Por Jennifer Hoffman
http://enlighteninglife.com
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13 de Abril 2015
Traducción: Fara González
Tuve uno de mis días menos
productivos en esta pasada semana, un día que comenzó con un arranque tardío,
cuyo punto culminante fueron dos siestas y algunas conversaciones telefónicas
no planificadas. Al final del día, cuando miré mi lista de cosas por hacer noté
que había poco marcado como hecho. Tuve un momento de arrepentimiento seguido
de una comprensión de algo más, que ‘ser’ era todo lo que necesitaba hacer y
podría ponerme al día luego. Sea lo que estuviese haciendo, aunque pensé que no
estaba haciendo nada, era exactamente lo correcto para ese momento. No era
perezosa ni estaba ociosa, estaba participando en trabajos que no requerían la
aplicación de mi cuerpo físico para nada.
Nos olvidamos que somos seres
espirituales ante todo y humanos después. Pero nuestra humanidad ocupa tanta de
nuestra energía que a menos que físicamente nos apaguemos, durante esos
momentos que nuestro espíritu necesita trabajar, la humanidad toma el mando. Si
han cuidado alguna vez de un niño pequeño saben cuánto tiempo y energía
necesitan – así es como nuestro ego o lado humano actúa a veces. Y justo como
acuestan a un bebé para su siesta cuando está cansado y molesto, nuestro humano
a veces necesita ser puesto a un lado para que nuestro espíritu pueda disponer
de algún tiempo.
Como portales de energía somos
conductos para la energía que está tanto entrando como saliendo del planeta. Si
no estamos presentes energéticamente no podemos facilitar los intercambios de
energía y cuando ese trabajo deba ocurrir, lo hará como pueda. No estamos
siendo perezosos cuando estamos tan exhaustos que tenemos que descansar,
tampoco somos ociosos cuando no tenemos energía alguna para hacer algo a no ser
sentarnos y contemplar nuestra lista de cosas por hacer. Es en esos momentos,
cuando no sucede nuestro hacer que nuestro ser está trabajando más. Lo mejor
que podemos hacer es darle suficiente espacio y aprovechar el tiempo para
descansar – y tenemos que hacerlo porque no va a ocurrir nada más.
El trabajo energético que
hacemos no es solo importante sino que es nuestra razón de estar aquí. Estamos
aquí para ser un conductor energético y lo que hacemos con y dentro de nuestra
humanidad es cómo utilizamos la energía que recibimos y compartimos en el
planeta. Es también cómo procesamos cualquier energía que está saliendo y
permitimos que se vaya en gracia. Si no somos capaces de hacer este trabajo,
este no se hace.
Cuando nuestro enfoque cambia de
hacer a ser, cuando nuestra mente quiere hacer cosas pero nuestro cuerpo no
coopera estamos realmente ‘haciendo’ lo que se supone que estemos haciendo, lo
cual es estar presentes energéticamente. Eso no es siempre conveniente dentro
de nuestras ocupadas vidas pero es más importante para nosotros ser que hacer,
porque todo pasa al asiento trasero cuando eso debe ocurrir.
para hacer
algo, o justo tienen que descansar y tomar una siesta, no están siendo
perezosos, están permitiendo que su humano tome tiempo para que su espíritu
pueda hacer lo suyo. Disfruten esos momentos y sepan que el trabajo que hacen
en ese momento es más importante que cualquier otra osa en su lista y serán
capaces de ponerse al día después con su ‘hacer’, bendecidos por toda la
energía que su ser está disponiendo para ustedes.
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