Nuestro cuerpo está formado
por un 75 % de agua. Sin embargo, este líquido no es una parte fija e inmutable
de nuestro organismo, sino que es un elemento que actúa como vehículo y
catalizador de nuestras funciones corporales.
Así el 92% de la sangre es
agua, como también lo es el 22% de los huesos o el 75% del tejido muscular.
Gracias a ella el cuerpo puede digerir la comida, depurar las toxinas, enfriar
los músculos y mucho más. Es decir, es una especie de combustible que ensuciamos,
quemamos y vertemos mermando nuestras reservas, y es por eso que necesitamos
reponer el agua casi constantemente.
De lo contrario nuestro
cuerpo comenzaría a verse comprometido y, como consecuencia, trataría de
protegerse eliminando funciones secundarias necesarias, pero no vitales, con el
fin de ahorrar el agua que nos queda. A este estado lo llamamos deshidratación
y
estas son sus principales consecuencias:
Fatiga. La falta de
hidratación provoca que la producción de enzimas y transmisores en el cuerpo humano
se reduzca, provocando estados de fatiga y cansancio.
Asma y alergias. Ante la
deshidratación el cuerpo fabricará histamina con el objetivo de dilatar los
vasos sanguíneos para favorecer la hidratación de los tejidos. Sin embargo, la
presencia de esta hormona agravará los procesos inflamatorios, alérgicos y
asmáticos.
Hipertensión. La sangre es
agua en un 92% pero si nos deshidratamos, ésta se volverá un fluido más denso
que presentará mayor resistencia en su desplazamiento elevando la presión
arterial.
Aumento del colesterol.
Ante la deshidratación, el cuerpo fabrica más colesterol con el fin de proteger
a las células de la pérdida de agua.
Problemas de piel. El
cuerpo humano excreta gran cantidad de toxinas a través del sudor, pero si nos
falta agua esta función no se realizará correctamente. La menor sudoración
concentrará las toxinas en la piel, lo que puede generar problemas de
psoriasis, dermatitis e incluso decoloración.
Desordenes digestivos. El
agua es necesaria para una correcta digestión y absorción de los nutrientes, de
lo contrario los minerales alcalinos, como calcio y el magnesio, podrían
generar problemas como reflujos, ardores y hasta úlcera o gastritis.
Problemas de riñón. Al
igual que en la piel, el cuerpo reducirá la función renal y la micción para
ahorrar el agua que le queda. Esto concentrará las toxinas en los riñones que,
sin poder ser excretadas, podrían provocar dolor y hasta fallo renal.
Estreñimiento. Sin agua el
colon no puede realizar su función, volviendo los movimientos intestinales más
lentos retrasando la evacuación. Esto provocará hinchazón abdominal, molestias,
dolor y estreñimiento.
Ganancia de peso. Si nos
falta agua el cuerpo tratará de retener líquidos a toda costa reduciendo tanto
la orina como las deposiciones. Es más, aumentará el apetito y la ingestión de
comida con el objetivo de extraer de ella el agua que sea posible.
Por eso las personas que
beben poca agua sufren un significativo aumento de peso, al contrario de como
cabría suponer.
Envejecimiento prematuro. Sin
agua tanto los tejidos como los órganos envejecerán prematuramente, esto
también incluye a la piel, que perderá toda su elasticidad acelerando la
aparición de arrugas.
Tras la reducción de las
funciones vitales no esenciales, solo quedaría la muerte. Y es que una persona
puede estar sin comer durante semanas pero solo entre 3 y 5 días sin agua. Es
necesario por tanto beber con asiduidad con el fin de permanecer hidratados y
asegurar la tasa de reposición de este valioso elemento. Por esto decimos que el
agua es vida.
Sin embargo, no debemos
limitarnos a beber el agua necesaria para sobrevivir, sino que de asegurarnos
una óptima hidratación nuestro cuerpo se verá recompensado.
Beber entre 1.5 y 2 litros
de agua al día mantendrá nuestra piel joven y aspecto radiante, nuestro cuerpo
sano, evitará el hambre y los atracones, y nos ayudará a perder peso.
No tienes por qué beberla
toda, también puedes asimilarla a partir de otros alimentos como son las frutas
y hortalizas, sopas, caldos e infusiones. Eso sí, huye de los refrescos y
bebidas carbonatadas pues la cantidad de agua no compensa su alto contenido en
azúcar.
…
Nota. Fuente del artículo:
http://www.collective-evolution.com/2015/09/06/11-reasons-dehydration-is-making-you-sick-fat/.
Traducción: Kike Pérez
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