Publicado
por E M A R
Puedes
ser tú hombre o tú mujer el que empiece a tener una fuerte motivación que le
tira hacia la búsqueda de la espiritualidad y el descubrimiento interior,
aunque cuando uno de los componentes de una pareja decide emprender la búsqueda
en solitario hacia el encuentro con uno mismo, se suceden varias cosas que se
van a presentar y a las que va tener que hacer frente.
Por
supuesto, cada experiencia en cada persona es distinta pero esto puede ser un
perfil habitual.
El que se
inicia en este trayecto espiritual en solitario, sabe que ha dado con algo que
le hace muy feliz y se llena de su propia alma.
Cuando
intenta compartir lo que siente con su pareja, esta se sorprende y no es capaz
de entenderlo y vivirlo del mismo modo que lo vive él, con entusiasmo e
ilusión.
Esto, en
un principio le hace sentir mal e incomprendido.
Para el
que emprende la búsqueda es un trago amargo el sentirse incomprendido, pero
para el que lo acompaña también, ya que le invade el temor, el terror de perder
a la pareja, y el de no entenderse si sigue así al hablar diferente idioma.
Pero pasa
el tiempo y el que está buscando se da cuenta que todavía le falta encontrarse
consigo mismo, que es duro seguir sólo en el despertar y que sería más fácil si
pudiera ser comprendido por su pareja, pero al mismo tiempo se adquiere calma,
bienestar y más comprensión, que antes faltaba.
Hay que
saber que es lógico y normal que no se entienda este comportamiento, pues cada
cual tiene su momento de despertar, su tiempo de “luz” en el que se da cuenta
del motivo de su existencia, aunque sea por un camino distinto al que la pareja
descubrió.
Le sigue
una nueva etapa en la que el buscador se da cuenta que su trayectoria, su
aprendizaje por decirlo de algún modo, está despertando en su ser más íntimo
una mezcla de entusiasmo, euforia, curiosidad, ganas de saber más y más, ganas
de compartir con los demás, por decirlo de algún modo.
Siente la
necesidad de hacer, decir y hacer cosas para compartir lo que percibe y vive
con tanta intensidad.
Y cuanto
más eufórico está en esto, la pareja se posiciona en un puesto de más
incredulidad y crecen lo abismos; ¡es normal, el que ha cambiado eres tú no tu
pareja!
¡Es tu
proceso de despertar de conciencia!
El que
emprende este camino sabe que no va a retroceder, no desea volver atrás por
nada del mundo, pero es que tampoco puede ni quiere, tiene clarísimo cual es su
postura aunque no su trabajo a seguir, se tiene que dejar llevar y fluir por
las “señales” y su intuición.
Se
empieza a tener un sentimiento distinto hacia las cosas (como de más desapego a
lo material), y se hace uno menos vulnerable a lo que dicen, hacen y piensan
los demás, porque por lo menos se tiene algo claro, empiezas a quererte más,
¡que ya es mucho!
La pareja
muchas veces no comprende nada y se desespera porque cree que te está
perdiendo, y puede que sea así, al no comprender como has podido cambiar tanto.
El que
emprende el camino espiritual, dedica el tiempo a buscar, se convierte en
insaciable buscador de sí mismo y de lo que le rodea, y sabe que no puede dejar
de buscar , se convierte en su forma de vida y cuanto más aprende de si mismo,
más se conoce y conoce a los demás.
Esto
tiene una recompensa, y es que su manera de ser producirá tarde o temprano un
cambio a su alrededor.
Y estos
cambios pueden ser de distintas formas.
El que no
busca, el que se mantiene igual puede tomar decisiones como esta:
Él o
ella, ve que has cambiado tanto que ya no eres el mismo/a que conoció y ya no
te comprende y le es más difícil cada vez estar a tu lado, ya que hay algo que
se le escapa que no puede controlar.
(Estáis
vibrando en diferentes frecuencias y la persona que se mantiene igual no puede
soportar ese estado vibracional más sutil del otro).
Otra es,
quedarse a tu lado por comodidad, por estatus, por economía, aunque no lo
entiendas y vivir vidas totalmente separadas en el espíritu, (que suele ser lo
más común).
Otra es
que el amor, el que no crea dependencia, ni exige, ni controla, ni quiere
cambiar a nadie se convierta en comprensión y en el motivo para vislumbrar lo
que le está sucediendo a tu pareja e inclusive puede despertar en ti lo mismo,
y te digas; seguro que aprenderé si empiezo a mirarle con los ojos del alma,
creo que hay una verdad ahí de la que puedo algún día beber de ella.
Unas
veces se rompen las relaciones de pareja, pero otras se transforman y se
entregan con más amor, se enriquecen y se nutren de una manera desconocida
hasta entonces.
Si habéis
recorrido el camino espiritual en solitario, recordad que no es impedimento
para mantener una relación equilibrada, sino todo lo contrario ya que puedes
comprender el porqué de las cosas y saltar esa dificultad que no es más que una
prueba más de la capacidad de amor que se tiene que sostener, ya sea compartiendo
la vida con la misma pareja y ayudándola con toda la información que tienes
,que para eso es la información para compartirla y así otros y tu pareja ,la
tengan y tomen su decisión o entendiendo que se tiene que romper para seguir
por otra senda que te hará sobre todo continuar aprendiendo, esta vez sin
rencor y sin reproches porque un ciclo ha terminado ,pero siempre habiendo
intentado ayudar a tu pareja y no dándole de lado porque con lo que has
aprendido seria una posición muy egoísta el no ayudar al dormido.
Cuando
uno despierta, despierta para el y para los que están con el, ya que lo normal
es compartir y ayudar a los demás a despertar, siempre con respeto y mucho
tacto, sin ofender, ni imponer.
La gran
suerte del mundo es lo que les sucede a las parejas que despiertan al unísono,
se convierten en una unidad que les conecta con el cielo y la tierra para
descubrir las verdades y el propósito de la vida.
Entienden
y comienzan a vivir la espiritualidad de forma activa en cada cosa que hacen,
lo viven y lo sienten juntos, por eso descubren cual es su sino en relación con
todas las cosas que les suceden en el día a día de una manera más equilibrada.
A la vez
descubren que han venido juntos a estar aquí en esto, en este justo tiempo
porque ya lo pactaron con anterioridad en algún otro “lugar” antes de nacer y
siempre por un motivo, ayudarse y ayudar con su ejemplo y su manera de vivir.
Por eso
estas parejas mantienen mejor el equilibrio vibracional ya que al ser ambos los
que se sostienen en una misma frecuencia les hace crecer espiritualmente de una
forma más evidente.
Eso es lo
que tiene que ser, si no pudiera ser después de haberlo intentado que cada
espíritu siga su camino de evolución con respeto y siempre dispuesto a ayudar
por que tarde o temprano todos llegamos a Roma, sería una pena llegar separados
al mismo sitio y darse cuenta de que se podía haber evitado si había amor entre
los dos.
Un abrazo
de luz.
Viajante
de las Estrellas
No hay comentarios:
Publicar un comentario