por Jennifer Hoffman - 1 de Febrero de 2011
Cuando una clienta con la que he trabajado por muchos años me llamó para decirme que estaba en el hospital y que había sufrido un ataque cardiaco casi fatal, me sorprendió un poco, pero entendí lo que le estaba sucediendo. Un amigo mío está apesadumbrado por la muerte de varios amigos cercanos en los últimos meses. Y en los últimos seis meses yo he hecho numerosas lecturas con personas que se están recuperando de lesiones cerebrales, tumores o cirugías. ¿Qué está pasando con ellos y estamos todos en riesgo? ¿Será posible que cada uno de nosotros pudiera estar en camino a casa en cualquier momento? ¿Debemos tener miedo?
Todos hemos estado conscientes de los cambios y descargas energéticas que nos han estado bombardeando cada vez con mayor frecuencia e intensidad durante los últimos diez años, y algunos de ellos son intensos. Estos nos afectan físicamente porque nuestros cuerpos tienen que absorber las energías y no siempre están listos para ellas. Somos recableados y recalibrados para que podamos funcionar dentro de las nuevas energías y esto puede implicar enfermedades. Una de las razones para que las energías vengan en olas es para que no seamos sobrecargados o abrumados por ellas porque son muy poderosas. Pero para poder integrarlas plenamente, a veces hace falta un poco de trabajo ‘bajo cubierta’.
Muchas de las personas que han experimentado algún problema de salud grave también han hecho un importante trabajo de sanación y la fase final puede implicar una reestructuración física. Un ‘ataque’ cardiaco es una interrupción en el campo electromagnético del corazón; cualquier alteración de la función cerebral es literalmente un proceso en el cual el cerebro es re-cableado para aceptar nuevas frecuencias, iniciaciones, patrones de pensamiento y sabiduría. Muchas personas han completado sus contratos álmicos y su karma y están eligiendo partir; ya no quieren ni necesitan estar aquí. Otros nos están ayudando con el karma y los contratos que tenemos que resolver y sus problemas de salud o fallecimiento pueden ser parte de ese proceso.
Se nos está re-calibrando, nuestro ADN se está activando y cambiando de carbono a cristalino, y nosotros tenemos que absorber frecuencias energéticas mayores y más elevadas. Estamos re-naciendo en nuestras nuevas formas físicas a través de las cuales podemos abrazar plenamente la ascensión, divinidad y nuestro nuevo propósito. Este proceso es parte de nuestra ascensión y es necesario que honremos este camino, en nosotros mismos y en los demás, y sepamos que lo que sea que esté sucediendo es correcto y perfecto. Agradezcan a quienes eligen terminar su viaje ahora, pues ellos han esperado mucho tiempo para esto. Y aquellos que están experimentando el proceso de re-cableado, sean amables y pacientes con ustedes mismos; cuando haya terminado van a entender el “qué” y el “porqué” de este proceso.
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
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