La Luna llena en Sagitario tendrá lugar el lunes 17 de junio 2019
La
próxima Luna llena tendrá lugar en el entusiasta y visionario signo de
Sagitario.
Este
es el signo de la fe, el optimismo y la alegría.
Está
representado por el aventurero centauro, siempre explorando nuevos horizontes
que le permitan expandirse, y apuntando su flecha a lo más alto, simbolizando
así la búsqueda de un sentido superior, mientras cabalga con sus patas equinas,
representando esa parte animal que se deleita en el disfrute de los
sentidos.
Y es
que Sagitario es un signo de naturaleza dual, mitad animal, mitad
humano, que busca el saber o conocimiento superior del mundo espiritual, a la
par que experimenta su lado instintivo y salvaje.
Siendo
la espontaneidad una de sus características más resaltantes, Sagitario prefiere
pedir perdón a pedir permiso, simplemente se comporta con total naturalidad, se
toma la libertad de ser él mismo y expresarse según su impulso inmediato.
La
Luna llena en Sagitario nos lleva entonces a mostrar libremente nuestras
emociones, a expresarlas con sinceridad, de forma extrovertida, sin que nos
quede nada por dentro, puede incluso que nuestras emociones y nuestras de
afecto se vuelvan algo exageradas y que, sea cual sea la emoción que sintamos,
esta se vea amplificada, la rabia será menos contenida y más airada, mientras
la tristeza puede derivar fácilmente en una catarata de lágrimas, y la risa
convertirse en una gran carcajada. No obstante, la emoción predominante con
esta Luna es la alegría, aunada una sensación interior de optimismo que nos
tirará hacia arriba a pesar de cualquier dificultad o drama vital que podamos
estar experimentando.
La fe
que habita en el alma emergerá para tomar las riendas de cualquier situación,
animándonos a seguir adelante en pos de lo desconocido y a luchar por
conquistar nuestros sueños, inspirados por nuestros ideales,y a esbozar una
gran sonrisa a pesar del sufrimiento, permitiéndonos ver el vaso medio lleno en
lugar de medio vacío y llevándonos agradecer a la vida todo lo bueno que nos
ofrece por relativamente mucho o poco que sea.
Esta es la
actitud que hace de Sagitario un signo abundante, cuya meta es prosperar,
fructificar. Así que, a nivel emocional estaremos vibrando en esa actitud de
gratitud y expansión que favorece la energía de la abundancia, pudiendo así ser
capaces de manifestar algún propósito a través de la energía del Sol geminiano
que irradia su inquieta y versátil luz, su potencia intelectual, capaz de
utilizar el poder de la mente y las palabras para crear y manifestar, obrando
la magia que sólo la voluntad de una mente enfocada es capaz de expresar.
Hemos de procurar, sin embargo, no caer en la dispersión a la que este signo,
también dual, tiende habitualmente.
La
clave está en integrar su dualidad, para engendrar esa potencia creadora con la
que operará a través de sus ideas, palabras y movimientos.
Estaremos,
en todo caso, más ágiles y ocurrentes, y tenderemos a obrar con astucia y
curiosidad.
Esta
será pues una lunación inquieta, en la cual nos animaremos a movernos más de lo
habitual y dejar la zona de confort para expandir nuestro territorio e ir en
busca de esos nuevos y amplios horizontes que nuestra alma nos estará invitando
a explorar y conquistar.
Puede
darse algún viaje, ya sea corto (a, algún pueblo o ciudad dentro del mismo
territorio), por la presencia del Sol el Géminis, o largo (a un lugar más
lejano) resonando con la energía de esta Luna llena en Sagitario, o puede ser
simplemente que afloren nuestras ganas de viajar y que empecemos a fantasear
con las vacaciones.
Los asuntos
relacionados con el extranjero, como pueden ser importaciones y exportaciones,
temas migratorios, documentos tales como visados pasaportes o poderes, pueden
cobrar especial relevancia en este ciclo lunar y, especialmente, durante esta
Luna llena en Sagitario.
Temas
relativos a propiedades inmobiliarias en el extranjero y/o a familiares que
encuentran viviendo lejos o viajando pueden también protagonizar algún hecho
que nos afecte de alguna manera, ya sea positiva o negativamente.
Por
si fuera poco, y para intensificar la expresión de esta Luna llena en
Sagitario, el planeta Júpiter, quien es su dispositor por su regencia sobre el
signo de Sagitario y que se encuentra actualmente en su domicilio, estará muy
cerca de la Luna, ya que esta estará haciendo una conjunción separativa durante
el plenilunio, ello potenciará la estela de expansión que esta Luna propone,
así como las emociones, que estarán muy a flor de piel y pueden verse incluso
amplificadas.
Horas
antes del plenilunio la Luna habrá activado además la actual cuadratura entre
Júpiter en Sagitario y Neptuno en Piscis, que tiñe la atmósfera de una tensa
nebulosidad que desafía nuestra fe y nuestra confianza, así que es momento para
ser prudentes y evitar pisar en falso, caer en alguna trampa, engaño, traición
o sectarismo. La fe ciega puede precipitarnos a un abismo tras la
neblina, más cuando el tránsito del Sol en Géminis favorece la proliferación de
listillos y vendemotos y la Luna se encontrará dispositando a Mercurio que
actualmente se encuentra en el signo de Cáncer, así que atentos con lo que os
ofrezcan, sobre todo en temas de negocios, transacciones comerciales o asuntos
inmobiliarios porque puede haber gato encerrado.
Es posible
también, con las energías reinantes en torno a la atmósfera del plenilunio
sagitariano, que se exacerbe el caos a nivel político, que hayan problemas en
las comunicaciones, errores en escritos o confusiones derribadas de estos, así
como un índice mayor de problemas con la telefonía, proliferación de noticias
falsas, mayor probabilidad de episodios caóticos en la vialidad o en medios de
transporte, problemas con el coche, pérdida de maletas, riesgo de naufragios,
etc.
En un
sentido más agradable y favorable es una Luna propicia para meditar, para la
práctica devocional, para filosofar, cuestionarnos cosas y vislumbrar nuevas visiones,
inspirarnos a aprender y enseñar, así como para dar rienda suelta a la
imaginación, para descansar y desconectar de la rutina, para trabajar en
proyectos de tipo artístico que nos propongan el reto de ir un poco más allá de
lo habitual y avanzar a la conquista de nuevos territorios, para evadirnos del
mundanal ruido en el placer de la música, la poesía y otras formas de arte
inspirado, para soñar aquello que anhelamos y reconocer los desafíos que nos
propone el concretarlo, puede que soñemos más allá de lo que parece posible
realizar, que pequemos de poco realistas, pero como bien dicen, soñar no cuesta
nada, sin embargo, un poco de energía saturnina que nos haga tocar tierra y
equilibrar esa imaginación desbocada y desenfocada con algo de sentido práctico
nos puede ser de gran ayuda en estos momentos. Y, como dice el dicho, “a Dios
rogando y con el mazo dando”… Está bien tener fe, optimismo y devoción, pero si
esa fe no va acompañada de pragmatismo se puede diluir y hacer que nuestros
sueños se escurran como arena entre los dedos.
Añadiría
para finalizar ese hermoso axioma iniciático que reza: “Observa la rueda del
destino y trabaja”.
¿De qué nos
serviría la visión de Sagitario si el signo que le sigue, Capricornio, no nos
señalara limites claros y nos propusiera desarrollar la tenacidad, esfuerzo y
disciplina necesarios para poder plasmarla o cristalizarla de forma realista y
consecuente?.
Tendremos
además a Mercurio, Marte y el Nodo Norte en conjunción en Cáncer opuestos a
Saturno, Plutón y el Nodo Sur que aún se encuentran en Capricornio, lo cual
representará en función de esta Luna llena sagitariana la invitación a tomar
una iniciativa que marcará el rumbo de nuestras vidas en la búsqueda de esa
expansión que nuestra alma está demandando, esta puede tratarse por ejemplo de
comenzar una familia o expandir la que ya tenemos, iniciar un negocio propio,
iniciar trámites para algún asunto relacionado con la casa, como puede ser la
compra o venta de un inmueble, el proyecto de algún viaje o residencia en el
extranjero, etc., a la par que se nos propone o incluso exige, de alguna
manera, soltar el lastre de alguna estructura caduca en nuestras vidas que,
aunque parece negase a morir, ya ha cumplido su ciclo, es tiempo de cerrar
algunos karmas, al menos de momento, y pasar página para enrumbarnos hacia
espacios más amplios y promisorios.
Este
cambio puede, sin embargo, darse de forma violenta y desafiar nuestras
resistencias. Puede conllevar además algún tipo de conflicto de intereses,
discusiones y desencuentros con hermanos, vecinos, amantes o violentar la
comunicación en el ambiente familiar, en este sentido, si hemos de sostener
algo, entre todo aquello que hemos de soltar, que sea la paciencia y la
voluntad para seguir adelante con las iniciativas que nosotros mismos hemos
elegido o bien, que el destino, como expresión de nuestro inconsciente, quizá
de forma forzada, nos ha llevado a tomar como salida a una situación que nos
pide soltar una estructura que ya no da más de sí.
Se cierran
entonces situaciones desgastadas del pasado y, a cambio, se abre la puerta a
iniciativas razonables que resuenan en nuestro interior y que nos facilitarán
el despliegue de horizontes más amplios, quizá poco definidos o claros aún pero
que nos plantean el reto de confiar en el sentido superior de los
acontecimientos, así como en nuestra intuición. Al estar Júpiter retrógrado,
sería conveniente ir revisando los proyectos sobre la marcha para ajustar lo
que sea necesario. Con el tiempo las cosas se irán aclarando y tomando su
lugar.
Meditemos
pues bajo esta Luna llena en Sagitario, disfrutémosla plenamente sin perder por
ello la perspectiva, haciendo que la magia del Universo conspire a nuestro
favor, en tanto en cuanto reconocernos la voluntad divina con la cual será preciso
alinearnos y, para ello, habrá que soltar ciertos lastres y asumir el timón de
nuestra alma y, aunque el panorama se presente nublado, confuso, sostener la fe
y afinar la intuición puede ayudarnos a mantenernos a flote hasta llegar a ese
nuevo puerto u horizonte que poco a poco se irá abriendo ante nosotros, será
como una cortina que se rasga de golpe y nos presenta un panorama poco claro o
definido pero, aún así, esperanzador, como si una tenue luz atravesara esa
neblina y nos permitiera intuir algún faro que, poco a poco, nos irá guiando
allí donde es nuestro destino llegar. Confiemos en los designios del Universo
que, en su inefable sabiduría, suele escribir derecho con líneas torcidas.
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