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Cuando pienso en Géminis, me abro a recibir los regalos de
Mercurio. Con sus zapatos alados nos conecta con los Dioses, penetra en nuestro
universo interior y crea conexiones entre nuestras partes dispersas y
contradictorias. El hermano de la luz y el hermano de la sombra, Cástor y
Pólux, nuestra propia dualidad.
Nos quedan pocos días con el Sol en Géminis y podemos aprovechar hasta el 21 de junio, el día del Solsticio, para iluminar con sus rayos
nuestras contradicciones vitales. A veces los demás se ponen nerviosos nos animan a “aclararnos”, a tomar “una decisión” porque el mundo no soporta bien la tensión de los opuestos. Nos empuja a posicionarnos en uno de los extremos, a ser fieles a nuestras opiniones de ayer y a congelar el flujo caótico de la existencia. El Sol en Géminis quema con sus rayos estos fotogramas planos, dispersando sus cenizas al viento. Y de repente vemos que hay campanillas y mariposas y nos quedamos maravillados, respirando, y viendo el brillo de la Mente, su poder de alfombra mágica voladora, aquella que no tiene limites y nos transporta a cualquier parte, a veces sin mucho rumbo y por las calles de misteriosos cuentos inventados.Mercurio estará de nuevo en Géminis del 13 de junio al 5 de
julio, el domingo saldrá de su zona de sombra, veloz y poderoso en su propio
signo, dispuesto a ayudarnos sobre todo en la casa astrológica por la que
transita en nuestra propia carta natal y a hacernos de guía en el mundo del
Aire. Ese mundo que es el dominio del pensamiento, de las ideas, de la comunicación
y del movimiento. Mira cuando paseas por los bosques, quizás esa pluma de
pájaro en tu camino es una invitación a explorar las dimensiones del Aire en
todo su esplendor y ligereza. Empieza a escribir, a hablar, a moverte y así
descubres la Magia de Mercurio.
Venus vendrá a aliarse con Mercurio en Géminis, transitará por
el signo desde el 23 de junio hasta el 18 de julio. Entonces los espíritus
volátiles penetrarán nuestros deseos, las relaciones, la estética y nuestra
noción de belleza. La inteligencia será estimulante y apetecible, las mentes
ajenas se vuelven de lo más fascinante, igual nos enamoramos de un poeta
maldito o de un filósofo de otro siglo o simplemente nos dispersamos como si
tuviéramos mil pájaros en nuestro corazón.
Para alinearnos con estas energías os recomiendo prestar
atención a la brisa cuando os toca la piel, al aire cuando se mueve por vuestro
mundo, al viento y su sonido, y a sus símbolos: los abanicos, pájaros,
ventiladores, plumas, bolígrafos, cuadernos, móviles, y todo lo que nos
transporta. Después, en honor a Mercurio y su signo Géminis, escribimos cada
día en nuestro cuaderno, publicamos más a menudo en redes, escuchamos
activamente, compartimos nuestras ideas y volvemos a conectar con las personas.
Y lo más importante, el regalo más grande de Géminis es la capacidad de
sostener la dualidad, nuestras contradicciones, alegrías y tristezas, nuestra
alma multicolor, sin reprimir nada de ello y honrarlo todo, creando puentes
entre dimensiones internas y externas.
Os contaré más cosas pronto y os dejo con una pluma y unas
flores encontradas en mi bosque….
© Margit Glassel
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