La historia en la porción de Shlaj Lejá es una con la que muchos estamos familiarizados; es la historia de los espías. El Creador le dice a Moshé que envíe a doce espías a la tierra de Israel, y la mayoría de ellos regresa con un informe negativo. Los israelitas en consecuencia se llenan de temor y tristeza, y surge la negatividad. En cierto punto, mientras Moshé le pide al Creador que no permita que se manifieste la oscuridad que los israelitas han despertado, él dice algo muy interesante y a la vez muy fundamental para nuestro trabajo espiritual. Él le dice al Creador: “Ahora, por favor, permítenos
fortalecer Tu fuerza. Permítenos engrandecerte”. Es bastante extraño; él está hablándole a Dios, el Creador de todas las cosas, y le está diciendo esencialmente: “¡Permítenos, juntos Tú y yo, engrandecerte!”. Si no entendemos lo que esto significa, podría sonar un poco absurdo"Hay un secreto detrás de esta
frase".
Para poder entender el secreto de ese versículo, hay una
hermosa historia en el Talmud, en la cual Rav Yehoshúa ben
Leví dice que cuando Moshé subió a los Mundos Celestiales vio que el Creador
estaba tejiendo y ataviando coronas a las letras. Y los kabbalistas explican
que la corona representa el nivel supremo de la revelación de la Luz de
Misericordia llamada Érej Apaim. Entonces, Moshé ve al Creador
ciñendo coronas a las letras, lo cual representa el trabajo del Creador de
traer la Luz de Misericordia a este mundo. Él está viendo y presenciando esto,
sabiendo que no se trata del Creador haciendo la acción física, sino que se
trata de él mismo presenciando el deseo que tiene el Creador de enviar la Luz
de Misericordia. Después, el Creador de pronto le dice a Moshé: “¿No hay paz en
tu ciudad?”. Esta es la traducción literal, que en esencia podría entenderse
como si el Creador estuviera enojado con Moshé; como si el Creador estuviera
preguntando: “¡¿Por qué no saludaste?!”. Si bien esto es lo que el Creador
parece decirle a Moshé, desde luego que hay un secreto detrás de esta frase.
"Esto comienza con la conciencia
de responsabilidad".
¿Cuál es el secreto? El secreto es que el Creador en realidad
le está preguntando a Moshé: “¿Por qué no me estás ayudando a revelar la Luz de
Misericordia en este mundo?”. Moshé queda desconcertado, y responde: “Pero,
Creador, Tú tienes toda la Luz, todas las bendiciones, ¿qué voy a hacer yo y de
qué manera te voy a ayudar?”. El Creador le dice a Moshé: “No entiendes;
necesito tu ayuda. Tú debiste haberme ayudado”. De inmediato, Moshé reconoce su
responsabilidad y le dice al Creador: “Muy bien, voy a darte la fortaleza para
que la gran Luz de Misericordia se revele en este mundo”. Y Moshé, en este
versículo, revela y habla acerca de la máxima comprensión de la responsabilidad
de todos nosotros; el Talmud nos dice que esta interacción entre la Luz del
Creador y Moshé en realidad es la interacción entre el Creador y cada uno de
nosotros, con relación a nuestra propia responsabilidad de hacer que descienda
la Luz a este mundo.
Uno de los secretos de Shabat Shlaj Lejá es que el Creador nos
está diciendo, cada día: “Debes ayudarme”. Por lo tanto, tenemos que trabajar
en alcanzar el estado al que llegó Moshé, reconocer: “Haré lo que pueda para
permitir, ayudar y fomentar que la grandeza de la Luz del Creador se revele en
este mundo”, y después dar los pasos para atraer esa Luz de Misericordia al
mundo. Y esto comienza con la conciencia de la responsabilidad; conciencia con
la que podemos conectar a través de la porción Shlaj Lejá.
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