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20 de febrero de 2019

PISCIS LA AUTORREALIZACIÓN EL TRABAJO DEL SALVADOR


Extracto del libro “Hércules, el hombre y el símbolo”
Dr. Sri K. Parvathi Kumar
Ed. Dhanishta

Vamos a considerar brevemente el 12° trabajo de Hércules para concluir estos doce trabajos. Voy a ser breve, puesto que hay muy poco que contar en detalle.
Este 12° trabajo de Hércules tiene que ver una vez más con el trabajo del Salvador del Mundo, y a medida que se completa el trabajo, el Salvador pasa a los planos superiores. El símbolo de Piscis indica el Alfa en la Omega y la Omega en el Alfa.
Cuando los trabajos se llevan bien a cabo, el Iniciado avanzado pasa a los planos superiores.

El Maestro le dijo a Hércules que había trabajado bien como Hijo de Dios, y el Señor mismo estaba complacido con los trabajos de Hércules. El Maestro fue informado de que el hijo del hombre se había convertido totalmente en Hijo de Dios, y estaba ya asegurado para los Círculos Superiores, después de haber realizado bien los trabajos en esta rueda.
El Maestro le dijo a Hércules que fuera una vez más a las regiones inferiores a liberar a un ganado de color rojo que se entraba más allá de las aguas, en el otro lado, bajo el control de un monstruo ayudado por un perro de dos cabezas. Este monstruo tenía tres cabezas y seis brazos, y el perro tenía dos cabezas. Una vez que este trabajo fuera completado, Hércules estaría asegurado para los Círculos Superiores.
Hércules comenzó el trabajo, y de camino hacia él adoró a Agni, el Dios del Fuego, consiguiendo un recipiente de oro. En ese recipiente de oro navegó sobre las aguas y llegó hasta la isla donde aquellas vacas rojas se encontraban bajo la custodia del monstruo.
Mató al perro de dos cabezas y también al monstruo de tres cabezas y seis brazos, puso a salvo el ganado en aquel recipiente de oro y lo devolvió a la ciudad sagrada.
El trabajo de devolver a un grupo de seres a su lugar original en la ciudad sagrada es obra del Salvador. Se trata de poner al seguro la raza hacia la Luz. Se trata de trabajar de tal manera en la que se da una Iniciación de masas.
Después de haber tenido la experiencia de ser él mismo Luz, es necesario compartir con una raza esa misma Luz que se ha experimentado. Dio el impulso que habría de durar durante siglos y preparó el camino que había sido preparado antes por sus antepasados. Sólo entonces es completo el trabajo del Hijo de Dios en lo que a este ciclo se refiere.
El recipiente de oro es la Luz dorada en que se convirtió el cuerpo de Hércules, y con ese cuerpo flotaba sobre las aguas, las aguas de la vida, que se encuentran en su proceso involutivo. Tuvo que enfrentarse al monstruo de tres cabezas y al perro de dos cabezas. En el sendero de involución hay tres puntos en los que el ser se encuentra atado. Esto se representa con el pasar por el proceso del primero, segundo y tercer fuego para convertirse en el fuego de la materia, así como por el primero, segundo y tercer aire, y luego por la primera, segunda y tercer agua, así como por la primera, segunda y tercer materia.
Respecto a estos cuatro triángulos, hay una atadura o condicionamiento triangular en el proceso de involución que tiene que deshacerse en el proceso de evolución. Están las aguas del cielo que involucionan como aguas de Cáncer y llegan a lo más profundo del fondo como aguas de Escorpio y más tarde vuelven a ascender hasta los cielos mediante un proceso de destilación. Esto es lo que vemos en este signo de agua.
Del mismo modo lo encontramos también en los otros elementos. El descenso es triple y es encendido como alma, como personalidad y como individualidad.
Es un proceso de involución. Luego está la inversión del sendero en donde las aguas que llegan a lo más profundo de la materia son elevadas de nuevo. Eso es cierto en el caso de todos los demás elementos como la materia sólida, el fuego y el aire.
Cuando los dos aspectos, es decir, la individualidad y la personalidad se abren, uno vive como alma no condicionado por la personalidad ni por la individualidad.
Ahora Hércules había alcanzado un estado en el que estaba completando incluso el tercer aspecto, el aspecto alma, para convertirse en 'Super Alma' o Alma Universal, fundiéndose en el Depósito de Consciencia y ascendiendo desde esta rueda de involución y evolución. Allí tiene la posibilidad de difundirse a sí mismo en el medio aire para que mediante la invocación de su nombre pueda ser invocado, o según la opción pueda ascender hasta los Círculos Superiores. Hay algunos que eligen permanecer en el medio aire. Estos se difunden en el medio aire y su vibración llega hasta nosotros nada más que pronunciamos su nombre. Es una cuestión de preferencia.
En el caso de Hércules, el Maestro dijo que Hércules tenía que ser asegurado en los Círculos Superiores.
Hércules realizó la tares aliviando una raza que estaba en esclavitud. En una iniciación de masa que tiene lugar mediante el Hijo de Dios, de modo que una parte numerosa de la humanidad se siente inspirada a caminar por el Sendero de la Luz. El aspecto de involución y evolución en él ya no existe en lo que a este ciclo se refiere, y ese es el perro de las dos cabezas.
EL MONSTRUO DE LAS TRES CABEZAS
También superó las tres distorsiones que ocurren durante la involución. Una distorsión es el descenso, tal y como ocurre en Aries, la segunda distorsión es el sentido lateral que ocurre en Géminis, y la tercera distorsión es el descenso vertical en el condicionamiento físico que tiene lugar en Libra. Éstas son las tres distorsiones a las que uno se ve enfrentado.
Así hay tres nudos por medio de los cuales el alma está atada al cuerpo según el funcionamiento de los signos del zodiaco que nos rodean. Una vez que los tres nudos se sueltan, quedamos liberados de esta rueda.
Si observamos los trabajos de Hércules, vemos que los doce trabajos no se realizan en doce meses. Cuando pasamos por el undécimo trabajo se nos arroja una pauta de que cada trabajo le llevó a Hércules un ciclo de doce años. De este modo el ciclo que recorrió de 12 por 12. No se trata de que simplemente recorramos un año y terminemos los 12 trabajos, sino que son muchos los ciclos por los que se completa cada uno de estos trabajos.
Al final el hombre está fuera de esta rueda cuando ha superado el triple condicionamiento referido como vencer al monstruo de tres cabezas.
Hay una gran escritura sagrada en Oriente que habla de este monstruo de tres cabezas llamado Tripurasura, Asura significa 'monstruo' y Tripura significa 'tres ciudades' en sánscrito. Las tres ciudades son las tres circunscripciones en que el ser vive dentro de un sistema orgánico.
Muchos son los secretos que se dan en esa escritura sagrada "El Secreto de Tripurasura", en la que se describen en todo detalle las prácticas de las que hemos estado hablando durante todo este seminario. En sánscrito se llama Tripurasura Rabasya. Rahasya significa el secreto del monstruo de las tres cabezas, que es un secreto mientras estemos haciendo las cosas de manera exotérica. Tendremos que resolverlas una por una.
El héroe de la historia de Tripurasura es la voluntad.
La única cualidad que el alma necesita para resolver los tres condicionamientos es voluntad. Esa escritura sagrada habla de la energía de Siva mientras explica los trabajos relativos a las tres ciudades. Hay también una explicación de esos aspectos mediante el descenso de las aguas. Se dice que las aguas del cielo descienden verticalmente y luego hacen un movimiento horizontal para llegar al océano, que se llama Pótala o los mundos inferiores. Así se describe en el símbolo de la svástica.
Sobre la Tierra se produce el descenso vertical y el fluir horizontal, que llegan a lo más profundo de las regiones inferiores. El primer descenso tiene lugar en Aries, el movimiento lateral es en Géminis. En Libra ya hemos hablado elaboradamente cómo entramos en el Pátak el condicionamiento físico. El trabajo de Hércules en la casa duodécima es fundamentalmente el trabajo de desatar los tres nudos debido a los cuales vivimos en esta rueda y de ese modo superamos los aspectos involutivos y evolutivos de esta rueda. Cuando terminó el trabajo, Hércules fue recibido en los Círculos Superiores.

Plenilunio de Piscis
Febrero 2019

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