Los esenios eran vegetarianos estrictos según las pautas actuales, las comunidades esenias se abstenían de comer carne fresca, alimentos derivados de la sangre y líquidos fermentados. Quizás una de las explicaciones más claras de su dieta se pueda encontrar en el siguiente pasaje de los manuscritos del mar Muerto:
«No mates el alimento que te llevas a la boca. Pues si comes alimento vivo, este te dará vida, pero si matas tu comida, el alimento muerto también te matará. Pues la vida sólo procede de la vida, y la muerte siempre viene de la muerte. Todo aquello que mate tus alimentos, también mata tu cuerpo».
Su estilo de vida les permitía llegar
a edades avanzadas, hasta los 120 años o más, con vitalidad y mucha
resistencia.
El efecto Isaías, Greg Braden
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