Escuela Huber
El 29 de junio se produce el novilunio de Cáncer.
Pero antes de pasar al gráfico que le corresponde, vamos a
pararnos un momento en uno de los arquetipos del signo, recuperando la analogía
que hace Louise Huber de Cáncer en su libro Los signos del Zodíaco.
En la vida, el crecimiento se produce debido a fuerzas que nos afectan desde dentro y desde fuera. Este proceso también puede observarse en el reino vegetal con el ejemplo de la semilla de un árbol. Una sola
bellota contiene todo lo que finalmente acabará siendo una enorme encina.Para crecer, la semilla necesita un suelo apropiado que la
nutra de sustancia, así como beneficiarse de la actividad del sol y de la
lluvia. Una vez que el brote ha salido a la superficie, el viento lo fortalece.
La maravilla del crecimiento y del despliegue de aquello que estaba contenido
en la semilla no podría producirse si en su interior no existiera la capacidad
de reaccionar de forma positiva a las fuerzas del exterior.
Cuando un ser humano reacciona de forma correcta a las
influencias que recibe del exterior y también a la voz interna de su corazón y
a su intuición, entonces progresa mediante percepciones graduales hacia la
completa autorrealización (interior y exterior se convierten en una unidad).
Continuando con el ejemplo del árbol, en Cáncer (el signo más
profundo del zodíaco) podemos imaginarnos el árbol de la vida con unas sólidas
raíces profundamente arraigadas en la tierra.
Como relata la leyenda, en este árbol están sentadas las tres
divinidades que hilan la trama del destino (las Moiras), lo cual es una
indicación de que el destino empieza en las raíces o en la fuente. Allí
precisamente reside la causa de todo el proceso de desarrollo de la vida. En
Cáncer está ya presente el germen o la semilla de la vida que nos empuja hacia
la escalera de la individualización.
Es la misteriosa fuerza del desarrollo y de la evolución que, como en el resto de signos cardinales, tiene que ver con la voluntad. En Cáncer, la voluntad personal empieza a tomar conciencia de sí misma y, por primera vez, se percibe el anhelo de subir a la cima, es decir, de llegar a Capricornio.
En el gráfico observamos figuras triangulares y lineales: intercambio y acción. Se trata de un nuevo ciclo con un buen equilibrio de los cuatro temperamentos, o las cuatro energías básicas: intuición, percepción, reflexión y emoción.
La acción puede venir determinada por esa cuadratura de Marte,
en el signo de Aries, con Plutón en Capricornio que siempre pide movimiento y
que, por tanto, le pide pasar a la acción.
En Cáncer, la Luna rige exotéricamente sobre la forma; y
Neptuno, esotéricamente sobre la conciencia. La Luna hace del individuo Cáncer
una persona emocional con una fuerte necesidad de apoyo y libertad en mostrar
sus sentimientos; por su parte, Neptuno, le acerca al anhelo de superación
hasta la conciencia universal, al amor y a la solidaridad universal.
Una de las principales características del signo de Cáncer es
su gran sensibilidad, que en determinados casos, desde las reacciones rápidas e
intensas al entorno, puede convertirse en susceptibilidad.
De algún modo, este Novilunio nos confronta nuestra parte
dependiente de la opinión ajena con la parte de conciencia receptiva a ideales
mayores y a valores transpersonales.
Con esta energía, podemos reconocer nuestros sentimientos que
nos conectan con lo que nos enraíza y también reconocer qué es lo que nos
permite sentirnos más seguros y protegidos, qué es lo qué genera en nosotros un
sentimiento de familia y pertenencia.
Recuperando la idea de acción y movimiento que ya hemos
comentado, ¿sobre qué debes actuar ya? ¿Qué te pide tener más en cuenta en
estos momentos tu parte más emocional? ¿Aprovecha esa energía de Aries para
escuchar tus sentimientos más profundos, sabiendo que quizá tienes que abandonar
parte de tu esencia y liderar los cambios necesarios para sentirte y vivir en
una «casa iluminada»
Ubica el grado de Cáncer de este novilunio (7º22') en tu carta
natal para identificar la casa y, por tanto, los temas de tu vida dónde tendrá
mayor impacto: esa será tu área personal de trabajo.
Y recuerda: como la bellota es en sí una encina, tú también
eres semilla de lo que puedes llegar a ser.
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