Centro Holística Hayden

Escuela de Autoconocimiento personal y espiritual

Master Reiki Usui - Master Reiki Karuna - Master Reiki Egipcio Seichim - Terapeuta Holística - Facilitadora espiritual - Numeróloga Evolutiva Humanista.

A través de estas herramientas te encuentras con tu verdadero Ser...aqui estamos....esperando darte la mano.........

18 de abril de 2025

Plenilunio y Festival de Pascua

Simbolismo del Equinoccio y el festival de Pascua

Aunque el equinoccio tuvo lugar el pasado 20 de marzo, aún es oportuno recordar su profunda conexión con los antiguos y modernos festivales de la Luz para comprender mejor el próximo plenilunio.

Este equinoccio —cuando el día y la noche se igualan en duración— no solo señala el inicio de la primavera en el hemisferio norte, sino que también representa un momento crucial en astrología: el ingreso del Sol en Aries, primer signo del zodiaco. Esta transición marca el nacimiento simbólico de la energía solar, un despertar del fuego interno que impulsa la acción, la renovación vital y el

comienzo de un nuevo ciclo tanto personal como colectivo.

En astrología, Aries es regido por Marte, planeta asociado con la fuerza, el coraje y el movimiento. En este contexto, la luz simboliza el renacer del yo, una chispa que enciende tanto a nivel personal como colectivo. Es el momento de sembrar nuevas intenciones, reconectar con el propósito y dejar atrás la oscuridad del invierno, dando paso a una vitalidad renovada.

Muchas culturas antiguas, a través de festividades como Ostara, Nowruz, Pésaj o Pascua, han honrado este momento cósmico a través de ritos vinculados al fuego, la luz, la fertilidad y la renovación. Aunque desde perspectivas distintas, todas comparten una conexión profunda con el ritmo espiritual del universo, donde el cielo y la tierra dialogan, revelando una verdad esencial: la luz que despierta afuera es reflejo de la que nace dentro de nosotros.

La Escuela Arcana, con su sabiduría esotérica, identifica tres momentos de máxima intensidad espiritual, coincidiendo con las tres primeras lunas llenas del año [astrológico]: la de Aries, con su Festival de Pascua o Resurrección; la de Tauro, con el Festival de Buda o Wesak; y la de Géminis, con el Festival de la Humanidad.

Con el próximo plenilunio, que activa el eje Aries/Libra, damos la bienvenida al primero de los tres Festivales Mayores, concretamente al festival en el que el impulso, la voluntad, la fuerza, el dinamismo y la capacidad de derribar obstáculos son los protagonistas.

 Veamos su gráfico.

 

La Luna como dominadora de tensiones

En esta lunación, la Luna ocupa el rol de planeta dominador de tensiones, asumiendo un protagonismo especial por su posición dentro del mandala astral.

En astrología, se llama planeta dominador de tensiones a aquel que, por su ubicación destacada en relación al resto de los cuerpos celestes —especialmente cuando se encuentra en el lado opuesto a la concentración planetaria—, actúa como un foco de energía e influencia predominante.

En este caso, la Luna, aislada en el signo de Libra, se enfrenta o dialoga con un cúmulo de planetas ubicados del lado contrario del zodíaco (Piscis-Cáncer), convirtiéndose así en la protagonista principal. Su energía se impone con un intercambio directo con casi todos ellos, excepto con Plutón, con quien mantiene un vínculo indirecto a través de Marte. Este entramado da forma a un cielo de sensibilidad delicada, donde las emociones y los sentimientos, aunque sutiles en su expresión, se intensifican y emergen con fuerza al momento de tomar decisiones personales.

Lo que se presenta no es solo una tensión, sino una posibilidad creativa. La Luna, como catalizadora, nos impulsa a buscar armonía a través del conflicto, obligándonos a mirar de frente nuestras contradicciones para transformarlas. Sin embargo, esta energía no se activa sola: reclama nuestra participación consciente y nuestro compromiso personal para manifestarse de forma constructiva.

Así que no te sientas abrumado o abrumada. Si identificas en qué áreas de tu carta natal impacta este plenilunio, sabrás dónde enfocar tu atención y tu intención.

Y realmente vale la pena aprovecharla: esta es una oportunidad para integrar fuerzas opuestas, sanar desequilibrios y moldear una expresión auténtica y equilibrada de ti mismo, alineada con el orden cósmico que potencia la estructura cuadrangular de la figura de aspectos.

Sobre el arquetipo de Aries

Como sabes, Aries es el primer signo del zodiaco y, por tanto, el signo que marca los inicios de cualquier ciclo de manifestación, siempre de forma impetuosa y entusiasta.

Pero no sólo eso, sino que también alberga una fuerza de empuje capaz de enfrentarse a cualquier reto o impedimento que encuentre en el camino hacia su máxima expresión.

Es un signo de fuego y transmite a nuestra vida planetaria las energías del Primer Rayo, el Rayo de Voluntad o Poder.

Las notas claves de Aries, recuperando algunas de las notas de Alice A. Bailey en su libro Astrología esotérica, imparten la misma idea:

1. Expresión de la voluntad de ser y hacer.

2. Desarrollo del poder de manifestación.

3. Llegada a la unidad desde el esfuerzo.

Poder volver al punto de partida puede sernos muchas veces de gran ayuda, en cuanto a que nos ayuda a poder rectificar o reajustar nuestro camino.

El mes de Aries es un buen momento para reconectarnos con nuestro verdadero yo y, desde el «yo soy», llegar al «yo quiero» y al «yo puedo», sintiéndonos más útiles y con la certeza interior de poder avanzar y prosperar.

Los signos de Aries y Libra en la Catedral de Chartres

Aries es el signo del comienzo, del inicio del sendero del encuentro con nosotros mismos, de esa parte heroica que se encuentra en nuestros corazones y que emprende el viaje de Aries a Piscis a través de Tauro.

Este sendero de autoconocimiento es el único que permite el retorno a la Casa del Padre, el único camino en el que podemos llegar a controlar la forma (la personalidad) y poderla luego someter al dictado del Alma, que es propio y único.

No es casualidad que al plenilunio de Aries se le denomine también el «Festival de la Resurrección», entendiéndose como 'resurrección' la construcción de un puente entre la personalidad y el alma, permitiendo una fusión gradual con un nivel superior de la existencia, y trabajando cuatro «R»: la reorganización, la repolarización, la reorientación y la regeneración.

Aries es un signo que nos invita a abrirnos a nuestros recursos internos para irradiar belleza en nuestra comunicación y relaciones cotidianas, a través de la consagración de ideas y pensamientos originadas en nuestra dimensión más elevada.

¿Sabes cuál es tu dictado? Aprovecha esta primera Luna llena del año astrológico que, además, viene cargada de integración y manifestación, para tomar impulso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario