a eso. Ahora no necesitan una estructura ni una caja. Quiero
que comprendan, antes de proseguir con la historia, que nunca se emite juicio
sobre la búsqueda de Dios.
Todo se volvió negro, excepto que había música. Wo
empezó a oír música. ¿Cómo describirlo? No era música; la música requiere oídos
y Wo no tenía oídos en ese momento, porque se dio cuenta de que donde él
estaba, no estaba vivo, o no lo estaba como él sabía que se está vivo. Estaba
pasando algo raro. Estaba en un lugar, no era un túnel, no era una cueva,
era... un camino, un camino que estaba abierto y a su alrededor había oscuridad
y en él podía oír la música. La música no era realmente música; era una energía
sonora y reconoció una parte de ella. Llegaba con una emoción, un sentimiento,
una percepción; llegaba con luz. Era como si todas las estrellas de la galaxia
estuvieran cantando una armonía, estructuras de sonoridad que nunca había oído
y sin embargo conocía la melodía cantada en luz.
Wo conocía esto de antes. Supo que estaba
muerto. Qué sucede luego, nadie lo sabe. Todos sólo lo suponen. Nadie en
el planeta sabe realmente qué sucede después, y Wo estaba allí mismo y no tenía
miedo porque sabía qué esperar, gracias a su caja de creencias. Al menos,
eso creía.
Empezó a notar que otras formas humanas pasaban a
su lado; estas formas humanas eran sus compañeros de oficina, pero ellos
pasaban dejándolo atrás. Entonces miró hacia abajo y se dio cuenta de que
estaba retenido en ese punto del viento de la transición por un cordón de plata
y no podía ir más lejos.
La música continuaba y empezó a reconocerla más y
más. Vio delante de él una hermosa y brillante luz blanca y dorada. Vio
que todos los que lo pasaban, se movían hacia esa luz y compendió que iban a
encontrarse con Dios. Habían muerto con él.
Pero ¿por qué no podía avanzar? Tiró del
cordón de plata con todas sus fuerzas, si se puede decir así al no tener un
cuerpo de ninguna clase, sino una especie de cosa etérea con brazos, piernas y
una cabeza. Es difícil describir cómo se siente estar en esa transición, en ese
viento que lleva del yo físico al yo espiritual.
Wo estaba en ese viento de la transición, retenido
por el cordón de plata, mirando, mirando cómo otros pasaban y entraban en la
luz. La música se hizo más potente, no de más volumen, sino más poderosa,
invadiendo casi todas las células de su cuerpo etérico, que se volvía cada vez
menos corpóreo y más y más transparente. Wo estaba en el viento de la
transición, pero retenido por ese cordón de plata.
Y entonces notó algo: cada forma humana que lo
pasaba estaba brillando de una manera extraña. Dentro de cada uno había un
objeto reluciente con un patrón que él reconocía y sin embargo, no reconocía.
No era un símbolo, ni un número: era un patrón, ¡un hermoso patrón de luz
dentro de cada uno de ellos! Todos tenían uno.
La luz al final de ese aparente túnel, que no era
un túnel en absoluto, se hacía más y más brillante. Él no se estaba acercando,
sino que la luz se hacía más brillante y ahora él podía oír, o sentir, o
percibir la música y supo qué era. Era la música constante, continua, del amor
de Dios, un patrón a nivel del alma que cantaba la canción de la compasión, la
canción del Hogar, la canción de la Unicidad que él conocía tan bien. ¿De dónde
provenía? ¿Cómo la había reconocido?
Y ellos seguían dejándolo atrás. Parecía que
cientos habían muerto por el tornado. Todos estaban en ese mismo camino,
pasando por esa transición y todos tenían esa misma esencia brillante con el
mismo patrón. Y mientras se abría la luz brillante ante él, pudo verla.
Era la misma esencia con el mismo patrón. Todos ellos eran piezas del patrón.
Wo se consumía de curiosidad, como hombre de
números que era. (Kryon se ríe) Al mismo tiempo lo conmocionaba no saber por
qué no podía avanzar. Tiró del cordón de plata. Quería seguir hacia adelante y
unirse con la luz. La música seguía. Todos, cada uno de los empleados de su
oficina, todos iban hacia la luz, al mismo lugar, y la luz se agrandó, y pudo
ver más. Y lo que vio fue una celebración de la vida. Vio por la grieta que le
permitía observar, que había una reunión y había júbilo ¡y no había un
juicio! ¡Había alegría! ¡No era lo que le habían enseñado! ¡Era hermoso!
No importaba de quién se tratara, todos se reunían y pasaban ante él y tanto
quería avanzar, retenido por ese cordón y se preguntaba: “¿Va a ser así? ¿Es
este un lugar donde uno se atasca entre mundos? ¿Por qué no voy ni para
adelante ni para atrás? ¿Qué pasa?” Pero no se sentía frustrado, porque estaba
en el viento del amor.
Wo despertó en el hospital, rodeado por su familia,
y se dio cuenta de lo que había sucedido. Había estado en coma.
Ahora interrumpimos la parábola otra vez para
explicar que Wo había tenido lo que la humanidad llama una experiencia cercana
a la muerte. Por cierto, nosotros le hemos cambiado el nombre a experiencia
cercana a la vida (Kryon se ríe).
Nadie vuelve de una experiencia cercana a la muerte
y se recupera. Vuelve cambiado. Ningún Humano puede entrar en el viento de la
transición, aún temporalmente, sin verse afectado a nivel de su esencia
corpórea. Algo le sucede: es difícil explicarlo, pero cuando están en el viento
de la transición, cambian. Cuanto más están en ese viento, más cambios ocurren.
La esencia misma de su espíritu despierto se expande. Parece que cada momento
en ese viento es como si viviesen otra vida de sabiduría, y viven, y ven. Y Wo
volvió y abrió los ojos. La familia lo rodeaba y él supo instantáneamente que
estaba vivo pero que había presenciado algo extremadamente real. Miró alrededor
y descubrió que tenía un nuevo don, porque cada miembro corpóreo de su familia
humana parado alrededor de su cama tenía una esencia brillante con el
patrón. ¡Wo podía ver a Dios en todos ellos!
Ellos celebraron su vida y finalmente él se curó.
Cuando se levantó por primera vez y fue a la sala con el espejo, lo vio en sí
mismo. Allí estaba el brillo; el patrón estaba allí. Miró a los médicos, a las
enfermeras, salió a la calle, ¡y todos lo tenían!
Ahora bien, lo que sucedió después puede
sorprenderlos. A esa altura, Wo podría haber hecho cualquier cosa, ya que
tenía conocimientos que iban más allá de su caja de creencias. ¡De hecho,
contradecían su doctrina; discrepaban con la idea de un Dios que juzgaba,
estaban en conflicto con las reglas!
Para confirmarlo, Wo hizo algo que nunca le contó a
nadie. Sin que nadie supiera a dónde iba, Wo visitó otra caja. Visitó la
caja que sus líderes le habían dicho que era la peor. Entró, se sentó y
lo que vio, él ya lo sabía. Todos tenían la esencia, todos tenían el brillo,
todos tenían el patrón. No reconoció las canciones que cantaban, pero hablaban
del amor de Dios, y en este lugar vio muletas colgadas en algunos lugares
representando las sanaciones que habían ocurrido en esa caja, y supo qué era lo
que estaba viendo.
Los Seres Humanos tienden a guardarse todo para sí
y nunca miran alrededor; a él nunca le habían contado de las sanaciones en
todas las demás cajas. Volvió a su propia caja y – esto puede sorprenderlos
–nunca la dejó. Ya tenía una sabiduría que le decía que no era necesario. No
tenía que alterar a nadie de su entorno, él conocía una verdad que se convirtió
en la propia. El amor de Dios era el mismo, sin importar la doctrina.
Cantó las canciones de otra forma; escuchó la
música de otro modo. Los que lo rodeaban vieron a Dios en Wo de otra manera. A
causa de la experiencia que había tenido, pudo compartir con ellos la belleza
de lo que era la transición al otro lado para darles esperanza, de modo que la
muerte perdiera su aguijón. Nunca les contó toda la historia. No tenía
necesidad, no había razón para hacerlo, porque todos eran buscadores.
Cuando Wo estaba en el viento de la transición,
había oído una voz. Nunca la olvidaría. La voz lo llamó por su nombre, mientras
tironeaba el cordón de plata. La voz dijo: Wo, cuando sea hora, también estarás
aquí. Hasta entonces, celebra el esplendor de lo que viste en cada célula,
porque Dios está en ti. Esto es lo que él se llevó; no hubo instrucciones
de la luz para regresar y evangelizar; no hubo instrucciones para decirle a
nadie que estaba equivocado, ni para cambiar ninguna cosa excepto a sí mismo.
Así vivió su vida. Nunca perturbaba a quienes lo
rodeaban, sólo les mostraba a Dios en sí mismo. Eso era suficiente para Wo.
Podríamos terminar la parábola contándoles que
llegó el día en que Wo experimentó el viento de la transición sin el cordón,
pero no se los vamos a contar, porque queremos dejar a Wo con ustedes, vivo y
trabajando en sociedad, como tienen que trabajar ustedes: como ejemplo del Dios
interior. Ejemplo de la paciencia, de la sabiduría, de la benevolencia y la
compasión que este Humano tuvo para todos los que lo rodeaban, sin importar
cuál fuese la doctrina de sus cajas. Porque eso es lo que estamos viendo con
ustedes.
Es una parábola para la Nueva Era, donde captarán
la esencia dentro de sí y la verán en otros como hizo Wo. El don de Wo es de
ustedes: vean a Dios en los otros primero. La personalidad la verán luego.
Tendrán más tolerancia a raíz de eso. Porque ustedes son muy diferentes.
Dado en amor en este día.
Y así es.
KRYON
*(NT: juego de palabras: man= hombre, woman=mujer)
Título en inglés: Parable of Wo and the box
of belief
Traducción: María Cristina Cáffaro
Edición: Susana Peralta
Sitio autorizado de Kryon por Lee Carroll www.manantialcaduceo.com.ar/libros.
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