Hermanas y hermanos, fundamos en Uno nuestros corazones, para abrazar en amor, a toda la Humanidad que clama por compasión por todo lo que el odio, el egoísmo, y la codicia, nos han permitido construir. Tengamos compasión, aún más profunda, por la falta de amor en nuestros propios corazones.
Somos Humanidad, somos el chacra Laríngeo del planeta, mientras la Jerarquía de Maestros, es el chacra Cardíaco y Shamballa, el lugar donde la Voluntad de Dios es conocida, es el chacra Coronario.
Sumemos
nuestras invocaciones, todos juntos somos poderosos, para que, desde nuestras
Almas, nos consagremos a la “ejecución del Plan de Amor y de Luz” que es la
tarea de “la raza de los hombres”.
En
Leo, dentro de lo ms profundo de la cueva del corazón, hemos comprendido, somos
Seres Solares, pasando por una vida temporaria en la Tierra, hemos venido a
experimentar y vivir la Divinidad Esencial de todas las formas que es como
decir que hemos venido a experimentar la presencia de Dios en todo.
Maitreya,
el amigo de todos, nos mostró el modo de mirar, para ver la Luz en el medio de
la oscuridad y la divinidad dentro de todas las formas de la naturaleza y en
cada ser humano sobre la Tierra.
Como
Maitreya, el Cristo, miremos la Luz, la divinidad esencial en todo. Empecemos
por ver a la Humanidad de la Tierra como una expresión de esa divinidad, a la
que se le dio la tarea de ejecutar el plan de Amor y de Luz. No se trata de
cambiar las formas, se trata de cambiar mi forma de mirar, observar donde pongo
mi atención.
¿Miro
lo bello, lo verdadero y lo bueno en cada ser humano? O por el contrario miro
lo que le falta, lo que para mí, es incorrecto en él, lo juzgo y lo condeno. Lo
excluyo y lo impugno por no ser igual a mí.
Leo,
el fuego del Alma, nos enseñó a mirar lo mejor en cada ser. Cuando lo aplicamos
a nuestra vida, para nuestra sorpresa, se nos va revelando esa belleza, esa
bondad, esa verdad, que cada ser humano nos muestra, si miramos como Cristo.
Ahora, en Virgo, se nos llama a vivir que “Somos la Madre y Somos el Hijo que
Somos Dios y al mismo tiempo somos Materia”
La
danza, entre Leo Virgo, que nos recuerda que “Yo soy Eso y Eso Yo soy” y Soy la
Madre y Soy el Hijo y Soy Dios y Soy Materia, nos revela desde lo más profundo
nuestra verdadera identidad. Comprendemos quien en verdad soy, quien en verdad
somos, y lo aceptamos con alegría y humildad.
Cuando
esto sucede la Vida se hace más liviana, más alegre, más bella. Y como dijo el
poeta “nos vamos de novio con la Vida, dejando atrás toda la pena, y todo
espejismo de vida solitaria”
Marta
Paillet
PLENILUNIO
DE VIRGO
31
de agosto – 01:37am Hora Greenwich
30
de Agosto - 22:37hs
Argentina
30
de agosto: 08:37pm para Miami, Puerto Rico, Cuba, Santo Domingo
“Soy
la Madre y el Hijo, Soy Dios, Soy Materia.”
Tipo
de energía: Nutritiva
Función:
Servicio sacrificado
Rayos:
2do. y 6to.
Regente
Exotérico: Mercurio (4to.Rayo)
Regente
Esotérico: Luna (4to. Rayo) –
Regente
Jerárquico: Júpiter (2do. Rayo)
El
signo de tierra de Virgo simboliza la Madre del Mundo, quien da a luz y
alimenta toda vida desde las profundidades de su ser. En su matriz, las cosas
maduran lenta y finalmente son traídas a la luz. Las cualidades relacionadas
son la perseverancia y la persistencia. La energía de Virgo nutre, protege y revela
la realidad espiritual. La madre protege, ampara y cobija al alma oculta. La
nota clave que más exactamente encierra la verdad en cuanto a la misión de
Virgo es: “Cristo
en ti, esperanza es de Gloria”.
La
Virgen es la madre del principio Crístico. La Virgen es la pureza. Ella
auspicia su nacimiento. Virgo es el símbolo de la materia, polo contrario del
espíritu que se une a ésta a través del nacimiento del
Hijo. La constelación de Virgo es un campo energético en el espacio que impulsa
al sistema solar, al planeta y a cada ser humano para que cumplan la meta de la
evolución a través del principio Crístico. Esta energía expresa todo lo bueno,
lo bello y lo verdadero. Sostiene el plan de nuestra alma, lo nutre.
Es
el plenilunio del Maestro Jesús.
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