por cristinalaird
El 25 de Mayo de este
2025, Saturno entra en Aries — el signo de su caída. Y
como siempre en Astrología, un planeta en su caída no significa que sea débil,
sino que sus cualidades naturales deben doblarse, adaptarse y
evolucionar. Le es más difícil transitar ese camino. En Aries,
Saturno pierde su terreno firme. La fuerza que busca estructura y límites se
encuentra ahora en el territorio del fuego, el instinto, la
inmediatez y la batalla.
Como escribe Liz Greene en su magistral libro Saturno: Un nuevo enfoque sobre un viejo diablo:
“Cuando Saturno está en Aries,
parece despojado de su coraje y confianza — dones naturales de Aries.”
Aquí el arquetipo del Héroe se tambalea. La energía cruda de Aries — la
necesidad de avanzar, de actuar, de afirmar la identidad — se ve contenida por
el miedo, la duda y el peso de las consecuencias. Sin embargo, aquí también
yace una paradoja: Saturno es regente de Capricornio, signo donde Marte,
regente de Aries, se exalta. Hay como un reconocimiento mutuo detrás de la
tensión. Marte honra la disciplina de Saturno; Saturno, cuando madura, respeta
la voluntad de Marte.
“La voluntad controlada y
dirigida, unida a un sentido de propósito,” continua Greene: “es una de las
cualidades más positivas que ofrece Saturno en Aries.”…«Posiblemente, el aspecto más
difícil de esta posición es la tendencia a quedar desconectado tanto del flujo
de la vida exterior como del flujo de la vida interior, de modo que el
individuo queda varado en una zona muy pequeña y muy árida de su psique, difícil
de alcanzar y sin poder tocar la fuente central de propósito y significado que
le permitiría enfrentar el mundo exterior con coraje»
¿Qué significa esto para
nosotros, colectivamente?
Aries representa la voluntad
individual, pero Saturno exige responsabilidad y rendición de cuentas. No es un
tiempo de acción impulsiva — es un tiempo para enfrentar las consecuencias de
la inacción.
Con Júpiter ingresando en
Cáncer, signo del pueblo, del hogar, del cuerpo emocional colectivo, surge un
contraste potente. ¿Hemos perdido — como ciudadanía, como humanidad — el coraje
para defender lo que realmente importa? La crítica cotidiana de los gobiernos
desde la dimensión de la víctima que nada puede hacer, ya no es suficiente.
No faltan las injusticias. Ni
la corrupción. La caída de la integridad moral en muchos gobiernos e
instituciones se ha vuelto innegable. Y sin embargo… ¿dónde está el fuego?
¿Dónde está ese “¡basta ya!” colectivo? Saturno en
Aries podría ofrecernos un espejo duro pero necesario:
La pregunta sería: “No
actuaste cuando pudiste. Ahora — ¿lo harás?”
Como Saturno lleva unos 29
años en dar la vuelta al Sol, en Astrología el Retorno de Saturno marca
momentos de extrema relevancia en nuestras vidas. El primero entre los 28 y 29
años, el segundo entre 57 y 58 años y ese periodo entre medio de los dos en cierta
forma, marca los años de más productividad laboral y creativa. ¿Sigue siendo
así? Hoy vivimos hasta el tercer retorno con suerte. El papa Francisco acaba de
morir transitando su tercer retorno saturnino.
EL retorno de Saturno en Aries
es acerca de Ser quien uno es.
El retorno de Saturno marca
una re-configuración profunda de la identidad — y cuando ocurre en Aries, el signo del guerrero, el desafío es claro e
interno: ¿lucharás por ti mismo?
Para quienes nacieron
entre 1996 y 1998, este es su primer
retorno de Saturno: el paso de expectativas externas a una autoridad interior. Significa la caída de las
máscaras construidas para agradar. El enfrentamiento con la pasividad, la duda,
y el miedo a equivocarse.
Aries dice: Elige de todos modos.
Saturno dice: Hazte responsable de esa elección.
Es el momento de dejar de
pedir permiso — y empezar a actuar con integridad. Dejar de prepararse — y
empezar a hacer. Comenzar el trabajo arduo de
convertirse en tu propio pilar.
Para quienes nacieron
entre 1967 y 1969, este es su segundo retorno de Saturno: Ya
no se trata de potencial, sino de confrontar la pregunta sobre nuestro legado.
Este retorno pregunta: ¿Te convertiste en la persona
que estabas destinado a ser?
Y si no — ¿por qué?
¿Fue por miedo? ¿Por deber? ¿Por callar demasiadas veces?
Este segundo retorno ofrece la
oportunidad de reclamar la vida no vivida, no con la imprudencia de la
juventud, sino con la sabiduría conquistada por la experiencia.
“Aún estás a tiempo de vivir
en alineación con tu propósito — pero debes comenzar ahora.” algo parece decirnos.
Puede ser un tiempo de
honestidad radical, de revisión profunda, y del
coraje necesario para finalmente perseguir lo que fue abandonado o postergado.
Para muchos, puede sentirse como una última oportunidad y en esa urgencia
habita su bendición.
Juntas, estas generaciones no
sólo están re-configurándose a sí mismas, también están re-configurando el
mundo. Una entra al poder; la otra, al rol de guía y claridad.
Saturno en Aries llama a ambas
a la acción. No a la reacción ni a la furia, sino a una voluntad madura
enraizada en el autoconocimiento.
Una tensión que viene
gestándose: Saturno entra en Aries en cuadratura a Júpiter. al principio con
Júpiter en Géminis y en junio cuando Júpiter entre en Cáncer será exacta. Esta
cuadratura que se viene gestando desde el año pasado es la primera entre ellos
desde la Gran Conjunción de Diciembre del 2020, cuando se unieron a 0º de
Acuario, momento marcó el inicio de dos ciclos superpuestos:
Un ciclo de 20 años de
reestructuración social. (Las conjunciones ocurren cada 2 décadas)
Y un ciclo mayor de 200 años
de conjunciones en signos de Aire, dejándonos
atrás la era materialista de los signos de Tierra, para enfocarnos en un futuro
centrado en las ideas, los sistemas, y las redes de pensamiento.
Casi cinco años después, esta
cuadratura actúa como la primera prueba de esas promesas. Júpiter en Cáncer
habla del pueblo, de la verdad emocional, de la protección de la vida y del
hogar. Saturno en Aries representa autoridad, límites, acción, pero también
miedo y control. Esta tensión nos confronta con las siguientes preguntas:
¿Las decisiones que tomamos al
final del 2020 están realmente mejorando nuestra vida, han dado forma a un
nuevo capítulo de nuestra vida y la de nuestro entorno? ¿Se están cumpliendo
nuestros ideales y visión social y personal?
Estas no son sólo preguntas
políticas, son también lo son a nivel espiritual y generacional.
La conjunción en Acuario nos ofreció una ventana al potencial colectivo.
Ahora Saturno pregunta: ¿Qué estás haciendo con eso?
Y además, la llegada de
Neptuno a Aries nos trae: La disolución de la falsa voluntad.
Poco después de ingresar en
Aries, Saturno comienza a acercarse a Neptuno, con una conjunción exacta en 2026, marcando el fin del ciclo que comenzó en 1989 — el año en que cayó el Muro de
Berlín, se desvaneció la Guerra Fría, y cambiaron las ilusiones del mundo.
Esta vez, la conjunción ocurre
en Aries — el signo de la iniciativa y la identidad
personal.
Es posible que no disuelva ideologías políticas como lo hizo en Capricornio,
pero sí puede disolver identidades falsas, valentías impostadas, y visiones
prestadas.
¿Qué significa realmente
actuar?
¿Qué significa desear algo con verdad?
Saturno–Neptuno en Aries
podría desmontar el heroísmo performático, las máscaras sociales, y las marcas
personales vacías.
Lo que queda es la voluntad desnuda, un deseo que no nace del ego, sino del
propósito.
Lo que no cabe duda aún para
aquellos que no saben nada de Astrología es que el final de lo viejo y comienzo
de algo nuevo es de una relevancia histórica que los que estamos vivos no hemos
visto antes.
La imagen de este post está
generada por Dall-e con mi prompt.
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