El 18 de febrero Quirón entró en el signo de Aries donde permanecerá
unos años. Sin embargo, la entrada de Quirón en este signo no es demasiado
afortunada en un principio. Ya que en el grado 29 de Piscis se encuentra la
estrella Scheat que no es muy afortunada.
Una estrella irregularmente variable, de color amarillo oscuro, se
encuentra situada en la pata izquierda de la constelación de Pegaso. De acuerdo
con Ptolomeo, es de la naturaleza de Marte y de Mercurio. Causa extrema
desgracia, es una estrella conflictiva y violenta. Como veis no es demasiado
alentadora. Esto es como echar sal en la herida de Quirón.
Con Quirón en Aries sólo nos sentimos motivados para
defender una causa si es la causa de otras personas, pero sin voluntad propia.
Nuestro dolor, inseguridad y miedo están compensados por vacías exhibiciones de
bravura y por un espíritu belicoso que podrían llevarnos a un ciclo repetitivo
de empresas autodestructivas; hace que tengamos tendencia a emprender acciones
prematuramente, como reacción inmediata a nuestra tensión emocional.
Puede ser que nuestras expresiones espontáneas de pasión y
voluntad fuesen aplastadas cuando eras pequeños, sutil o manifiestamente, el
resultado es una profunda confusión, y la convicción de que lo que queremos y
lo que somos no es aceptable, y de que no debemos empeñarnos en conseguir
nuestros deseos, apareciendo una parálisis de nuestra voluntad, bajo la cual se
oculta una profunda rabia.
A veces, nos esforzaremos mucho por encontrar algo que poder
hacer y que te no de la sensación de «ser» nosotros mismos que tanto
necesitamos. Imponiéndonos tareas imposibles, cargadas con la misma intensidad
con que buscas la confirmación de que existimos.
Con este emplazamiento podemos proyectar sobre nuestro cuerpo el
sentimiento de incomodidad y vergüenza que nos produce el hecho de existir;
quizá nos sintamos mortificados por rasgos que los demás ni siquiera
advierten, pero que a nosotros nos parecen espantosamente feos o
deformes.
Puede ser muy útil que orientemos nuestra actividad profesional al
campo de la salud, física o psíquica, ya que tienes la capacidad de actuar como
catalizadores en ciertas situaciones, y de contactar con el ser interior de los
demás.
No olvidemos, en cualquier caso que el signo donde tenemos Quirón nos enseña a abrazar la herida y aprender de ella acrecentando la aceptación, compasión y sabiduría para ayudar a nuestro entorno. Su emplazamiento muestra donde nos sentimos heridos o discapacitados y también anuncia las herramientas para desarrollar nuestra maestría sanadora. Ahora nos puede costar un poco más ya que la estrella Scheat lo dificulta.
No olvidemos, en cualquier caso que el signo donde tenemos Quirón nos enseña a abrazar la herida y aprender de ella acrecentando la aceptación, compasión y sabiduría para ayudar a nuestro entorno. Su emplazamiento muestra donde nos sentimos heridos o discapacitados y también anuncia las herramientas para desarrollar nuestra maestría sanadora. Ahora nos puede costar un poco más ya que la estrella Scheat lo dificulta.
Con Quirón en Aries existe una herida en la voluntad personal, en
la confianza para asumir riesgos personales. Miedo a tomar la iniciativa y a
hacer cosas nuevas. Inseguridad en uno mismo. Complejos relacionados con
imperfecciones físicas que pasan desapercibidas para los demás.
Sin embargo y aunque nos cueste, podemos estimular a los otros a confiar en ellos mismos y a emprender caminos autónomos y a asumir riesgos. Los demás se sentirán estimulados, si los ayudamos a ser valientes, a sacar al guerrero interior.
Sin embargo y aunque nos cueste, podemos estimular a los otros a confiar en ellos mismos y a emprender caminos autónomos y a asumir riesgos. Los demás se sentirán estimulados, si los ayudamos a ser valientes, a sacar al guerrero interior.
Esta configuración nos influirá a todos, aunque de forma
más intensa en las personas que tengan en su carta natal:
1. Quirón como planeta dominante.
2. Sol, Luna o Ascendente Sagitario.
3. Aspectos Marte-Quirón.
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