Al inicio de la porción Tsav, el Creador le dice a Moshé: “Habla a tu hermano Aharón, y habla acerca de los sacrificios en la mañana y en la tarde”. Esto era durante la época del Tabernáculo. Y el Meor Einayim dice, en referencia a los sacrificios y al altar, que el fuego debía estar encendido todo el tiempo en el altar y que nunca debía apagarse. ¿Cuál es el secreto de este versículo?
Él dice que
sabemos que cuando el mundo fue creado, fue revelada la totalidad de la Luz de
Creador. En ese momento, Adán, quien podía conectarse con esta Luz, podía verlo
todo. Él podía ver el pasado, el futuro y tener claridad acerca del presente.
Cuando conectaba con esta Luz, Adán podía ver toda la eternidad. Pero luego,
cuando Adán actuó con su Deseo de Recibir para Sí Mismo, la Luz se
ocultó.
¿Qué le
ocurrió a esa Luz? Rav Áshlag habla acerca de ello en la introducción a Las
Diez Emanaciones Luminosas. Dice: “La Luz fue revestida”. El ocultamiento
no significa que la Luz fue eliminada; simplemente significa que no podemos ver
la Luz más allá de Sus vestiduras a menos que podamos penetrarlas. Y esa Luz
fue ocultada dentro de la sabiduría de la Torá, dentro de los secretos de la
Kabbalah. Por ello, el propósito de nuestro estudio realmente es poder tener
acceso a esa Luz Oculta.
El gran
sabio Rav Meir dice que el secreto de este entendimiento es que el propósito
del estudio no es la sabiduría o la información, sino penetrar las vestiduras y
acceder a la Luz Oculta, lo que se llama Or HaGanuz. Este fue el
propósito de Rav Meir y de todos los verdaderos grandes kabbalistas: tener
acceso a la Luz Oculta que existe dentro de la Torá, dentro de los secretos del
estudio de la Kabbalah, los secretos de este mundo. Y el propósito de un
kabbalista verdadero, como fue el propósito de Rav Meir, no era enseñar, ni impartir
sabiduría o información, sino dar a las personas el acceso para conectar con
el Or HaGanuz, la Luz Oculta. Porque si una persona tiene acceso a
la Luz Oculta, tiene claridad sobre el día de hoy y también una visión del
futuro.
Ese, nos
dice, es el secreto de este Shabat, y el secreto de esta semana. Y el
Kabbalista Meor Einayim dice que no se está refiriendo a un sacrificio que se
eleva; más bien esta es la enseñanza o el estudio que está destinado a elevar a
una persona al Or HaGanuz, la Luz Oculta. Porque mediante el
verdadero estudio, el individuo se eleva, pero sólo si su propósito al estudiar
es acceder a esta Luz Oculta. Si una persona estudia sólo para obtener
sabiduría o ganar entendimiento, pero no tiene primordialmente en su deseo que
el único propósito de su estudio es poder acceder a este Or Haganuz,
esta Luz Oculta, entonces nunca accederá a ella.
Una persona
puede volverse sabia y obtener información y sabiduría. Pero si el único
propósito por el cual está estudiando no es tener acceso a la Luz Oculta,
entonces dicha persona nunca podrá tener acceso a ella. Porque si alguien tiene
el mérito de conectar a través de su estudio con la Luz Oculta dentro de la
sabiduría, entonces está destinada a llegar a un nivel de elevación en el que
pueda ver el futuro. Si el propósito de un individuo no es poder conectar con
esa Luz Oculta, para que pueda acceder al futuro, entonces realmente no hay un
verdadero propósito en su estudio.
Y de verdad
tenemos que evaluarnos en nuestro estudio. ¿Podemos ver el futuro, quizá no
hasta un año, pero en los siguientes diez minutos o seis meses? ¿Podemos
comenzar a apreciar genuinamente ver el futuro? Porque ese es el propósito del
estudio. Si estamos estudiando de verdad y con un verdadero deseo, eso nos da
acceso a esta Luz Oculta. Y si tenemos acceso a la Luz Oculta, podemos ver el
futuro. Sin embargo, hay un gran peligro en obtener sabiduría, entendimiento o
información. Pensamos que eso es lo único importante, pero Moshé nos pregunta
si estamos haciendo que el propósito y el enfoque de nuestro estudio sea poder
ver hacia el futuro. Porque si una persona está estudiando realmente y se está
conectando de verdad con el conocimiento y no a nivel superficial, sino con la
Luz que está dentro de ese conocimiento, entonces esa persona debe obtener
acceso a la capacidad de ver el futuro. Esta es la razón por la que Rav Shimón
bar Yojái en el Zóhar pudo dar enseñanzas que sólo podrían ser reveladas por
los sabios muchas generaciones después.
Así que, la
enseñanza más importante de todo esto es que el propósito de nuestro estudio es
obtener acceso al Or HaGanuz, la Luz Oculta, y gracias a ello,
tener la capacidad de ver el futuro. Y cuando tenemos acceso al verdadero nivel
llamado la Luz Oculta, el tiempo, el espacio y el movimiento dejan de existir
como barreras. Rashi, el gran kabbalista y comentarista, dice que la gente
necesita ser despertada ante esta enseñanza, especialmente cuando hay una falta
de entendimiento real de por qué estudiamos y cuál es el propósito de todo este
estudio. Si una persona estudia de verdad con este deseo, con este propósito, y
a través de su estudio puede acceder a la verdadera Luz que ese encuentra en el
interior, entonces no hay mas velos ni barreras; y esta persona puede eliminar
los velos de la Torá literal, de la sabiduría literal, y la Luz es revelada
completamente.
Tenemos que
preguntarnos en este Shabat Tsav si entendemos por qué estamos estudiando.
¿Entendemos por qué estamos intentando tener acceso a esta sabiduría? Quizá hay
otras razones secundarias, pero la razón más importante de por qué deberíamos
impulsarnos a estudiar es porque queremos tener acceso a la Luz Oculta; no
queremos volvernos sabios, no queremos recibir información, no queremos poder
enseñar… queremos tener acceso a la Luz Oculta que está detrás de esta
sabiduría. Si un individuo no hace que ese sea el enfoque de su estudio, no hay
propósito de estudiar si el enfoque y el deseo detrás no son tener acceso
al Or HaGanuz.
Por lo
tanto, esta es una de las enseñanzas que queremos recibir en este Shabat: un
reenfoque de la razón de nuestro estudio. Hay sólo un propósito real en nuestro
estudio, el cual es tener acceso al Or HaGanuz. Y es tan simple
como eso, es decir, cada uno de nosotros, hoy y mañana, cuando nos sentemos a
estudiar, deberíamos recordar que si entendemos que la razón por la que estamos
estudiando ahora es porque queremos tener acceso a la Luz Oculta dentro de las
palabras que vamos a leer, entonces recibiremos la oportunidad de lograrlo.
Pero si no tenemos esa conciencia, si no pedimos eso antes de comenzar a
estudiar, nunca tendremos acceso a la Luz Oculta.
Y ¿cómo
evaluamos si realmente estamos teniendo acceso al Or HaGanuz? Si el
presente y el futuro son lo mismo. Si estamos obteniendo la capacidad de ver el
futuro, ese es el propósito. No es el propósito de las almas justas, es nuestro
propósito. De nuevo, quizá no todos nosotros lograremos empezar a ver un año o
dos años a futuro justo al comenzar a concentrarnos en esto y a pedir por ello,
pero deberíamos poder comenzar a sentir al menos diez minutos, media hora, una
hora del futuro. Ese es el propósito; presente y futuro tienen que ser lo mismo
para nosotros.
La forma en
la que obtenemos acceso a esto es mediante nuestro estudio. Que cuando estemos
estudiando, nos digamos a nosotros mismos: “¿Por qué estoy estudiando ahora? No
es por la sabiduría, no es para resolver un problema, sino porque sé que más
allá de estas palabras hay Luz Oculta. Y pido que, a través de mi estudio,
tenga acceso a esa Luz Oculta. Y al obtener acceso a esa Luz Oculta, también
tengo acceso al futuro”. Si tenemos esta conciencia, la pedimos y somos
consistentes, obtenemos acceso a la Luz Oculta y al futuro. Esta es una
enseñanza importante y el regalo que recibimos en Shabat Tsav.
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