por Francisca Suárez
La deforestación, gran parte de
ella ilegal, es uno de los principales contribuyentes al cambio climático. La
detección y la intervención de madereros ilegales en zonas remotas ha sido
siempre un desafío. A través del uso de teléfonos celulares reciclados,
Topher White, un joven físico, ingeniero e inventor, ha inventado un nuevo e
ingenioso método para detectar actividad ilegal en tiempo real.
Tomando como espacio de desarrollo a la selva amazónica, White explica cómo funciona el sistema, cómo logró crear el dispositivo móvil y por qué trabajar con la gente Tembé de Brasil es a la vez desafiante y gratificante.
Tomando como espacio de desarrollo a la selva amazónica, White explica cómo funciona el sistema, cómo logró crear el dispositivo móvil y por qué trabajar con la gente Tembé de Brasil es a la vez desafiante y gratificante.
En una entrevista con la revista National
Geographic, le preguntaron a Topher cómo se le había ocurrido la
brillante idea de utilizar teléfonos celulares reciclados para controlar la
tala ilegal y la caza furtiva en los bosques tropicales. Topher contestó:
"Todo comenzó cuando yo estaba en Indonesia como voluntario para cuidar de
una
comunidad de gibones. La tala ilegal es un problema; y es costoso para la
organización. Ellos estaban contratando a tres guardias a tiempo completo sólo
para proteger el santuario de la tala ilegal. Mi formación no tiene nada que
ver con la ecología. Lo que yo hago tiene que ver más con la física y la
ingeniería de software, así que sabía que sería bastante fácil
detectar los sonidos de motosierras de la selva mediante programación
remota, incluso si la gente en ese mismo lugar no podía oírlas. Yo había hecho
un montón de trabajo con teléfonos móviles, así que construí un sistema
utilizando viejos teléfonos celulares que tenía. Hoy ya hay cientos de personas
donando teléfonos cada mes".La deforestación es la segunda causa frente al cambio climático, contribuyendo aproximadamente en un 17 por ciento de todas las emisiones de carbono. Según la Interpol, entre el 50 y el 90 por ciento de la tala de los bosques es ilegal. Si somos capaces de proteger a unos pocos cientos de hectáreas de bosque con un viejo teléfono que ha sido desechado, podría ser la mejor manera de afectar el cambio climático. El teléfono está dentro de una caja de plástico para protegerlo, junto con algunos circuitos que se alimentan de la energía de los paneles solares en el exterior.
El dispositivo también tiene un
micrófono sensible, lo que hace posible escuchar el ruido de motosierra hasta
un kilómetro de distancia. Cada teléfono puede cubrir casi una milla cuadrada,
lo que significa que no se necesita una gran cantidad de teléfonos, sobre todo
si se los pone a lo largo de los principales puntos de acceso, como carreteras
o alrededor del perímetro.
Los teléfonos recogen el sonido de las motosierras o vehículos y transmiten el audio a través de la red de telefonía celular estándar hacia la nube, donde se analizan en tiempo real. En base a lo que se detecta, la alerta se transmite a guardabosques y guardas, generalmente a través de SMS. Cuanto más rápido se puede llegar al lugar en cuestión, menos daño se produce.
Los teléfonos recogen el sonido de las motosierras o vehículos y transmiten el audio a través de la red de telefonía celular estándar hacia la nube, donde se analizan en tiempo real. En base a lo que se detecta, la alerta se transmite a guardabosques y guardas, generalmente a través de SMS. Cuanto más rápido se puede llegar al lugar en cuestión, menos daño se produce.
Los Tembé son un pueblo indígena
que tienen cerca de 6.000 kilómetros cuadrados de territorio en el estado de
Pará, en el sur de la Amazonía. Sólo quedan unos 1.500 Tembé; que están bajo
amenaza constante de los colonos ilegales y la tala ilegal.Topher White, entre
otros, se ha dado cuenta de que una de las mejores maneras de proteger la selva
amazónica es empoderar a los pueblos indígenas.
"Los Tembé están muy bien organizados y mejoran cada vez. Hay alrededor de 30 guardaparques jóvenes que patrullan la zona y mantienen las fronteras seguras. Gran parte de esta zona es muy remoao y el servicio de telefonía celular muy débil, por lo que estos son los desafíos técnicos. Pero yo no podía pedir mejores socios que los Tembé. Para ellos es una lucha existencial. Están literalmente luchando por su supervivencia."
"Los Tembé están muy bien organizados y mejoran cada vez. Hay alrededor de 30 guardaparques jóvenes que patrullan la zona y mantienen las fronteras seguras. Gran parte de esta zona es muy remoao y el servicio de telefonía celular muy débil, por lo que estos son los desafíos técnicos. Pero yo no podía pedir mejores socios que los Tembé. Para ellos es una lucha existencial. Están literalmente luchando por su supervivencia."
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