por cristinalaird
Este
27 de Abril, la Luna Nueva en Tauro nos invita, como cada año, a sembrar
intención en tierra fértil. Pero esta vez, la tierra no está quieta, algo se
mueve en las oscuridades de Gaia. Bajo la superficie se agitan fuerzas
profundas, y el suelo, que parece estable, tiembla con antiguos ecos y futuras
revelaciones.
Esta lunación se forma en oposición exacta a Lilith en Escorpio, desatando una tensión entre el deseo de seguridad y control (Tauro) y la verdad cruda, salvaje y visceral que Lilith representa desde las profundidades escorpianas. Junto a la Luna Negra (Lilith)se
encuentra Haumea, arquetipo de la fertilidad primigenia, lo que sugiere que de este conflicto puede nacer algo nuevo, si nos animamos a atravesarlo. Lilith representa esa parte de nuestra psique que se resiste a ser víctima. Lucha desesperadamente por su derecho a ser libre y apasionada sin culpas morales o sumisión.El
eje Tauro-Escorpio se extiende en una Gran Cruz fija con Marte en Leo y Plutón
en Acuario. Esta configuración representa una acumulación de tensión que busca
salida: fuego, voluntad, pulsos de transformación que desafían las estructuras
estáticas. Plutón y Marte, en su tercera oposición desde Diciembre pasado,
intensifican la sensación de que algo a nivel colectivo está por romperse o
redefinirse. Mientras tanto, Venus, regente de esta lunación, dueña absoluta
del crepúsculo hasta ahora, transita los últimos grados de Piscis, entre Saturno y Neptuno.
La belleza y el deseo pasan por un filtro de maduración, disolución y espera.
Venus está por cruzar a Aries, pero antes observa cómo Saturno se prepara para
unirse a Neptuno en ese signo de fuego a partir de finales de mayo. Esto marca
un nuevo ciclo espiritual y creativo, aún en su preámbulo. Venus que alcanzó su
máximo brillo en el cielo vespertino el 14 de Febrero, descendió hacia el
horizonte del atardecer mientras se acercaba rápidamente a su paso entre la
Tierra y el Sol —su conjunción inferior— el 23 de marzo de 2025. Después
de ese momento, este brillante planeta que inspiró a los griegos a llamarle por
el nombre de la Diosa de la Belleza, emergió rápidamente en el cielo de la
mañana. Después de finales de abril de 2025, Venus no volverá a verse tan
brillante en el cielo de la mañana hasta noviembre de 2026. Esta danza de Venus
entre el alba y el crepúsculo nos recuerda la cara doble de Afrodita. Amante y
esposa pero no del mismo dios, se debate entre el deber y el placer
eternamente. Su matrimonio con Hefesto no le trae felicidad pero su apasionado
y eterno romance con Ares si. Entonces, pregúntate, ¿donde te sientes en este
vaivén entre lo que haces por obligación y lo que haces por amor?
Y
como si todo esto no fuera suficiente, Júpiter en Géminis forma una
cuadratura con Ceres en Piscis. Este aspecto describe con claridad la
tensión actual en el comercio global: la imposición de tarifas, las guerras
comerciales, los juegos de poder entre países. Pero también muestra quién paga
el precio: los agricultores, los pueblos, la Tierra. Ceres en Piscis parece que
no tiene voz en estas negociaciones, pero representa lo que se sacrifica cuando
se comercia sin consciencia.
Esta
Luna Nueva es un punto de tensión, pero también de posibilidad. La Cruz fija
necesita acción, canalización, liberación de energía. Nos invita a reconocer lo
que se ha estancado, lo que ya no podemos sostener, y a permitir que algo nuevo
brote en medio del caos. Todos estos planetas dejando Piscis para lanzarse a
vorágine del Fuego de Aries nos están preparando para que podamos armarnos de
agallas y fe en nosotras mismas y atrevernos a Ser todo lo que somos en la
totalidad de contradicciones y creatividad que conforman nuestro Ser.No es una
lunación fácil. Pero como toda semilla en la tierra oscura, representado por un
Saturno que cambia de signo preparándose para el encuentro con Neptuno, lleva
en sí misma la posibilidad de Vida y el augurio de un nuevo capítulo de nuestra
existencia.
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