Quirón
ingresa en el signo de Aries el 18 de abril 2018, vuelve en Piscis el 26 de
septiembre hasta el 19 de febrero 2019 cuando definitivamente se instala en
Aries y se queda hasta mitad de abril del 2027, luego de haber visitado
unos meses desde junio a septiembre del 2026 Tauro. Se trata de un cuerpo
celeste lento, que entra en retrogradación seis meses en el año y cuando esto
sucede nos empuja a reconsiderar los acontecimientos pasados y entrar en una
pausa de reflexión.
El glifo de Quirón es una llave y su influencia
permite abrir muchas puertas sobre todo las interiores y con diferentes métodos
y mucha sabiduría. Con una pequeña acción puede aportar un potente efecto, ya
que una pequeña llave puede abrir una gran puerta.
En el sistema Solar Quirón tiene una posición
clave, ya que está más allá de Saturno y antes de Urano como si fuera un puente
entre el mundo antiguo de la necesidad y concreción de los límites y el mundo
moderno de las manifestaciones que iluminan y que aportan libertad. Se
encuentra entre la conservación y la revolución, entre lo antiguo y lo moderno,
entre la tierra y el cielo.
La esencia de Quirón es compleja, desde la “figura”
mitológica, mitad hombre y mitad caballo, el centauro tiene una doble
naturaleza psicológica: algunos centauros eran salvajes, injustos y gruñes;
mientras Quirón era manso y sabio, un verdadero maestro. De todos modos, es
variada y compleja su misma sabiduría, pues era a la vez médico, herbolario,
científico y maestro de vida.
Hoy en día Quirón está muy presente en el análisis
de los temas natales.
Quirón nos puede indicar el camino de la curación
que probablemente es la forma de conocerse a uno mismo en toda nuestra
complejidad y conocer dónde se forma ese laberinto para desenredarlo y
redescubrir la unidad de nuestro ser.
La posición de Quirón no garantiza, que un
individuo sea siempre conciente del poder de curación, de ser maestro, médico o
terapeuta, muchas veces sale una fuerza salvaje y perturbadora propia del
centauro. Es por esta razón que en ese sector se necesita aprender, hacer un
camino de madurez y alcanzar el conocimiento de sí mismo. Cuando nos abrimos a
Quirón, él nos aporta una gran percepción.
El sector dónde Quirón se encuentra es muy
significativo, porque es ahí dónde estamos llamados a curarnos y dónde podemos
tener experiencias que nos duelen mucho. Con frecuencia se esconden heridas de
mucho dolor porque no las queremos vivir, pero ellas quedan en nuestro
inconsciente y desde ese lugar profundo, de manera potente guían nuestras
acciones y reacciones.
La función de Quirón es traer estas experiencias a
nivel conciente y por eso recordamos sucesos vividos con temor o con un fuerte
dolor a lo largo de nuestra vida. Es cómo que podemos finalmente ver y
enterarnos de esa herida. La doble naturaleza de Quirón, mitad hombre y mitad
caballo refleja también nuestras duplicidad o nuestra parte en luz y parte en
sombra. Estas partes deben ser aceptadas, además de ponerlas en relación una
con la otra. De hecho, Quirón tiene también la función de restaurar la
integridad, de conectar lo que tenemos emocionalmente separado o roto a
pedazos, de modo que podemos repararlo y rehabilitarlo.
Cuando sucede nos sanamos en el alma. Quirón puede
curar emociones lastimadas, una reputación dañada y también las relaciones
interrumpidas o lesionadas. Es obvio que se precisa tiempo para que la curación
ocurra, siempre cuando nos permitimos atravesar ese dolor que en algún momento
aparece. Quirón es capaz de sanar heridas internas o heridas de vidas pasadas y
hacernos tomar conciencia de los talentos innatos.
El retorno de Quirón después del viaje alrededor
del Zodiaco es muy interesante, sucede más o menos a los 49 o 50 años y puede
explicar porque se tiende a vivir esa edad como un lamento, una aflicción o
pena. Sin embargo, es un momento de verdad y de integración interior para
volver al propósito de sí mismo. Si las heridas fueron reprimidas y se ha
intentado ignorar el dolor tanto emocional, como físico Quirón ahora lo trae a
la superficie. A veces las personas se sienten con muchos más años encima y
otras veces en un tiempo de florecimiento de la sabiduría, depende del trabajo
hecho consigo mismo.
El ingreso de Quirón en Aries tiñe esta energía de
las características del signo. La capacidad de ser de ayuda, sanador, terapeuta
y maestro nos empieza a salir de forma espontánea, también a veces con
verdaderos esfuerzos físicos. Es como que una voluntad interior nos empuja a
querer defender los demás, sobre todo los más débiles. Sin embargo, lo podemos
hacer por un impulso inconsciente de “poder” sobre la vida de los demás o
porque se comprende que experimentar soluciones sobre los demás es menos
arriesgado. Se tiene la convicción de poseer la solución por cualquier problema
y la capacidad de tener actos de coraje que ayudan a superar inseguridades de
fondo. La herida interior a sanar puede ser el de no ser visible, es decir el
de no ser reconocido por la valentía, el coraje y las propias capacidades. En
las relaciones se tiende a ser más apasionado, impetuoso, pero más sincero y
leal. Se privilegian las sensaciones corpóreas y se desea entender las propias
acciones mediante el desarrollo conciente del aquí y ahora. Veamos cómo nos
afecta según el sector en nuestra carta natal.
QUIRÓN EN
LAS CASAS
CASA I
Aporta cambios en la personalidad, es la
oportunidad de curarnos y de mostramos de otro modo, más acorde a lo que uno es
y, a como uno piensa. Se aprende a imponer autoridad y, a obtener mayor
seguridad en uno mismo y no temer los juicios de los demás.
CASA II
Se precisa indagar sobre las certidumbres, propias
convicciones y se deben curar heridas sobre las certezas personales o los
bienes materiales. Habrá que considerar el bienestar y la propia serenidad.
Podemos conseguir concretar seguridad interior, sin perseguir los sueños sino
apreciando más las comodidades.
CASA III
Aquí Quirón nos enseña a tomar espacios para
entender cosas, para razonar sobre lo que no se comprende. Es un tiempo de
cuidar los pensamientos, de confrontar con otra forma de pensar que no se
conoce.
CASA IV
Nos enseña a entrar más en contacto con la familia,
a encontrar el equilibrio que trae tranquilidad. La herida puede estar en la
estructura familiar y se precisa rediseñar una nueva forma. Se aprende a vivir
con los familiares de manera más autentica, sin depender de ellos.
CASA V
Una lección de Quirón en este sector puede ser la
comprensión de la propia fuerza, de las posibilidades y la capacidad de poder
expresarse. La curación adviene cuando ya nadie puede desestimarnos, sino que
ya existe una potencia que ayuda a enfrentar riesgos y problemas.
CASA VI
Tiempo para aprender que no todo va según los esquemas
preestablecidos, pero si no nos dejamos llevar por un abatimiento o bloqueo
podemos organizarnos y dar más color a la rutina diaria.
CASA VII
Podemos curar tanto las relaciones con los demás,
como el tomar contacto con nosotros mismos. Se sana la capacidad de vivir al
interior de la pareja, se conquista una mentalidad de pareja, indispensable
para una vida de a dos. Se sale de una soledad y se consigue una apertura hacia
todo lo que se puede compartir con los demás.
CASA VIII
Quirón nos lleva a revisar y a sanar nuestras
actitudes más profundas y radicales. Se pone en discusión partes nuestras que
deben soltarse y que no nos sirven más. Nos confrontamos con nuestras herencias
y tenemos la posibilidad de curar aquellas castradoras e incómodas.
CASA IX
Es un momento para curar nuestro deseo de
conocimiento y dejarnos atraer por las personas de diferentes culturas. Es hora
de ampliar nuestros horizontes y de ser creativos, generosos tanto consigo
mismo como con los demás.
CASA X
Podemos alcanzar una particular cualidad con Quirón
en este sector, que es el saber atender los eventos propicios. Se espera las
cosas que interesan porque se sana nuestras certezas en las capacidades.
Sabemos que podemos volvernos un líder y recibir un reconocimiento importante.
CASA XI
En este sector es importante sanar los ideales. Se
refuerza una exigencia de ver más claramente el futuro. Nos abrimos a otras
posibilidades, otras formas de pensar aceptando opiniones diferentes que nos
permiten hacer proyectos nuevos.
CASA XII
Quirón nos estimula a curar o mejor a reapropiarnos
de aquellas partes de nosotros más verdaderas y autenticas, que de algún modo
hemos olvidado en la psiquis. Tal vez a través del dolor tenemos la alegría de
descubrir la ternura, la alta sensibilidad y profunda compasión que nos
acompaña.
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